Capítulo 35.

18.2K 1.2K 177
                                    

Bella.

-Ahora que estás bien con Max, ¿volverás a Barcelona?- pregunta la pelirroja mientras esperamos a que llamen a los pasajeros del vuelo en el que yo vuelvo a Londres.

Como siga echándole tanto de menos, estoy segura de que volveré en menos de un mes...- pienso sonriendo en mi interior.

-En cuanto tenga una semana libre, cogeré el primer vuelo que pueda y volveré.- sonrío.

-¿Lo juras?- ríe.

Suelto una carcajada.- Por lo que más quiero.

Me mira con una sonrisa pícara, sabía a quien me refería perfectamente.

Las dos reímos.

Una voz femenina anuncia por megafonía que el primer vuelo de la mañana a Londres saldrá en quince minutos y las dos nos levantamos de los asientos en los que esperábamos al aviso.

-Se me ha pasado tan rápido esta semana contigo...- hace una mueca, la típica que solía hacer.

-A mi aguantarte se me hace eterno.- digo en un suspiro. La pelirroja me pega con su bolso un par de veces y, finalmente, las dos nos reímos.

-¿Como puedo querer a una retrasada como tu?- pregunta divertida.

Suelto una carcajada. Dejo las maletas a un lado y la abrazo como si la vida se me fuese en ello.

-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero y te quiero.- digo besando su cara.

Suelta una carcajada.- Por esto te quiero.

Las dos reímos.

-Más te vale echarme de menos porque sino, te llamaré todos los días a las tres de la madrugada.- digo divertida.

-Ten claro que te echaré de menos.- ríe.

Cojo de nuevo mis maletas y caminamos hacia la fila de los pasajeros de mi vuelo. Al menos, solo había tres personas y no tendría que esperar una cola inmensa como me había pasado la mayoría de veces en Londres.

Entrego todos mis documentos a la mujer que hay al otro lado y, en cuanto me deja pasar, abrazo a Nicol como despedida.

-Te quiero, no lo olvides.- digo antes de besar su mejilla.

Sonríe.- Te quiero. Llámame cuando llegues al aeropuerto, ¿vale?

Asiento con la cabeza al mismo tiempo que paso hacia el otro lado antes de que la mujer a la que le había dado mis documentos, me siguiese mirando mal.

-¡Y de paso, me cuentas quien te ha echo todos esos chupones!- grita Nicol haciendo que me gire antes.

¡Mierda!

Suelto una carcajada al ver como se ríe.- ¡Te quiero, cabrona!- digo al mismo tiempo que le enseño mi dedo corazón.

***

Había pasado media hora desde que había llegado al aeropuerto de Londres y si, todavía seguía en el aeropuerto, bueno, mejor dicho, en el aparcamiento del aeropuerto.

Camino con el carrito en el que van mis tres maletas y la cesta de Izan hacia donde, sino recuerdo mal, había dejado mi coche.  Para cuando veo el Mercedes color chocolate aparcado en la esquina de la fila, cruzo hacia esa fila cuando no pasa ningún coche y busco el conjunto de llaves de Londres.

En cuanto abro el coche, saco a Izan de la cesta en la que había estado metido durante el vuelo y dejo que corra por el interior del coche mientras guardo como puedo mis tres maletas en el maletero de este.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Where stories live. Discover now