Capítulo 76.

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Bella.

Subo de dos en dos las escaleras del edificio en el que había vivido Tom. Coloco una caja sobre otra más grande, las cojo entre mis brazos y bajo de nuevo las escaleras que acababa de subir.

Nada más llegar a la calle, coloco las cajas en la parte trasera de mi coche. Todo el coche estaba completamente lleno de cajas y de cuadros.

Subo de nuevo al piso, me habían quedado cuatro cajas con libros enormes de medicina que en las pocas veces que estuve en su piso, había visto colocados en estantes del salón. Tras coger las cajas, cierro la puerta del piso que ha quedado completamente vacío.

Coloco todo en el asiento del copiloto junto con unos cuadros que ya había guardado al comienzo de la mañana y entro en el vehículo. En un par de horas tendría que estar recogiendo a Jessica de su casa para ir a la importante firma de libros.

Durante estos días había evitado el tema por completo. Había hablado con Max en repetidas ocasiones sobre el tema pero no estaba preparada para hablar de ello con Tom. No quería cometer los mismos errores que había cometido con Max en su día pero me faltaba el valor necesario para hacerlo.

***

Dejo el coche estacionado delante de la entrada de mi casa. La puerta estaba abierta y eso se debía a que Tom estaba terminando de montar el vestidor. Por exagerado que parezca, habíamos vaciado la habitación de al lado para montar un solo vestidor en el que entrase tanto mi ropa como la del chico.

Según voy sacando todo lo que hay dentro del coche, lo voy dejando en la entrada de la casa para así no andar subiendo de un piso a otro. Pocos minutos después, todo está en el interior de la casa y por fin podremos terminar con la mudanza. 

Cierro al puerta de la entrada y dejo caer mi cuerpo sobre esta. Estaba feliz por la mudanza, por vivir con Tom y porque estos días, a pesar de la noticia que me habían dado, habían sido perfectos al lado del chico.

-¿Bella?- Tom se asoma desde la escalera.

Suelto una carcajada.- ¿Como has terminado con la cara pintada?

Tom ríe.- He tenido algún problema con la pintura que parecía seca... Pero ya lo he solucionado.

Los dos reímos.

-Miedo me da.- echo a correr hasta el piso de arriba detrás suya.

La casa estaba echa un desastre pero en verdad, era un desastre que me gustaba. Todo estaba completamente lleno de cajas y ver que el vestidor estaba completamente montado, significaba un gran avance.

-¿Qué te parece?- pregunta divertido.

-Que antes de ir al aeropuerto, dejaré todo recogido cueste lo que cueste.

Tom ríe.- En nada esto volverá a ser la casa que tenías.- me abraza.

-Eso espero porque sino volverás a tu piso.- digo divertida. Le beso.

Max.

Hoy a primera hora de la mañana había recogido mi traje para la graduación de mañana. Además, ya había terminado de preparar el viaje a Italia para que así, cuando vuelva a Barcelona, no tenga que preparar nada.

Me miro en el espejo del ascensor. Las puertas de este se abren y camino hasta el despacho de Ainhoa.

A través del cristal de su despacho, veo como la chica no está dentro. Abro la puerta que, para mi sorpresa, Ainhoa no ha cerrado y dejo la lista de los lugares a los que iremos en Italia sobre su ordenador.

-¿No deberías estar en tu mesa?- pregunta divertida asustándome.

-Me has dado un susto de muerto.- digo nada más darme la vuelta.- ¿Me vas a despedir por no estar en la mesa o qué?

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora