Capítulo 85.

1.9K 161 29
                                    

Bella.

No podía dormir, solamente daba vueltas por toda la cama. Los nervios podían tanto conmigo que no era capaz de contestar a una llamada de Tom.

Abro la puerta de la terraza de mi habitación en la que Max aún duerme. Con cuidado, dejo el Mac en el suelo de madera y me siento al lado de donde lo he dejado. Solamente necesitaba escribir hasta que hubiese soltado todos mis pensamientos y sensaciones.

Por un lado, deseaba que Max me dijese "Dejemos todo atrás" y por otro, simplemente quería que todo esto pasase. Ambos habíamos metido la pata hasta el fondo de lo más fondo y, aunque me gustaría que Max se siguiese despertando a mi lado el resto de mis días, no podía más toda esta incertidumbre.

Habíamos echo y estábamos haciendo daño a nuestras respectivas parejas y eso, sin duda alguna, no estaba bien por mucho que nos queramos.

***

Durante estas dos horas, me había desahogado escribiendo como otras tantas veces había echo. Todas ellas tenían a una persona en común: Max.

Bajo la pantalla del ordenador cuando termino de copiar las fotografías que colocaré por todo el piso. Miro hacia la puerta y suelto un pequeño grito. Como siempre, Max me había asutado.

Ríe.- ¿Te has asustado?- se coloca delante mía dándome la espalda.

-¿Por qué siempre me asustas? Eres tan silencioso a veces que me das miedo.- digo divertida.

Me incorporo y me coloco a su lado.

Mirar hacia el frente era ver la mayor parte de Barcelona y esta mañana, la ciudad está preciosa. Cuando visité el piso con Louis, tuve claro que sería este por dos simples motivos, uno de ellos era porque Max está cerca y otro es porque, sin darme cuenta, me había enamorado de Barcelona.

-¿Cómo te acostumbraste a dejar de ver todo esto desde casa?

-Creo que no tuve tiempo a fijarme en eso hasta el año pasado. Antes de unas vistas, había cien mil cosas que echaba más de menos.

Con el paso de este último año, había dejado de romperme el recordar esa época. Había sido una época tan maravillosa y a la vez complicada que, antes de pensarlo mucho, diría sin duda que había sido maravillosa. No quiero que algo con lo que había soñado toda la vida fuese ensuciado por una mala época.

-Siempre me he preguntado por que no venías a Barcelona. Eses años fueron como si desaparecieses y nadie te hubiese vuelto a ver.

Todas las conversaciones que hemos tenido eran pocas con las que realmente necesitábamos tener. Max me entendía tan bien y así a la inversa, que a pesar de ello, era una época tan dolorosa que jamás podríamos cambiar ese dolor.

-Si hubiese vuelto en ese momento, ahora mismo no sería capaz de estar a tu lado.- giro la cabeza, era incapaz de mirarle.

-Y aún así, intentar evitarnos no ha servido de nada.- suelta una pequeña risa.

Río.- Cierto. Creo que hemos nacido para estar juntos de una manera u otra.

Max asiente con la cabeza. El silencio comienza a reinar entre nosotros.

-Pero gano más perdiendo toda mi vida que perdiéndote a ti.- dice despacio.

-¿Qué?- le había escuchado pero quería volver a escucharlo. No sé que es lo que quiere decir con todo eso.

-Es algo que llevo pensando todas estas semanas, desde lo que pasó en la discoteca.- me mira pero sigo evitando su mirada.- No sé como lo hacemos que, aunque no queramos estar juntos, lo volvemos a estar.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora