Capítulo 71.

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Bella.

Abro la puerta de la entrada de casa. Dejo caer mi bolso sobre el sofá del salón y camino hasta la cocina. Caliento en el microondas la pasta que Tom me había dejado echa ayer antes de volver al hospital y vuelvo al salón. Enciendo la televisión, había mucho silencio en casa. Abro la pantalla del Mac tras colocarlo al lado del plato de comida, debería terminar el trabajo que tengo que entregar mañana a la mañana.

Desbloqueo el ordenador. Pensaba que esta mañana había cerrado mi sesión en Wattpad, me equivocaba.

"La diferencia entre tu y ella es que yo sé que tu la sigues queriendo y lo único que puedo hacer es darte tiempo...", esa frase se repetía mil y una veces en mi cabeza cuando estaba sola durante estas dos últimas semanas.

No me apetecía escribir, o eso quería pensar. Había pasado una buena mañana y no quería encerrarme en una pantalla aunque lo necesitase. Recojo lo que hace unos minutos había colocado sobre la mesa del salón y subo a mi habitación. No me podía engañar y sería bueno escribir.

Mi iPhone comienza a vibrar sobre el escritorio mientras coloco en este el ordenador. En la pantalla aparece una de las tantas fotos que tengo con Tom. Contesto su llamada.

-¡Hola! ¿Ya has llegado a casa?- dice el chico al otro lado del teléfono.

-Si, por fin ha terminado la mañana.- me siento delante del escritorio.

Esta mañana había sido agotadora. Me había despertado con un dolor horrible de cabeza y tener dos entrevistas y una firma de libros por las que madrugar, no me había ayudado para nada.

-¿Y qué tal te encuentras? En unos días por fin podré cuidar de ti cuando estés mal.

Sonrío.- Mejor, aunque estoy cansada.

Necesitaba tantísimo lo que Tom acababa de decir. Tenerle a mi lado todos los días haría que todo fuese más llevadero, que me sintiese mejor. Era una de mis medicinas favoritas.

-Mejor entonces, descansa y se te pasará.- hace una pausa y continúa.- Tengo que volver adentro pero esta noche ya nos vemos, ¿vale?

-Si, haré eso.- miento.- A la noche te recojo y desconectamos un poco.

-Me encanta esa idea. Te dejo que ya he entrado. ¡Te quiero!

Tom cuelga la llamada, lanzo el móvil sobre la cama. Ahora mismo lo único que necesitaba era desahogarme escribiendo porque esto, también lo consideraba como una de mis medicinas favoritas.

Max.

Apago la televisión del salón. Lanzo el mando de esta al sillón de al lado y me levanto del sofá. Ainhoa y yo habíamos terminado de ver una película y en este instante, no encontraba nada que me gustase.

-¿Quieres venir a recogerme al trabajo?- pregunta Ainhoa bajando las escaleras de dos en dos.

La miro. Hace unos segundos estaba despeinada y en pijama y ahora estaba perfectamente vestida para ir al trabajo.

-Claro.- cojo un cartón de zumo de la nevera.- ¿Hoy por fin te quedarás a dormir?- la miro desde detrás de la puerta de esta.

Ainhoa hace mueca como si estuviese dudando. Sonríe y asiente con la cabeza.- No me apetece seguir haciéndome la dura contigo. Tendré que perdonarte.

Durante estas dos últimas semanas, aunque hubiésemos solucionado todo sobre la discusión que habíamos tenido Bella y yo con ella, Ainhoa no se había quedado a dormir durante todos esos días. Echo que comprendía perfectamente.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora