Se gira de nuevo. Baja los demás escalones con un poco de dificultad, seguramente por los zapatos de tacón. Notaba desde aquí que se había puesto nerviosa ya que le tenía que aterrar pensar en que mañana se podía caer.

-No entiendo como bajan por ahí.- digo divertido.

-Tienen que ensayar y ya mañana entrarán como si nada.- Yaiza se levanta de la silla, se apoya en mi brazo.- Aún no me creo que no la hayas reconocido.

-Los chicos tenían razón cuando me dijeron que había cambiado.- miro de nuevo hacia abajo, están repitiendo el ensayo de la entrada.

Sigo con la mirada a Bella, quien esta vez camina bien, como sino estuviese bajando esos grandes escalones. En un mes ha cambiado demasiado y, como me habían dicho a mi llegada, había cambiado para bien. Sin duda alguna, se le veía feliz con Tom y, a pesar de que había adelgazado unos cuantos quilos, está impresionante como siempre.

***

Bella.

Entro en la habitación para coger mi bolso. Todos están esperando abajo por nosotras ya que iremos a visitar pequeños pueblos que hay alrededor de esta parte de Inglaterra y el primer ensayo, había terminado hace un par de minutos.

El ensayo para la ceremonia de mañana había ido mejor de como había empezado y eso, era algo positivo. Las malditas escaleras que llevan a la playa son una completa trampa para personas pero, aunque eso me aterrorizase, lo que más nerviosa me ponía nerviosa era la mirada de quien no quería que me mirase.

Antes de bajar la primera vez, había visto como Benja y Max me miraban y, la verdad es que, sentir como me miraba este último, me había puesto nerviosa. Compartir una boda a su lado en este momento, era lo más complicado que había echo en todo este tiempo y lo único que deseaba era que mañana estuviésemos alejados el uno del otro.

Salgo rápido de la habitación y bajo corriendo las escaleras del palacete.

Para cuando estoy llegando a la entrada principal del palacete, apoyo mal uno de los pies y siento como mi cuerpo cae hacia delante. Suelto un pequeño grito y alguien consigue agarrarme antes de que me caiga al suelo.

-¡Joder, putos zapatos!- grito abrazada a la persona que me ha sujetado. Huelo su perfume, un perfume tan familiar que, nada más reconocerlo, me separo.- Gracias, sino es por ti, me mato.

Max suelta una carcajada.- Confías mucho en esos zapatos para la de jugadas que te están haciendo.

Los dos reímos.

-Le estoy dando varias oportunidades antes de dejar de ponerlos para siempre.- digo divertida.

Cuando salimos del palacete juntos, vemos como un grupo de cinco chicas carga con dos grandes columnas blancas. Dejamos que pasen y continuamos caminamos hacia donde están los coches.

-¿Sabes como será la ceremonia? Tengo curiosidad por ver lo que está preparado.

-Ojalá saberlo.- le miro por el rabillo del ojo, el chico sonríe.- No me han dicho nada, solo sé un par de detalles sin importancia.

-Los veremos mañana entonces.- dice Max en cuanto llegamos a los coches.

Asiento con la cabeza y entro en mi coche donde me esperan James, Dani y Tom.

***

El día había pasado a una velocidad asombradora. Había pasado una hora desde que regresamos al palacete después de pasar todo el día visitando pequeños pueblos cercanos a la zona en la que estamos pasando la semana.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin