-Porque es lo que dijiste ayer, lo complicamos todo.- le miro.

Max me mira. Los dos sonreímos.

El chico me rodea con sus brazos, besa mi frente.- ¿No crees que deberíamos dejar de complicarnos tanto?

***

Max.

Louis y yo nos hemos quedado sentados en la zona del restaurante del centro comercial y Bella ha ido a pedir la comida. 

Los tres estábamos muertos de hambre. Hemos pasado la mañana cargando muebles en nuestros coches y, después de toda la mañana haciendo lo mismo repetidas veces, por fin comeríamos a las cinco de la tarde.

-¿Ayer volvió tarde a casa? La noto agotada.- dice Louis.

Asiento con la cabeza.- No mucho pero cuando volví a su piso, ella aún estaba corriendo en la playa.

Louis abre los ojos como platos.- No sé como no está cansada.

-Seguramente lo esté.- hago una pausa y continúo.- Pero está tan nerviosa que no duerme más de una hora.

-Le preguntaría que le pasa pero sé que me contará la mitad solo para que no me preocupe ni la llame todos los días.- dice divertido.

-Seguramente sepas por donde va todo pero, por si me equivoco, en el viaje han pasado varias cosas que ni ella ni yo nos esperábamos y ahora tenemos que ver a donde va todo esto.

-Si, pensé que iría por ahí todo esto.- Louis hace una mueca.- No me esperaba menos del viaje.

Resoplo.- Y ahora es como que queremos dar el paso pero, como siempre, ninguno de los dos está seguro de darlo. Somos así, si yo no veo que ella lo deja todo, yo no lo dejo todo y así, a la inversa.

-¿Tu te irías a New York por ella? Porque no creo que os guste la idea de estar tan lejos el uno del otro.

Louis tenía razón. El comenzar algo con Bella, implicaba tener que dejar todo atrás para irme con ella.

-¿Y si sale mal qué es lo que me queda?

-Intentar que salga bien. Tenéis que arriesgarlo todo y el problema de los dos, es que nunca habéis querido arriesgaros por miedo a haceros daño y en verdad, dudo mucho que os hagáis más daño del que ya os habéis echo.

El chico volvía a tener razón. Nunca nos habíamos querido arriesgar por miedo a hacernos daño y si lo pensábamos, ya nos habíamos echo tanto daño que no podía ir a más.

-¡Ya está pedida la comida!- grita Bella caminando hacia nosotros.- ¿Qué os pasa? Estáis muy callados.

-Nada.- decimos Louis y yo al unísono.

***

Habíamos pasado la tarde terminando de montar los muebles que habían quedado de ayer y, ahora mismo, tan solo teníamos que colgar en las paredes todas las imágenes que Bella ha enmarcado esta misma mañana.

-Como tengas que colgar otra, tendrás que quitar alguna de estas.- digo divertido.

-¡Louis!- grita Bella para que venga el chico a ayudar.

Miro para el chico y veo como está mirando la imagen de Bella con el en el día de su boda. Era preciosa, no tenía ninguna duda de que si la chica tuviese que escoger alguna de las que tiene en el salón, se quedaría con esa. En ella ambos aparecían abrazados y llorando, llorando de felicidad ya que están riendo. Bella sujeta el ramo de flores con la mano que cuelga de la espalda de Louis y en la otra, sujeta a lo que más quiere a día de hoy, Alan.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Where stories live. Discover now