Bella se gira con la boca abierta en forma de "O".- ¡Solo me lo pediste ese día!

Me encojo de hombros.- No me has dado más opciones.

Me encantaba vacilar a Bella con el tema de las bodas, se ponía nerviosa con solo de pensar en el día en que ella fuese la novia y, para ser sinceros, a mi también me ponía nervioso. Era un momento que siempre había visto lejano hasta que comenzamos a tener nuestra relación, en ese momento, me hubiese casado con ella todos los días.

Ahora, era una simple idea bonita y divertida con la que nos reíamos.

-Madre mía, que noches más turbias habéis tenido.- dice Louis divertido.

Bella se gira de nuevo, ríe.- Si tu supieses...- mira para mi.

***

Después de una larga mañana que se resumía en solo compras de decoración para el nuevo piso, por fin habíamos regresado a casa.

Bella me da las llaves del piso. Abro la puerta de la entrada de este y paso con el carro en el que duerme el pequeño Alan. Louis había tenido que ir a recogerlo a casa para que Miriam se pudiese ir y pasaría todo el día de hoy con nosotros.

Tras dejar el carro con el pequeño a un lado en la cocina para que duerma tranquilo, corro hasta la entrada para comenzar a bajar todas las cajas de los muebles que teníamos que montar en tan solo los tres días que Bella pasaría aquí antes de volver a Londres.

Me provocaba ansiedad el pensar que ella se irá de nuevo a Londres, a su vida con Tom. Una vida real en la que era feliz.

-¿Por donde empezamos?- pregunta Bella recogiéndose el pelo en un moño.

Los tres nos miramos, resoplamos.

-Me parece que da igual por donde empecemos. Tiene que quedar todo montado y ya está.- ríe.

Asiento con la cabeza.- Podemos empezar por el salón y así luego ir subiendo a las habitaciones que es menos trabajo.

Miro a los hermanos, Louis acepta con la cabeza y Bella se encoge de hombros.

-A mi me es igual, vosotros sois los que más controláis.- dice divertida.

Louis ríe.- Si fuese por mudanzas, la que más controla eres tu.

-Y la que aún le queda...- digo inconscientemente.- Mierda.- tapo mi boca con la mano, como si fuese a servir de algo.

-¿Como qué la que aún te queda?- Louis deja la caja que sujetaba en el suelo. Mira a su hermana.

Bella suspira mientras pasa las manos por su cara.- Me han ofrecido vivir en New York y seguir escribiendo allí.

Louis abre la boca en forma de "O".- ¿Y pensabas decírmelo cuando te fueses o directamente mandarme una postal de la ciudad?

-Aún no sabe si se irá porque se lo han dicho hace muy poco y tiene que esperar a regresar a Londres... A mi me lo ha contado porque cuando le dieron la noticia, la llamé y se desahogó conmigo, sino yo tampoco lo sabría.

-Gracias.- dice Bella en un suspiro.- No te conté nada porque aún no sé que haré, ahora mismo tengo demasiadas cosas en las que pensar y no puedo pensar en una sola. Tengo que organizarme y eso solo lo podré hacer cuando vuelva a Londres.

-¿Y por qué te has quedado aquí? La decoración de un piso es lo último que te debería preocupar.

-¡Por qué tengo dudas más importantes que una maldita mudanza o este piso!- grita.

***

Bella.

Durante toda la tarde, mi hermano no había dejado de mirarme. La conversación que habíamos tenido al llegar se había terminado en el momento que grité que tenía dudas más importantes en mi cabeza que una mudanza o la decoración de este piso y es que, el me conoce a la perfección como para saber que lo único que necesito ahora mismo, es su apoyo y su ayuda.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora