-Gracias.- digo en un suspiro. Tengo miedo, miedo a que mi vida perfecta se fuese por segunda ver a la mierda.

Pasados unos minutos, la reunión termina. Tras despedirme de todos los editores, salgo de la sala con Jessica.

Durante el camino, Jessica no dice nada, me conocía tan bien que sabía que solo necesitaba silencio porque sino, me desbordaría completamente. Al llegar a su coche, nos despedimos con un abrazo y sigo caminando hasta mi coche.

En cuanto entro, enciendo el vehículo y salgo del recinto de la editorial. No quería ir a casa, quería guardarme esta noticia para mi lo máximo que pudiese aunque supiese que era repetir la historia que había vivido con Max cuando me dieron la oportunidad de mudarme a Londres.

Conduzco sin tener un destino al que ir. Al poco tiempo y con las lágrimas cayendo por mis mejillas, me meto en dirección a un callejón en el que parecía no haber nada. Nada más frenar el coche a un lado, me apoyo en el volante de este.

Necesitaba tiempo, mi propio espacio y alguien cercano que me dijese "Todo va a salir, tomarás la decisión correcta" porque en mi cabeza tan solo se repetía "Te darán la oportunidad de vivir en New York, dedicándote a escribir y trabajando en una editorial."

Max.

Abro la puerta de la entrada del piso. Dejo las llaves sobre el cuenco del recibidor de la entrada y, en cuanto llego al salón, tiro mi bolso y la chaqueta en el sillón. Camino hasta la cocina mientras me deshago de la maldita camisa que tanto calor me había dado en el trabajo y la meto en la lavadora. Estaba muerto de calor y esto se debía a que estábamos en julio.

Meto en el microondas la comida que había sobrado de anoche y saco mi iPhone del bolsillo del pantalón. Ainhoa no saldría hasta dentro de un par de horas y no sabía que hacer. Miro mis conversaciones en Whatsapp y, para no variar, me fijo en la foto nueva de perfil que tiene Bella. Esta aparecía sentada de la Torre Eiffel. Sin pensarlo mucho, busco su contacto y la llamo.

Al tercer "Bip" contesta a la llamada.

-¡Hola! ¿No pensabas llamarme en todo el mes o qué?- digo divertido. En verdad echaba de menos hablar con ella pero no la culpaba, estas dos últimas semanas había estado muy ocupada y lo entendía.

-Hola.- su voz suena diferente.- He estado liada entre el viaje, la mudanza, las firmas de libros... Perdona.

-¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo?- pregunto preocupado. Sabía perfectamente cuando la chica estaba mal y ahora mismo, era una de esas veces.

Bella absorbe por la nariz.- Estoy bien.

No sé lo cree ni ella engañándose a sí misma...

-Sabes que me puedes contar cualquier cosa porque te voy apoyar y te voy a dar el mejor consejo que pueda. Cuéntamelo porque de esta manera, lo único que haré será preocuparme por una persona que no tengo cerca.

Bella rompe a llorar. Pasados un par de minutos, resopla ya más tranquila.

-Hace nada he tenido una reunión importante pero Jessica solo me había dicho eso sobre la reunión, que era importante y ya está. Pues bien, me han comentado que la firma que tengo el mismo día que vuelvo a Barcelona se hará en una importante librería y que durante esta habrá un hombre acompañándonos a mi y a Jessica.- hace una pausa y continúa.- La noticia es que si todo sale bien ese día, tengo la posibilidad de mudarme a New York para seguir escribiendo mis novelas y trabajar en una importante editorial.- rompe a llorar de nuevo.- Por favor, no te enfades.

Jamás pensaría que escucharía todo esto. Escuchar esto de boca de Bella, había echo que no me saliesen las palabras. No entendía por que pero sentía lo mismo que cuando se fue a Londres. Esta noticia me acababa de destrozar por completo.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Where stories live. Discover now