"Todo Vale"

143 16 6
                                    

Sabiendo lo que se venía, habíamos invertido tiempo en cosas importantes. Con revistas viejas, e imprimiendo titulares amarillistas cómicos habíamos armado pósters para tu habitación. La mayoría hacían referencia a las  grandes duplas infalibles de la historia como Batman con Robin o Holmes con Watson, todos, menos uno, iban dirigidos a ellos, tus médicos.

 Ni flores ni ositos de peluche. Tu habitación era una circo al que el hospital entero desde pacientes, enfermeras y médicos venían a pasear sus ojos para ver esa feria de color, diversión y energía. Pero mas que nada, creo que se acercaban para tratar de entender, para poder sentir o ver el fenómeno. La mayor rareza de lo que se respiraba en la habitación 202 no era pesadumbre, llanto y desconsuelo, que de todas formas estaban pero en el fondo del placard. Esos, habían quedado apretados en el armario, entre almohadas y frazadas porque en el cuarto ya no había más espacio para ellos. Habían tenido su lugar protagónico pero ahora era el turno de la fuerza, las ganas y la convicción. Este era el momento del fuego, de la combustión, de la sinergia, y la sincronicidad. Las emociones tristes nos habían acompañado pero para no faltar a la verdad, no habían aportado mucho o mejor dicho nada, así que ahora íbamos por otra receta.

Entre todos esos posters había hecho uno para vos y para mí sabiendo que sólo nosotras lo entenderíamos. Siempre estuvimos conectadas y fusionadas como un solo elemento y hacía muchos años señalando la frase de una propaganda me habías dicho:

-"Esta frase es para nosotras. no?"

Me acerqué y bajo el símbolo del infinito del comercial, la leyenda decía "Porque sólo aquí las leyes del universo no aplican". Esperaste a que terminara de leerlo y me aclaraste:

-"Solo aquí Pili, entre nosotras". Este día en la 202 y entre tantos carteles estaba el nuestro, bien centrado frente a tu cama: "Aquí las leyes del universo no aplican"

-"Que onda la peluca?" me preguntaste en un minuto de silencio.

-"No te preocupes, en Buenos Aires hay unas muy top con las que te metes al mar. Miden el micraje de tu pelo, color exacto y la traen de afuera. Si fueras rubia, de Rusia pero en este caso creo que va a ser de China y si te portás bien de Africa. Son de pelo natural e idéntico al tuyo. Y el hombre que te la coloca es un peluquero que copia tu corte en la pelu y listo! Nadie se va a dar cuenta. "

-"Y el viaje?" nuevamente preguntaste. Querías tener todos los flancos cubiertos.

-"En cuanto te den el alta nos vamos de viaje y al regresar a full con la quimio y lo que venga" sin explicar mucho más ya que ni yo sabía como cumpliría mi desesperada promesa vacacional.

Todo vale, incluso aventurarse a nuevas vocaciones para las que no estamos listos. Después de tu exploración, transposición ovárica y extracciones de tejido, solo tenías dos pequeños drenajes que debían ser higienizados regularmente. Tu enfermera vino a presentarse.

-"Buen día Belén. Vamos a higienizarte, si? Me das un momento?" cerrando la frase con una protocolar invitación a que me retire y le dé espacio para hacer su trabajo.

-"Si, por supuesto" contesté.

-"Por supuesto nada Pili, vos te quedás acá y mirás bien" y ahí me quedé calladita. Ni una palabra mas, de nadie.

Pasaron horas, hasta tu segundo cambio de vendas pero esta vez cuando vino la enfermera fue distinto.

-Buenas tardes Belén, lista?

-"Si, porque mi hermana me lo va a hacer" categórica.

-"Que cosa? Estás loca? yo, sin poder creer lo que sugerías.

-"Vos prestaste atención esta mañana Pili?

-"Si Belén, pero me da impresión"

-"Qué cosa te da impresión tarada, soy yo!"

-"Hacerte doler" te expliqué. La enfermea cabeceando de lado a lado como en mesa de ping pong, bandeja en mano, sonrisa intacta.

-"Bueno pero te aguantás y no me decís ni palabra. La única que me indica es tu enfermera, escuchaste?". Y así fue de ahí en adelante. Un tema menos y todos contentos.

Todo valía. En casa ya teníamos un cachorro, "Cocó" , que pronto se convertiría en un potrillo. Se esperaba que el animalito de crecer sano como prometía, lograra unos setenta centímetros de estatura como mínimo. Peluda, buena, mansa y todo corazón, Cocó entendía su nombre y el tuyo, nada más. Walter, desesperado, llama.

-"Cuñada, esto es una locura. Ya tenemos a La Negrita y Gaspar en casa. El parque es un campo minado. Y ahora Cocó? Que vamos a hacer con esto cuando crezca?" haciendo referencia a las mascotas que ya los acompañaban en Rojas.

-"Shhhh, hablemos bajito. Qué vamos a hacer con Cocó? Hamburguesas, si es necesario, Wal. Ahora Belén está contenta, por ahora Cocó no es más que un ovillo de pelo. Vos no te preocupes, vayamos paso a paso, quien sabe." apelando a que tal vez por esos misterios de la genética el tierno ogro que estábamos empezando a criar quedara enano.

- "Tenés razón" y dándome un abrazo, nos reimos con Walter de la mentira que ninguno de los dos creía.

Todo valía, y un premio inspirador previo a la quimio era ese viaje de hermanas prometido. Había prometido sin deber hacerlo. La realidad era que no había dinero para esos menesteres. Todos los recursos familiares debían destinarse o reservarse a un sólo fin así que nadie debía realizar una inversión recreativa aunque quisiera porque lo que sí estaba claro era que esto recién empezaba.

-"Hola, buen día." nerviosa dirigiéndome al dueño de la empresa de turismo. Me sintía infantil, ridículamente crédula en mi intencionalidad, como salida de una película de Woody Allen y aún así, sabiendo que era un disparate, me mantuve.

-"Buen día, en que te puedo ayudar?" respondiendo a mi saludo sin saber que la frase comercial era literalmente lo que estaba esperando.

-"No te acordás de mi?"

-"Vos sabés que me suena tu cara...pero no; no te recuerdo". con absoluta franqueza.

-"Yo soy la amiga de la mamá de tu ahijada. Nos vimos el año pasado en... ". Era entreverado pero quizás posible que me recordara.

-"Ah, sí, sí. Cómo estas?" respondió activando las imágenes del triste evento que nos había presentado.

-"Mal pero creo que me podés ayudar. Tenés un minuto para escucharme?"

-"Si, contame. Que pasa?"

-"Te voy a dar la versión corta. Mi hermana está enferma, tiene cáncer, está por empezar un tratamiento duro. Le prometí un viaje que puedo pagar pero no hoy. Y te quiero sugerir una manera para poder hacerlo, si vos estás de acuerdo."

-"A ver..?" con una sonrisa, sorprendido y con la humanidad que todos tenemos pero que pocos ejercitamos seguido, se acomodó en la silla e hicimos un plan.

La conversación fue un gusto, ni un drama, ni un ruego sino un humano negocio con tiempos demorados. Y gracias a que sí existe la gente - gente, aún ocurren estas fiestas para el alma. Salí de la oficina con los aéreos en la mano. Me subí al auto temblando, llorando de solo imaginar tu cara al escuchar los mariachis que siempre habías soñado oir.

Todo valía. Traer a Cocó, un viaje prestado por un rato, jugar juntas a la enfermera , convertir tu espacio post operatorio en un teatro, abrazar la idea de las pelucas como algo transitorio. Todo valía.

-"Mirame." me ordenaste. "Necesito saber algo. Vos sabés que yo por vos haría exactamente lo mismo?" me preguntaste pronunciando y acentuando detenidamente cada palabra.

-"Por eso lo hago, solo es una cuestión de a quién le toca primero. Así que preparáte" haciéndote un mimo en la cara.

-"En serio, quiero que me digas lo sabes"

-"Lo sé. No tengo dudas"

No, nunca nos pedimos la luna como prueba de amor. Sabíamos que eso no seria un problema.

Con "C" De Casa.Where stories live. Discover now