Con "C" De Casa.

"Picarona"

   Como olas del mar, imparables, incansables y continuas, los viajes iban y venían. De a poco, sin darnos cuenta ese mar de fondo se convirtió en la melodía familiar.
  
   Walter, uno mas de la familia, tenía la capacidad de disfrutarte y compartirte cada vez que nos visitaba. Él sabía que de cada mes, dos fines de semana estarías en su ciudad y los otros dos con él en la nuestra. Un relojero no podría haber armado mejor maquinaria y era una obra de arte, por su precisión y armonía.

   En Mar del Plata, el verano era sol y noche y el invierno, teatro y almuerzos en familia. El sentido del humor de mi cuñado era único y combinado con mis exageradas payasadas te hacíamos reír hasta acalambrar la panza. Se abría el telón con su monólogo.

-"La Negrita?  Celosa?? " preguntaba Walter sarcásticamente sabiendo lo que se venía, y se respondía solito:
-"Naaa. Puede andar alunada cinco o seis días a la semana, pero nada mas!

-"Yooooo?? Celosa???" repicabas ipso facto.

Lo eras. Celos infantiles pero aguerridos. Entonces la comedia seguía.

-"Walter, cambiá el canal porque están por pasar la elección a Miss universo" le decía a mi cuñado dándole otro puntapié inicial para prolongar el show.

Él, haciéndose el asustado y temeroso respondía:

-"Sí. Sí. Muchas gracias. Muchas gracias, ya mismo" con apuro como si  le fueras a pegar.

Nos veías jugar con tu temperamento. Te mordías el labio inferior y hamacabas la cabeza con descreimiento del esfuerzo de los actores. Sin embargo siempre caías en la trampa.

"Dejá, dejá. Si igual te morís de ganas por verlo" gruñías y finalmente, la risa explotaba.

Los otros fines de semana, cuando a vos te tocaba viajar, los viernes pasaban rápido, los sábados parecían domingos y los almuerzos dominicales con papá eran reveladores.

Como quién no quiere la cosa, con televisión de fondo y pasando el plato de fiambres, papá reflexionaba en voz alta.

-"Como se estará divirtiendo tu hermana, no? Vamos a ver que anécdotas trae ésta vez. Ella siempre descubre arroyitos para ir a pescar y animalitos que la sorprenden" decía con absoluta genuinad e ingenuidad. La inocencia que vos ibas olvidando con el pasar de los fines de semana era recobrada por él paso a paso. Esa era su forma y  truco para frenar el tiempo. Papá encontraba siempre la frase sinónima que delataba lo que mas extrañaba, a vos.

   Rojas era tierra de sorpresas, alegría y diversión pero ahora sobretodo de amor, romance, hipnotismo y pasión.

A tu regreso, todos obteníamos justo lo que esperábamos. Lo que ansiábamos escuchar. A papá, para acortar su agonía, lo visitabas primero. Le contabas tus "picardías", anécdotas y andanzas. Hablabas de animalitos nuevos, juegos con agua en carnaval y caricaturéscos cuentos sobre los personajes del lugar.

A la noche, era mi turno y una de las dos se pasaba a la cama de la otra.

"Ay Pili, no sabés!!! " suspirabas mientras pensabas por donde comenzar.

Yo, con síndrome de abstinencia de información, cortandote el suspiro y el suspenso al medio y sin dar tregua:

-"Contame todo, ya! "

Por años amanecímos cada lunes así. Vos, pícara sin dormir por la pasión de los relatos. Yo, pícara sin dormir por no poder dejar de escuchar.