Enséñame a Vivir

No te pido que te cases conmigo...

No te pido que te cases conmigo...

–Después de abandonar el hospital Nicolás se dirigió al aeropuerto, le dolió darse cuenta el daño que le había hecho a Xiomara, le dolieron las palabras de ella y sobre todo su decisión de alejarlo de su hijo, pero no podía hacer nada, él intento estar a su lado que ella sintiera su apoyo pero para Xiomara eso no era suficiente y respetaría su decisión así como ella había respetado la decisión de él de quedarse en México y terminar una relación de cinco años, entendía que ella estaba molesta pero sabía que con el tiempo ella lo perdonaría porque no era una mala persona simplemente él la había lastimado–

–Para Regina los días no habían sido fáciles, en ocasiones se sentía insegura en otros, las palabras de Federico y la compañía de él, su familia y sus nuevas amigas era suficiente para saber que todo era parte de un proceso, que este solo sería un capitulo difícil y complicado de su vida pero que le dejaría la mejor enseñanza de todas–

Nicolás – hola –observó a su hermana con una enorme sonrisa–

Regina – ¡Nico! –Lo observó sonriente, pero inmediatamente borró la sonrisa– ¿qué pasa? –Él suspiro con pesar y de nuevo la puerta de la habitación–

Raquel – ¡Mi amor –se acercó a su hijo para abrazarlo, Regina los observó Nicolás necesitaba tanto ese abrazó eso era evidente– ¿qué pasa? Porque no has ido a tú casa

Nicolás – antes de verlos a ellos necesitaba saber que estabas bien –Regina le dio una ligera sonrisa– y hablar con ustedes

Regina – ¿qué pasó con Xiomara? –Se intentó sentarse, Raquel se acercó para ayudarla– estoy bien –le dio una sonrisa a su madre de agradecimiento–

Nicolás – no quiere que esté cerca del bebé, me corrió, de hecho mi presencia la alteró

Raquel – eso era de esperarse –tomó la mano de su hijo– pero haremos lo necesario para que tú estés al lado de ese niño, ella no puede impedir que el bebé crezca a tu lado

Nicolás – no lo sé, la vi tan decidida, me dijo que si ella muere el bebé quedará a cargo de Marcela que dejaría todo arreglado legalmente para que yo no me acercara a él

Regina – está molesta, solo dale tiempo –Nicolás la observó– te está afectando mucho –Nicolás volvió suspirar con pesar–

Nicolás – no quiero que me pase lo que pasó con Daniel, me perdí los primeros años de su vida por estúpido, me perdí la oportunidad de escuchar su primer palabra, de ser yo quien lo ayudara a dar sus primeros pasos, quien lo enseñara a Andar en bici y patear una pelota, me perdí tantas primeras cosas de él que no quiero que pase lo mismo con este pequeño, él no tiene la culpa de mis decisiones ni las de Xiomara –suspiró con pesar–

Raquel – no pienses así, Nicolás las cosas no fueron solo culpa tuya

Nicolás – claro que sí mamá, yo le pedí a Daniela algo tan espantoso que me cuesta trabajo decirlo, yo te juro que después intente buscarla –los ojos de Nicolás se llenaron de lágrimas– pero cuando Alicia dijo que ella ya lo había hecho –guardó silencio– sentí que algo dentro de mí se rompía y es que nunca me imaginé a Daniela hacer algo así, porque ella era distinta –Raquel y Regina observaron a Nicolás, sentían el dolor en sus palabras– hasta ahora no me perdono no haberla buscado, no haber intentado hablar con ella, no estar al lado de ella cuando esos ojitos azules vieron el mundo por primera vez –Raquel sonrió con ternura al imaginarse esa escena–