Enséñame a Vivir

Un mes después...

Un mes después...

–la salud de Mati estaba recuperándose, todos los días, Regina, Daniela, Raquel, Rigel y María iban a visitar a la mujer que luchaba enormemente por seguir con ellos, Federico no quería despegarse de ella, pero Regina lo convenció que tenía que descansar, entre todos se organizaron para poder llevar su vida normal, pero también para estar al lado de Mati y que no se sintiera sola, Nicolás estaba súper pendiente de lo que ella necesitará, en algunas ocasiones él y María se habían visto pero está última no le dirigía la palabra, seguía molesta con él por todo el dolor que le causo a su hija, pero también reconocía que en estos momentos se había portado muy bien–

Nicolás – buenos días –entró a la habitación de Mati, ella le dio una pequeña sonrisa que él le respondió–

Mati – buenos días

Nicolás – ¿cómo te sientes?

Mati – mucho mejor, pero dime si ya me voy a ir a mi casa –Nicolás asintió– eso hará que me recupere más pronto

Nicolás – eso espero, sólo que se va con una condición

Mati – ¿cuál?

Nicolás – tienes que guardar reposo –Mati hizo un gesto de desagrado– todos queremos que este bien y para eso necesito estar seguro que guardara reposo –la puerta de la habitación se abrió, Mati sonrió al ver a María–

María – perdón la demora

Mati – tranquila, yo me puedo quedar sola –le dio una sonrisa a Nicolás– y bueno no estoy sola

Nicolás – nunca ha estado sola

Mati – lo sé, pero entonces ¿Cuándo me voy de aquí?

Nicolás – ya le dije, me tiene que prometer que guardará reposo

María – tranquilo doctor que yo misma me encargaré que así sea –Nicolás le dio una sonrisa a María–

Nicolás – antes de que se vaya necesito hacerte unos estudios –Mati frunció el ceño– tranquila son de rutina –una enfermera entró a la habitación con una silla de rueda, Nicolás ayudó a Mati y vio cómo la enfermera se llevaba a la paciente–

María – gracias –comentó en susurro, Nicolás la observó–

Nicolás – no tiene nada que agradecer

María – claro que sí, lo que estás haciendo por Mati es muy lindo

Nicolás – lo hago por Mati porque es una persona muy linda, pero también lo hago por Daniela y mi hijo sé lo importante que Mati y su familia son para ellos, no podría estar con ellos sabiendo que pude hacer algo por ella y no lo hice

María – ¿la amas? –Nicolás la miró asintiendo–

Nicolás – con mi vida, ella y Daniel son mis motivos

María – ella también te ama –sus ojos se llenaron de lágrimas– no quiero que mi niña sufra

Nicolás – sé que es difícil que usted confíe en mí, pero le juró que ver a Daniela nuevamente y saber que dio y da la vida por mi hijo hizo que el amor renaciera y no solo eso la admiración, sé que por mi culpa ella la pasó muy mal, no intento justificar nada de lo que pasó, porque no tiene justificación y aun para mí es difícil perdonar lo que no hice por ellos, pero le juro señora María que lo único que deseo es que mis Danis sean felices