¡Solo Una!

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¡Solo Una!

–Daniela sonreía mientras tomaba la mano del amigo de Rigel, se colocaron uno enfrente de otro para empezar a bailar, Nicolás observaba detenidamente cada movimiento de Daniela, sentía que iba a explotar de celos, ella se acercaba al tipo sonriendo para decirle algo, estaban tan cerca, aprisionó la rosa en su mano con fuerza sintiendo cómo la flor se deshojaba, Rigel observó a Nicolás sonriendo, buscó con la mirada al pequeño travieso y no lo vio, tomó la mano del que en ese momento era su pareja y se dirigieron a la pista, se acercaron a Daniela y su acompañante entre bailes y risas. Rigel observaba de reojo a Nicolás se dió cuenta que estaba furioso, era el momento perfecto, sin más empujó a Daniela para que él la tomará entre sus brazos, él la miró con ternura acercó su mano a su rostro tomándolo, Daniela intentó alejarse pero el colocó su mano en la nuca, estaba decidido a besarla, hasta que sintió un puño en su rostro–

Nicolás – ¡No la toques! –gritó furioso, Daniela lo observó impresionada–

Daniela – ¡Ulises! ¿Estás bien? –Intentó acercarse a él pero Nicolás lo impidió tomándola del brazo– ¿Qué haces aquí? –se giró a verlo sorprendida–

Nicolás – vine por ti –Daniela levantó las cejas molesta–

Daniela – ¡perdón! –Rigel los observaba sonriendo–

Rigel – Uli –se acercó a él alarmada– ¿estás bien?

Ulises – sí –encaró a Nicolás– ¿quién te crees? –Nicolás hizo un lado a Daniela tomando a Ulises de la camisa–

Nicolás – no te quiero cerca de Daniela –Ulises negó sonriendo para después empujarlo–

Ulises – y quien te crees tú para decidir por ella –Daniela colocó sus manos en el pecho de Nicolás, cuando se dio cuenta que eso terminaría mal, Rigel hizo lo mismo con Ulises intentando calmarlo– te hice una maldita pregunta –gritó furioso mientras Rigel intentaba hablar con él–

Nicolás – es la madre de mi hijo –respondió haciendo que Daniela rodara los ojos molesta–

Ulises – eso no te da ningún derecho, ella es libre de estar con quien quiera –Nicolás intento hacer un lado a Daniela para írsele encima, pero Daniela lo abrazó, las personas alrededor de ellos ya se habían dado cuenta, todos estaban observándolo–

Daniela – por favor Nicolás vámonos –suplicó–

Ulises – Daniela no te puedes ir con él –estaba furioso–

Rigel – debes tranquilizarte no te das cuenta que solo lo está haciendo para evitar problemas –lo alejó de la pista sentándolo en una de las sillas altas–

Ulises – es que no puedo creer lo que ese idiota hizo –se tocó el golpe, Rigel tomó unos hielos con una servilleta colocándoselos– auch –se quejó–

Rigel – pega duro –observó cómo Daniela y Nicolás salían del lugar–

Ulises – no voy a permitir que se la lleve –se levantó furioso, Rigel lo seguía–


–Daniela y Nicolás salieron del lugar ella iba furiosa, Nicolás entregó al valet parking el boleto para que fueran por su auto, observó cómo Daniela seguía caminando furiosa, la alcanzó tomándola del brazo–

Daniela – ¡Suéltame! –Nicolás le hizo caso–

Nicolás – nos vamos en mi auto

Enséñame a VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora