Lucía.
Ha llegado el momento, ha pasado una semana desde que me peleé con Dani, ahora mismo estoy esperando a que llegue la hora de coger el avión.
¿Adivinad quién ha venido a despedirse y se ha colado conmigo?
Jesús, sí, al final ha decidido que quiere que perdamos el contacto a partir de que nos dejemos de ver, es decir, de que me suba a ese avión.
-¿Enserio no quieres que vaya contigo y pase allí unos días mientras te instalas?- pregunta por vigésima vez hoy.
-Que no, enserio, gracias por preocuparte pero voy bien- respondo en tono tranquilizador.
-Sé que pareceré un pesado, pero te quiero y me preocupas- se excusa- Tienes 15 años y vas a volar sola a Los Ángeles que, por cierto es un viaje largo.
-Jesús, mejor no puedo ir, mi asiento es el de la ventana, me da tiempo a dormir, ver alguna serie, escribir, leer y todo lo que me de la gana.
-Si necesitas ayuda sólo haz una señal tipo Batman- bromea y me da un beso en la mejilla.
-Viajeros del vuelo EP164 con destino a Los Ángeles, California, vayan pasando por la puerta de embarque- escuchamos una voz en off, dándonos a entender que esto es una despedida.
-Bueno, parece que esto es un adiós- dice Jesús apenado.
-Recuerda que es sólo un hasta luego- sonrío triste- Olvídame un tiempo, pesado.
Nos abrazamos con lágrimas en los ojos y, en un impulso mutuo decimos un "te quiero" unísono.
-Hasta luego, Sexy Lucía Braguitas Negras-se despide.
Me levanto y hago un gesto de despedida con la mano y, al girarme, decido que no voy a mirar atrás mientras me voy porque, conociéndome, si lo hago, correré hasta él y me quedaré con él, ocultándome de mis padres hasta que cumpla los 18.
Entre tanto y tanto llego al interior del avión y me siento en mi asiento, coloco la especie de mesita de los aviones, sitúo mi ordenador sobre ella, enchufo mis auriculares y me los coloco.
Al rato de comenzar a ver Vis a vis, alguien comienza a discutir a mi lado, así que, decido parar el capítulo y quitarme los cascos para participar como espectadora en la pelea.
-Pero pedazo de viejo verde, ¡no quiero sentarme con ella para meterle mano ni violarla con la mirada como pretende usted! ¡La conozco desde que nació prácticamente y quiero acompañarla ya que es menor!- grita Mario.
Espera, ¿Mario? ¿Qué hace él aquí? Hacía mucho que no lo veía.
Desde Sevilla.
-¡Mario!- exclamo y me levanto a abrazarlo- Te he echado mucho de menos.
-Y yo, pequeñaja- dice y me besa la cabeza.
-Eh, eh, tan pequeñaja no soy- me quejo separándome levemente y lanzándole una mirada juguetona.
-Bueno, bueno, muchacho, que te aguantas en tu asiento- interrumpe el hombre que estaba discutiendo con Mario.
-¿Podría cambiarle el sitio? Me haría un gran favor- digo dulcemente poniendo mirada de cachorrito abandonado.
-Bueno...- dice el hombre recogiendo sus cosas y poniéndolas en el asiento del otro lado del pasillo.
-Gracias- agradezco y le dedico una amplia sonrisa.
Mario y yo nos sentamos juntos y apago el ordenador y guardo todo en mi mochila.
-Bueno, ¿qué te trae por Los Ángeles sin los Oviedo?- pregunta y le cuento la tan larga historia que me ha traído a este vuelo.
-Eres la mejor, enserio- dice anonadado- Yo quiero que alguien me quiera tanto como para anteponerme a sus propios sentimientos.
-Ya encontrarás a alguien, no te preocupes- animo.
-Lucía, no te he olvidado- confiesa.
De repente, se lanza a besarme y, en cuanto reacciono, me aparto.
-Yo no he olvidado a Dani- confieso.
Es muy buen chico, amable, atento, cariñoso, gracioso...
Pero no es mi Dani.
Amo a Dani.
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Me llamo Lucía.
Fanfiction¿Cómo alguien puede hacer que mandes todo a la mierda sin conocerla realmente? ¿Cómo puede ser que serías capaz de arriesgar tu vida, tus sueños y tu felicidad por complacerla? ¿Cómo puede una chica conseguir convertirse en todo para sus íd...