Me llamo Lucía.

Celos. (6)

Lucía.

    —¿Yo? ¿Celoso? Otro chiste, por favor—suelta Jesús en tono irónico.

    Hoy se lía, tu verás.

    Vamos a calmarnos mejor, ¿no?

    —Se te nota demasiado hermanito, admítelo.

    —Bueno, ya vale, tiene razón, no está escrito que tenga que mantener una relación con ninguno de los dos, aparte, es decisión nuestra— salgo en su defensa.

    Vuelvo a ponerme al lado de Jesús.

    Está rojo de la mala ostia.

    Le cojo la mano y se la acaricio para que se calme.

    Parece que surte efecto.

    —Uy, parece que ya sabemos por qué no quiere decir que está con Dani—suelta divertido Juan, el padre de los gemelos.

    —Y dale con lo mismo, no estoy ni celoso, ni enamorado, ni agilipollado— suelta Jesús, no demasiado amable.

    —Sh relajate— le susurro y le sigo acariciando la mano— Puede que eso ultimo de agilipollado si sea cierto.

    Ríe.

    Río.

    Reímos.

    Fue buena idea cogerle la mano.

    —Se te nota en la mirada que estas enamorado— canta Carlitos.

    —Cantas muy bien eh— lo alago.

    —Gracias, aunque no es para tanto, ¿tu cantas?— pregunta curioso.

    —Sí, pero no— respondí divertida.

    —No entiendo— dijo confuso.

    —De cara al publico, canto pero mal, aunque, en realidad, siempre he pensado que canto bien, pero me hago de rogar— expliqué.

    —De ti se enamora cualquiera, Guille, ¿a ti también te gusta?— preguntó entre risas.

    —No, yo ya e buscado una diferente, para no ser tan iguales los tres— soltó acompañado de una sonrisa.

    —Todos me amais a mi y yasta— suelta Dani con aires de superioridad.

    —Creído— replico fingiendo indignación.

    —Que mona se me pone cuando se enfada— me abraza por la espalda y me da un beso en la mejilla— Eres una enana muy guapa.

    —Me has dicho enana?— lo señalo con el dedo índice y él se limita a asentir con la cabeza— Pues vas ver lo que hace esta enana.

    Me doy la vuelta y le hago cosquillas, haciendo que acabe en el suelo y yo encima suyo.

    —Bueno, ya vale, he quedado para comer— suelta haciendo que aparte la mirada de él con desaprobación.

    Me levanto de encima de él.

    —¿Con quien?— interrogo.

    —Con una amiga.

    —¿Qué vais a hacer?— pregunto seria.

    —¿Celosa?— pregunta Carlos divertido.

    —¿Yo? ¿De qué? ¿Debería estarlo?— digo alterada.

    Jesús se pone detrás de mi y me abraza por la cintura apoyando su cabeza en mi hombro.

    —Relájate— susurra en mi oído.

    —Sólo vamos a comer y a dar una vuelta, nada más— responde Dani al fin.

    —¿Con quién? Y no me digas "una amiga"— replico.

    —Se va con Mar, viene unos días de Barcelona y los pasarán juntos, supongo— dice Jesús, él cual creo que ha hecho una mueca de asco al mencionar a la barcelonesa.

    Me doy la vuelta quedando frente a él, no me suelta y yo rodeo su cuello con mis brazos.

    —Pues yo no tengo nada que hacer, si quieres, podríamos ir a comer algo y a dar una vuelta— digo con una gran sonrisa y provocando una aún mas grande en él.

    —Me parece un plan genial— dice acercándose lentamente a mi y depositando un sonoro y tierno beso en mi mejilla.

    Lo que daría yo por comerle los morros a este hombre.

    Bueno, y lo que no son los morros.

    Lucía, las hormonas.