Me llamo Lucía.

En pelotas. (57)

Lucía.

  —Bueno, era una sorpresa más para hoy— dice agachando la cabeza.

    —Yo mejor me voy— dice Juan Carlos saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras él.

    —Bueno, no ha acabado el día, todavía puedes mostrarme cuáles son los sitios que tienes depilados— le lanzo una mirada seductora.

    —Echa el pestillo, vaya a entrar algún enano y me pille en pelotas— ordena riéndose.

    Hago caso de lo que me pide y vuelvo hasta él y me siento en la camilla.

    Me dispongo a besarle mientras él comienza a subirse el camisón, cuando alguien frota sus nudillos con fuerza contra la puerta.

    Doy un leve tirón de su camisón para que quede de nuevo a la altura de sus rodillas y me dirijo de nuevo a la puerta.

    Al abrir me encuentro con una pequeña niña morena.

    —Hola, guapa, quién eres?— pregunto simpática poniéndome a su altura.

    —Soy Jules, busco a Dani, mi compañera de habitación es fan y, bueno, a ver si le doy una alegría— responde con una sonrisa triste.

    —Anda, pasa— sonrío incorporándome y haciéndome a un lado para que pase.

    —Gracias— agradece adentrándose en la habitación y cierro la puerta de nuevo.

    La pequeña corre hasta la silla que está al lado de la camilla y se pone de pie encima de ésta, para llegar bien a ver a Daniel.

    —Hola, princesita— saluda el moreno sonriéndole.

    —Cuando te pongas bueno puedes ir a ver a mi compi?— pregunta haciéndole ojitos.

    —En cuanto me dejen levantarme de aquí, os buscaré— asegura el muchacho— cómo se llama tu amiga?

    —Lucía, es súper súper súper fan, le encantais y me tiene piripi de tanto hablar de vosotros— comenta riéndose— por cierto, y tu novia? También la quiere ver.

    —Yo no tengo novia cariño.

    Ouch, eso ha dolido, pero mantengo mi sonrisa.

    —Pues tu amiga Lucía, dice que es su ídola que patín patán— explica haciendo una mueca.

    —Yo soy Lucía— intervengo haciendo que pose su mirada en mí— si quieres puedo pasarme luego.

    —Habitación 100, le hará muchísima ilusión— exclama entusiasmada.

     Me siento en la camilla en el lado contrario a la pequeña mientras que Dani la coge en brazos y la sienta encima suyo.

    —Dani, no puedes hacer esfuerzos— le regaño mientras le miro con desaprobación.

    —Si estás malito no hagas muchas cosas, puedes empeorar— regaña esta vez Jules.

    Es una mini Julieta.

    O su hermana o su hija secreta.

    —Lo ves? Cabezón— río.

    —Cabezón— exclama la niña dándole un beso en la mejilla a Daniel, bajándose de su  regazo y de la camilla— luego quiero nuestra visita— advierte acercándose a mí y depositando un suave beso en mi mejilla.

    Antes de que podamos despedirnos se ha ido.

    —Es una mini Julieta— exclama Dani sorprendido— bueno, por dónde íbamos?

    —Voy a cerrar— informo y cierro la puerta y me aseguro de nuestra privacidad echando el pestillo.

    Vuelvo a la camilla y me siento.

    Me inclino hacia él y lo beso mientras que él comienza a subir su camisón.

    Dios, lo que se tiene este niño escondido.

    No es una enormidad, pero ancha es como ella sola.

    Subo mi mano a la zona alta de su muslo y él sube mi vestido pero vuelve a dirigir sus manos a mi cintura, ya al desnudo.

    Cuando tomo la iniciativa de comenzar a acercar mi mano a su tema, se presenta otra interrupción.

    —Me cago en la puta— murmura y me levanto.

    Arreglo mi vestido devolviéndolo a su postura inicial y me dirijo a abrir la puerta.

    Al abrir veo a Jesús, me abraza y pasa rápidamente.