Me llamo Lucía.

No es oro todo lo que reluce. (25)

Lucía.

    —No te creo— niega mi amiga.

    —No me creas.

    —No hicimos nada, de verdad— admite Jesús— lo prometo.

    Por primera vez hoy, cojo el móvil.

    Me meto en instagram, recibiendo montones de notificaciones.

    Dios mío del amor hermoso.

    —Jesús, te odio.

    —Qué se supone que ha hecho este gilipollas ahora?— pregunta Dani curioso.

    —Hay fotos mías por todos lados, niñas abriéndome direct, siguiéndome, de todo— suelto histérica.

    Sigo pasando publicaciones y aparece una de Jules.

@jpaciarello01 Una vida entera, para aguantarte, rubia tonta @mlopezz99

    Esto me encanta, Mar me putea y mi mejor amiga la jalea.

    Pues, seamos zorras.

@callejass bien que saludas, rascacielos

    Al segundo me contesta, vamos a ver.

@jpaciarello no te vi, tenemos que quedar, enana

    Parece que no sabe nada.

    Pues lo va a saber.

    —Pasa algo?— pregunta María

    —Meteos en el instagram de Julieta— hacen lo que les indico— parece que Mar se ha propuesto arrebatarme la vida, celosa come mierda.

    —Lucía—masculla Daniel entre dientes.

    —No, Dani, me da igual lo que digas, esa niña ha mandado a una legión de fans a mi casa, está intentando quitarme a mi mejor amiga y no sé qué será lo siguiente, pero sabes qué?— todos me miran esperando una respuesta— no me voy a quedar de brazos cruzados.

    Cojo el móvil y llamo a Jules.

    Atiende a mi llamada enseguida.

    —Hola— saluda con voz ronca— qué tal andas pesadilla?

    —Necesito hablar contigo urgentemente, Jules— sentencio seria.

    —A quién has asesinado?— bromea y suelta una carcajada sonora.

    —De momento, a nadie— hago una pausa— enserio, tenemos que hablar, quedamos para comer?

    —En el McDonald's a las dos?

    —En el McDonald's a las dos— repito afirmando— hasta luego, te quiero.

    —Y yo— responde— adiós, enana.

    Cuelgo.

    Son las una y media.

    —Ala, todo el mundo a la calle— sentencio y suelto una carcajada— os quiero, pero voy a comer con Jules.

    —Yo quería pasar tiempo contigo— se queja Jesús.

    —No hemos dormido en toda la puta noche, múdate a mis bragas, hijo— ironizo.

    —Ya quisiera él— suelta el gemelo menor riéndose y todos lo miramos alzando una o ambas cejas— vale, yo también— admite.

    —Tía, tenemos que quedar que no hemos estado nada juntas hoy— dice la rubia, dándome a entender que mañana tengo planes.

    —Mañana por la tarde, cine— digo tranquila— bueno, iros ya.

    Se dirigen hacia la puerta y los acompaño.

    —Conmigo también tienes que quedar— sentencia Dani y asiento levemente con la cabeza.

    —Y conmigo— dice el gemelo mayor cabizbajo.

    —Te quiero— le levanto la cabeza con mis manos y le doy un pico.

    Sonríe de oreja a oreja.

    Es dulcemente sexy.

    —María, te llevamos?— propone Dani y ella niega sonriendo.

    —En verdad, lo está deseando, pero le da vergüenza— explico y la achucho entre mis brazos— ai mi rubia lela.

    Se van todos juntos, finalmente.

    Las dos menos diez.

    Voy a salir ya.

    Salgo de casa y me dirijo al McDonald's.

    Son las dos menos cinco y ya he llegado.

    —Zorra— exclama alguien haciendo que me gire.

    Ahí tenemos a Julieta, mi hermana postiza, como siempre, insultándome.

    —Puta barata— bromeo cariñosamente acercándome a ella— vamos dentro, anda.

    Entramos y pedimos la comida, pagamos, nos la dan y vamos a una mesa.

    —Qué es eso tan importante de lo que me tenías que hablar?

    —Sé que te llevas genial con Mar, pero hay algo que te tengo que contar sobre ella— digo mirándola a los ojos.

    —Suéltalo ya— suspira cansada.

    Cómo le digo yo esto?

    Sólo dilo, pero rápido.

    —Que no es oro todo lo que reluce— suelto y me mira extrañada— Mar me la ha jugado.