Me llamo Lucía.

Chiquitín. (45)

Lucía.

    Han pasado ya más de cuatro meses desde aquella noche tan perfecta y, he de decir que no todo ha sido tan perfecto desde aquello.

    Después de Navidad se marcharon Celia, Imanol y Mario.

    Estaréis pensando, qué pasa con los gemelos? Bueno, acabamos haciendo pública la ruptura y es cierto que no esperamos lo recomendado, pero nos la liaron demasiado.

    En febrero tuve que ir con los gemelos a Italia, la verdad, fue una experiencia maravillosa.

    Las fans de allí son un amor y, bueno, me hice amiga de una en concreto.

    Empezamos a hablar, más que nada, porque nos pilló a Dani y a mí besándonos frente a la Fontana Di Trevi.

    Sí, leéis bien, no hace falta que  releáis ese fragmento, Dani y yo llevamos desde el 6 de febrero.

    Irónico, no?

    Se aproxima la feria de Abril y me están comiendo la cabeza entre Jules a mi lado y Celia por teléfono de que me presente al concurso de Mises.

    Cómo se les ocurre? No supero el metro setenta, cuándo se ha visto una modelo tan bajita?

    Las hay.

    Lo sé, eres yo.

    Osea, soy tú.

    Me haces unos cacaos mentales que ni te imaginas.

    Claro que me lo imagino.

    Graciosa.

    Dani va a venir con el coche para recogerme, tenemos que ir a por los trajes de flamenca para la feria.

    Meto el dinero en el bolso y me doy unos últimos retoques en el pelo.

    Salgo de casa y espero en la puerta.

    Veo aproximarse a mi casa un coche negro, es el Mercedes-Benz de Daniel.

    Me meto en el coche y le doy un leve beso.

    —Qué tal está mi princesita favorita?— pregunta cariñoso arrancando el coche.

    —Harta de sus amiguitas favoritas— respondo con retintín.

    —Qué pasa? Siguen con lo de las Mises?— asiento y suspiro frustrada— es que tienen razón, preséntate, ganarías seguro.

    —El problema es que yo no soy modelo— me lanza una mirada de extrañeza rápida y vuelve su vista a la carretera— sólo soy una chica más o menos popular en las redes sociales por estar relacionada con los chicos más famosos del panorama musical español.

    —Podrías ser modelo— hace una pausa— podrías ser lo que quisieses.

    —Dani, tengo miedo— admito cabizbaja— no quiero hacerme ilusiones y luego perder.

    —Pase lo que pase, siempre me tendrás a mí para consolarte.

    —Para el coche, es aquí— sentencio.

    —Quieres que entre?—asiento levemente— pues baja y yo busco aparcamiento, vale?

    —Adiós, chiquitín.

    Abrí la puerta, bajé del coche y cerré la puerta.

    Entré al taller de costura y, cómo no, estaba allí mi madre.

    Olvidé comentarlo, es diseñadora de vestidos de flamenca.

    —Lucía, quién te ha traído?

    —Daniel.

    Una chica a la que le estaban entallando un vestido se dio la vuelta bruscamente y me miró.

    Sonrie como si la vida le fuese en ello, antes de que pueda reaccionar me está abrazando.

    —Dios, eres Lucía Callejas, me encanta tu estilo, tu forma de ser, me encantas— comentó emocionada— voy al mismo sitio a comprar los trajes de flamenca que tú, qué ilusión.

    Mi madre me miró divertida.

    —Tranquila, soy una persona normal y corriente— río— qué tal?

    —Genial, estás aquí, jamás pensé que te vería aquí.

    —Bueno, María es mi madre— informo señalando a la anteriormente nombrada— lo normal es que me veas de vez en cuando por aquí.

    —Dani va a venir? Estáis juntos? Cómo se lo ha tomado Jesús?

    —Dani va a venir, pero sólo somos amigos.

    —Es cierto que en septiembre van mudarse a Madrid?

    Cómo? Madrid?

    Dani entra en el taller y me acerco a él amenazante.