Hey Quitate Enana

91 Eres Una Mala Influencia

Sonrió y besó mi frente, me abrazó y correspondí acurrucando mi cabeza en su pecho.

—hermano—me separé de Callan al escuchar la dulce voz de Iker y lo miré saliendo de una habitación mientras se sostenía de la pared.

—¿Qué haces fuera de la cama?—preguntó Callan acercándose al pequeño.

—tengo hambre.

Sonreí mirando al niño, Callan se agachó y lo cogió de la mano izquierda para caminar con él hacia donde supuse que sería la cocina. Me hizo una señal para que lo siguiera y así lo hicé, en efecto, entramos a la cocina.

Dejó al pequeño sobre una silla acomodándolo alrededor de la mesa y llevó sus pequeñas manitas a aquella.

—¿Qué quieres comer?—preguntó mirándolo y sonrió.

—hay alguien aquí—afirmó y estiró una de sus pequeñas manos al aire.

Me acerqué a él y me agaché para quedar a la altura de la silla, tocó mi rostro y comenzó a recorrerlo como la primera vez.

—hola pequeño—saludé y detuvo su mano en mi naríz.

—te conozco—sonrió—eres muy bonita, así que te conozco.

—bueno, nos conocimos en el parque, tal vez no lo recuerdes por que fue hace meses pero...

—Yamileth—susurró y lo miré confundida.

¿Cómo sabía mi nombre?

Había visto al niño en otras ocasiones pero no recordaba haberle dicho mi nombre.

Miré a Callan quien se encontraba buscando algo en la alacena y nuevamente miré al pequeño.

—¿Cómo sabes mi nombre?—pregunté con curiosidad.

No podía tener maldad, los niños eran dulces, algunos mostraban su verdadera cara con el tiempo pero estaba segura de que Iker era diferente y no tenía ni una pizca de maldad.

Era tan inocente que en su rostro se veía la inocencia, su mirada lo reflejaba.

—mi hermano me habló de tí, dijo que me encontré en el parque con una odiosa.

Miré a Callan él cual se percató de lo que su hermano dijo y negó con la cabeza observando al pequeño.

¿Odiosa?

Vaya que nos odiabamos. 

No comenzaría a discutir por algo como eso, después de todo yo también odiaba a Callan desde el primer momento en el que lo ví.

—así que odiosa—sonreí falsamente mirando a Callan mientras él se acercaba a nosotros.

—pero después dijo que eras hermosa—llevé mi vista al niño—él me hablaba de tí, me decía que eras muy linda, un poco testaruda pero linda, estuviste con él cuando yo me fuí,—sonrió—gracias.

Las palabras del niño me habían hecho tener una gran sonrisa en el rostro.

Callan tenía una suerte tan grande al tener un hermano como Iker, no importaba si el niño no podía ver, lo único que realmente importaba era que tenía un corazón muy noble y lleno de bondad, el niño era sincero.

Si no hubiera conocido la parte buena de Callan pensaría que Iker no es su hermano o me lamentaría por que tuviera un hermano tan insoportable.

Pero en ese momento solo podía pensar que si yo tuviera a alguien como Iker no perdería ni un segundo de tiempo, aprovecharía todo momento con él por que la felicidad que se le puede dar a un niño recompensa todo.