15 Popular Arrogante

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Ella me miró y rápidamente volteó para nuevamente alejarse, caminé a prisa tras de ella hasta que un carro rojo se paró en una esquina, ella subió inmediatamente, no se que estaba pensando pero intente correr tras el auto y claramente no lo alcance. 

No estaba segura de que fuera ella, no pude observarla bien pero me temía pensar que si.

Solo a ti se te ocurre correr detrás de un auto.

Decidí irme a casa y encerrarme en mi habitación hasta que la noche llegó, mi padre pidió que bajara a cenar por lo cual lo hice.

—¿Cómo estuvo tu día?—preguntó mi padre.

No voy a mentir, toda la tarde estuve pensando en lo que había pasado en el parque. No quería pensar que era ella a quien, quisiera creer que solo me confundí.

Quiero creer que solo fue mi imaginación el ver a Carlota.

—bien—respondí con simpleza mientras llevaba los espárragos a mi boca. En realidad quería contarle sobre el incidente pero no me atrevía.

—invité a una compañera a cenar mañana—lo miré atenta esperando que continuará—espero que no te moleste.

—¿Por que me molestaría?—

— tal vez por lo que paso con Mercedes.

—papá... Era una niña, ya crecí.

—¿Y lo que paso con Regina?—oh Regina. ¿La recuerdasEs a la que le tiraste huevos en la primer cita con tu papá... ¡Si la recuerdo!

—fue difícil para mi superar... Eso—llevé el tenedor con papas a mi boca.

—¿Entonces no hay ningún problema en que venga mañana a cenar—Guardé silencio, en eso mi tía entró a la cocina con una sonrisa.

—¿De que hablan?—preguntó con interés.

—mañana vendrá una compañera a cenar.—respondió mi padre.

—¿Que? No estarás pensando en salir con otra mujer ahora ¿O si?—su tono era de molestia. Ambos la miramos.

—tía...—su reacción era más intensa que la mía.

—¿No te das cuenta de que tu padre ya quiere salir con otra mujer?—me miraba y podía notar que estaba algo alterada.

—creo que tengo el derecho de rehacer mi vida—lo miré, limpió su boca con una de las servilletas—no entiendo por que eso te incómoda.

—¡No puedes salir con otra mujer!—exclamó alterada.

—¡Georgina!—exclamó mi padre.

—¿Intentas rehacer tu vida con otra mujer?—fue lo único que salió de mi boca.

—tengo el derecho de hacerlo.—eso fue lo único que se atrevió a decir para después marcharse.

***

La alarma me despertó, tomé una ducha, hice la rutina habitual de cada mañana, ese día Tendría club y realmente no quería llevar el cambio en la mochila, me coloqué un short y quedé con Layla y Liliana de que nos pondríamos las playeras que está última nos había regalado. Espere a la colorida afuera de la casa y una vez que llegó caminamos hacia el instituto.

Luego de que el timbre sonara todos comenzaron a meterse a los salones, me despedí de Layla y me fui con Liliana a la clase.

—ya me quiero ir—dije irritada.

Hey Quitate Enana Where stories live. Discover now