89 Amar Por Primera Vez

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El tiempo había pasado tan rápido que aún me preguntaba ¿Cómo es que pasó un mes en un abrir y cerrar de ojos?

Había mejorado un poco mis calificaciones, me concentraba en clases y trataba de hacer cada trabajo lo más bien posible para obtener una buena nota, utilizaba las tardes después de salir del instituto para estudiar luego de terminar la tarea. Incluso algunos maestros me prestaron guías que me ayudarían a mejorar aún más.

Ana me había contado que Iker acababa de regresar, me emocioné mucho al saber que estaría nuevamente con su hermano, su tía cuidaría de él como si fuera su hijo al igual que de Callan quien había decidido quedarse.

Él había vuelto al instituto, los maestros se encargaron de llenarlo de trabajos para que pudiera pasar el semestre. Algo muy grande nos había separado, los maestros tomaron las desición de asignarme otro lugar lejos de él por que según gracias a todo el tiempo que no estuvo me concentraba más y parecía otra chica. Por lo cual pensaron que era una mala influencia para mi. 

Cada vez que me lo encontraba en el pasillo me alejaba casi corriendo de él, posiblemente no quería verme y eso era lo mejor para ambos. Estar lejos el uno del otro nos llevarían a cosas mejores.

Nicole había cambiado tanto desde aquel día que hablamos, hacía sus tareas y su promedio iba mejorando muy notoriamente, era amable con todos, incluso había entrado al club de apoyo del instituto, según ella quería ofrecer su ayuda en cualquier aspecto a todo aquel que lo necesitara.

Había pedido disculpas en público a todo aquel que humilló en algún momento, y también se alejó de Dana y Amanda quienes en la primer semana no pararon de molestarla.

Incluso me había invitado a correr con ella los fines de semana por las mañanas para no quedarme sola en casa todo el tiempo, según ella estaba muy agradecida y era lo mínimo que podía hacer. No hablábamos del pasado ni de ningún chico, solo del instituto.

Mi padre había entrado a la terapia en un centro de apoyo por lo cual tuvo que irse y dejarme sola, una vez a la semana hablábamos por durante una hora y después se despedía para seguir con su terapia, me dolía no tenerlo cerca pero sabía que era lo mejor tanto para él como para mí.

Erick siguió ayudándome en terapia, según él cada vez avanzaba más, había visto a Camile cuando salía pero me alejaba de ella e intentaba a toda costa evitarla. Era absurdo, se suponía que tenía que enfrentar mis problemas pero quería alejarme de las personas que me lastimaron, eso era lo mejor para no volver a repetir patrones.

—Callan me ha perdonado—miré a Nicole quien sonreía lamiendo su helado de chocolate mientras caminábamos por el parque.

Habíamos salido a correr, una vez terminamos decidimos tomar un helado y caminar.

—me alegro—llevé mi vista al frente y mordí mi paleta de uva la cual había comprado en una heladería cercana al parque en donde tardaron mucho en atendernos por que a simple vista —y por el gran letrero que tenían en la puerta— necesitaban un empleado.

—¿No piensas hablar con él?—preguntó y negué con la cabeza mientras cruzábamos la calle.

—creo que quedo muy en claro que no quería volver a verme.

En ese instante mi celular comenzó a sonar, nos detuvimos y lo saqué del bolsillo para mirar la pantalla que indicaba un mensaje de Christian.

Christian: soy Miranda, ¿Vienes a casa? Estoy un poco aburrida y Chris no quiere jugar conmigo.

Sonreí al ver el mensaje e inmediatamente lo respondí.

Yamileth: Estoy en tu casa en diez minutos.

Hey Quitate Enana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora