Hey Quitate Enana

7 Guerra De Pintura

Intenté volver a conciliar el sueño pero me fue imposible y cuando finalmente estaba a punto de volver a dormirme la alarma sonó, traté de apagarla pero seguía sonando hasta que me desesperé y la arrojé contra la pared haciendo que se estrellara.

¡Maravilloso! Ahora ya no tengo alarma.

Me puse de pie resignada, me cambié y peiné, ordené mi cama, bajé hasta la cocina, mi tía preparaba el desayuno, me acerqué y tomé un jugo como ya se me estaba haciendo costumbre, cepillé mis diente, cogí mi mochila, me despedí de mi tía y al salir me encontré con mi vecino Jason.

—hola—saludé llegando hasta el.

¿Está mal si digo que se ve demasiado sexy en su moto?

—¿Lista para el instituto?—preguntó y asentí lentamente.

—¡Yamileth!—me giré y observé a Layla quien caminaba hasta nosotros. Hubo un silencio algo incómodo hasta que decidí romperlo para presentarlos.

—Jason ella es Layla, Layla, Jason—ambos se saludaron.

—¿Nos vamos?—preguntó la colorida y asentí.

—claro—miré a Jason—te veo en la salida.

—pasaré por ti—sonrió.

Luego de despedirnos Layla y y yo comenzamos a caminar hacía el instituto.

—¿Es tu novio?—preguntó a lo que negué.

Que más quisiera—solo somos amigos.

Al llegar al instituto me despedí de ella, la primer clase sería club por lo que caminé hacia el patio trasero, utilicé un short no tan corto por lo que me gané la desaprobación inmediata de la entrenadora, al terminar el entrenamiento me "sugirió" usar lo que según era de acuerdo al uniforme. Caminé por el pasillo del instituto hasta encontrarme a Liliana.

La siguiente clase era música, una chica comenzó a cantar voluntariamente y a decir verdad cantaba horrible, no quiero decir que yo cante hermoso pero ella enserio no debería volver a hacerlo. Las clases fueron terminando hasta que finalmente llegó la última, la cuál sería pintura. La clase era al aire libre, fuimos al patio trasero en donde sería, tomé asiento junto a Liliana, la maestra nos explicó sobre el arte de la pintura para después entregarnos un poco de pinturas y unos cuadernos especiales. Dejó unos botes al frente por si necesitábamos más, luego de eso se fue indicando que volvería en un momento, la mayoría comenzaron a hablar entre si, me dió por hacer unas rayas que en realidad no se ni por qué las hice, quizás solo para comenzar o matar el tiempo.

—ahora vuelvo, necesito mas pintura—Liliana se levantó para ir en busca de más a lo que inmediatamente la detuve.

—yo voy por ella—dije—yo también necesito más—ella asintió con la cabeza para nuevamente tomar asiento, me levanté—¿Que colores necesitas?

—morado y rojo.

Me acerqué al frente por mas pinturas, cogí las que necesitaría y las que Liliana me había pedido, cuando me disponía a regresar a mi lugar pude notar que la bolsa de testosterona conversaba con Liliana. Me acerqué para entregarle la pintura pero (en un extraño movimiento) ella se levantó y de alguna manera la pintura voló y haciendo que le cayera a la bolsa de testosterona lo que hizo que pareciera que se la avente intencionalmente.