Hey Quitate Enana

82 Dejaste De Ser Mi Amiga

—¡No puedo creerlo!—negué con la cabeza—besaste a mi novio.

—no, Liliana no es lo que parece—traté de hablar acercándome a ella.

—¿Ah, no?—preguntó incrédula llamando la atención de algunos alumnos que se encontraban afuera.

¿Por qué? ¿Por qué justamente me pasa esto a mí?

—el me besó—dije y rió sarcásticamente.

—claro, ahora resulta que mi novio te besó—su rostro mostraba enojo, decepción y tristeza—te consideraba mi amiga, y te metiste con mi novio, Layla tenía razón, eres la peor amiga que puede existir.

Siempre sería la mala amiga, la peor sobre la Tierra.

Miré a Alan quien contenía la risa mientras se recargaba en su moto para observar la escena.

—Liliana...—traté de hablar pero rápidamente me interrumpió.

—¡Cállate!—exclamó—te consideré mi amiga, y así me pagas, eres la peor.

Los alumnos murmuraban cosas, Liliana estaba roja de coraje mientras que él idiota de su novio se burlaba a sus espaldas.

—Liliana yo no...—me acerqué pero me recibió con una fuerte bofetada.

Llevé mi mano derecha a mi mejilla y observé a Liliana, me estaba doliendo ver a mi amiga de esa manera, creyendo cosas que no eran, estaba tan ciega que lo único que quería era mostrarle la realidad.

—apartir de ahora ya no eres mi amiga.

Más alumnos se acercaron a contemplar la escena hasta que Callan llegó y miró a Liliana.

—¿Qué pasa?—preguntó.

—esta zorra—me apuntó—estaba besando a mi novio.

Callan me miró, negué con la cabeza y regresó la vista hasta Liliana.

—eso no es verdad—dije mirándola.

—¡Claro que lo es! Alan me lo dijo pero no te creí capaz—me miraba con rabia—debí confiar en que era verdad que le coqueteabas, pero mi amistad por ti era tan grande que no me dí cuenta de la realidad.

—¡El me besó!—exclamé y se acercó bruscamente para lanzarse sobre mí pero Callan la detuvó.

—Liliana—habló Callan—no, ¿Estas segura de...?

—¡Yo la ví!—exclamó—Estaba besando a mi novio.

—¡Ya te dije que el me besó!

—¡No mientas! Ten la valentía de decir la verdad.

—estoy diciendo la verdad—dije mirándola.

Era tan injusto que siguiera creyendo en él y desconfiara de mi.

Liliana me siguió mirando molesta y después se giró para acercarse a Alan.

—¿Por qué no te vas y no vuelves nunca más?—me miró con repugnancia—mi vida era mucho mejor sin tus estupideces, haznos un favor y desaparece.

—¡Liliana!—llamó su atención Callan.

Jamás pensé que podría llegar a escuchar palabras como esas salir de su boca y mucho menos hacia mí.

Las estupideces que habíamos compartido eran tan grandes como para que solamente dijera que eran mías, su vida era mejor sin mí al igual que la de todos.

Subió a la moto con Alan y arrancó mientras ambos se iban.

Todo era tan injusto.

Lo peor de todo era que solo se había enojado conmigo, Alan siempre sería su todo y tal vez eso era una señal... O varias. Los amigos no existían para mí, ya los había perdido a todos.