Necesidad de Venganza

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--Pero así no me quedo a gusto.

Exasperada por la situación, alzo sus manos al aire mientras preguntaba.

--¿Entonces qué quieres?

--Que lo apruebes.

--Pues no lo hago.

--¿Por qué?

Era tan insistente, que tenía ganas de pellizcarlo para que despertara de una buena vez. Apoyándose contra el enorme tronco, pensó en ella durante un segundo, pues lo tenía bastante claro.

--No quiero que te impliques con nada violento.

Por un segundo, Noah dejo de respirar. Irguiendo su espalda del mullido suelo de hierba que lo acogía, Noah se giro hacia ella con un profundo ceño entre sus ojos de hielo viejo. Las gafas, las mantenía ella a un lado.

--¿Tienes miedo de que me vuelva como él?

--Mmm... No. No es eso. Para ser como Bobby, primero tienes que ser una mala persona, y tú no lo eres, Noah. Pero... Quizás sea una estupidez, pero tengo miedo de que si experimentas algo así, te termine gustado la sensación que produce. El poder y todo eso.

--Pero no tienes miedo de mí.

--¡Claro que no!

--Es decir, que solo te asusta que pueda cogerle el gustillo a la adrenalina que producen las peleas ¿Es eso?

--Mas o menos.

El asintió por un momento, inflo su pecho con una profunda bocanada de aire y la expuso en forma de pregunta.

--¡¿Te has vuelto loca?!

--¿Qué? ¡No! Estoy perfectamente cuerda, ¿Sabes?

--No lo estas, si piensas que podría aficionarme a eso. ¿No confías en mí?

--Lo hago, pero a veces la lógica no está de mi parte, ¿De acuerdo?

El ceño de Noah se fue suavizando poco a poco, sustituido por una pequeña sonrisa, que produjo el efecto de un ataque. Lanzándose sobre ella, uso la palma de una de sus manos para parar la caída, mientras la otra se acomodaba en el centro de su espalda. Bajándola suavemente al suelo, Noah la cubrió con su cuerpo.

--Olvídate de todas esas locuras. Si me lio a golpes con Mierdi-Bobby, es únicamente para demostrarle que ya no estás sola. Darle un buen escarmiento para que ninguna mujer pase por lo mismo que pasaste tú, solo por haber salido con ese gilipollas. ¿Lo entiendes? No es por placer. No es por gusto. Es por la necesidad de cerrar un capítulo. O más bien, una historia.

Dicho así tenía sentido, pero se sentía reacia a ello. No porque Bobby le diese pena, sino porque no quería que Noah se mezclase con una parte de su pasado. Estaba viviendo un presente increíble y maravilloso, y no quería intermediarios del pasado. Solo quería seguir viviendo una vida plena y feliz junto al futuro padre de sus hijos, y mientras Bobby no moviera un solo dedo en su dirección, entonces no importaba que el siguiera respirando el aire de la misma ciudad que ella. Juntar a Noah y Bobby, podía llegar a ser catastrófico. Y al ser tan consciente de eso, le daba miedo que sucediera.

Con los ojos clavados en la mirada de hielo viejo que se presentaba ante ella, desnuda y rotunda, ella cedió. No solo por el convencimiento extremo de que Noah no caería en la adrenalina que a muchos hombres les proporcionaba pelear, sino por sus palabras. Las cuales la habían terminado convenciendo de que el no iba a hacer nada malo. Al menos no del todo.

Suspirando contra los llenos labios del hombre, deslizo las palmas de sus manos sobre los costados y hacia arriba por la extensa espalda de Noah.

--¿Si cedo... Prometes no llevarlo todo demasiado lejos?

Cuidaré de tiWhere stories live. Discover now