Deseo

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Sentía que lo correcto en cuanto viera a Alisa, era disculparse. Ella no había echo nada realmente, pero por culpa de su pasado, su hijo se había adelantado, y eso era inaceptable. ¿Qué hubiese pasado si por culpa del encuentro con Bobby la vida del pequeño hubiese corrido peligro? Nunca se hubiese perdonado algo así. No se perdonaba que su pasado, alcanzara a las personas que quería tanto y a las que tanto la habían ayudado después de escapar del infierno en el que estuvo durante tres años. Ellos eran muy importantes para ella, y Alisa la había tratado como a una hermana pequeña. La hizo participe en muchos momentos de su embarazo y era algo muy bonito, ya que apenas la conocía para entonces, sin embargo eso no disminuyo la alegría que sintió cuando Alisa llegaba y le mostraba la ropa que ya había comprado para su bebe. Incluso cuando aun tenía que permanecer en cama, después de recibir el alta del hospital. Alisa la visitaba todos los días, se sentaba a su lado en la cama y le contaba muchas cosas. Incluso del modo en el que se enamoro del que ahora era su marido. El capataz Mike, fue un hombre escurridizo, pero Alisa finalmente le echo el guante y no ha vuelto a soltarlo nunca. Estaban felizmente casados, solos un año después de empezar a salir. También le conto algunas cosas sobre su infancia, y sus hermanos. Sabía que lo hacía para distraerla de sus heridas y del dolor, y funciono a decir verdad. Gracias a ello, se hicieron grandes amigas, así que le era imperdonable que su pasado hubiese llegado tan cerca de Alisa.

Sabía que era la hora del desayuno, por todo el alboroto que había en la planta de abajo, lo que quería decir que la señora Elena, debía de estar preparando toda la comida para los vaqueros. Decidida a ayudar, se dio una rápida ducha y se vistió. Al salir, miro hacia la habitación de Noah. Su puerta estaba cerrada, así que suponía que el hombre aun seguía durmiendo, lo cual no le extrañaba en absoluto, después de las horas de viaje por las que habían pasado los dos. Lo dejaría dormir el momento.

Bajo trotando las escaleras, y se topo con la imagen familiar que había estado viendo durante meses. La enorme mesa que adornaba el centro de la cocina estaba rodeada por los enormes cuerpos de los vaqueros que ayudaban en el rancho. Ellos eran lo que hacían el trabajo más duro, junto con los hijos del jefe, el señor Lachlan. La superficie de la mesa, estaba repleta de cuencos, platos y vasos a rebosar de comida y bebida. El café era la bebida predominante, junto con el zumo.

Al bajar el último escalón, cogió el delantal que ella solía usar. Vio como uno de los hombres se levantaba a por la jarra del café, así que se adelanto, cogiendo la jarra llena con el café recién echo e hizo una ronda, rellenando las tazas. Cada hombre sentado allí, salvo Jackson, se sorprendió a verla. Y a decir verdad, ella estaba sorprendida, pero por un motivo distinto. La última vez que hizo una ronda con la jarra, se sentía temblorosa y nerviosa, al lado de los rudos hombres que trabajaban allí, sin embargo ahora, estaba completamente tranquila, e incluso sonreía.

Devolvió la jarra a la cafetera y la preparo.

--Gracias, Emma.

Sonrió la señora Elena, antes de dejar a un lado el plato con beicon. La miro y la rodeo con los brazos, dándole un fuerte abrazo.

--No sabes cuánto me alegro de tenerte aquí nuevamente, Em. Te hemos echado de menos.

El sentido abrazo, y el modo en el que la voz de la señora Elena se cerro, le dijeron que era totalmente verdad. No desconfiaba en absoluto de los sentimientos de la mujer que la había ayudado a salir adelante, cuando creía que no podría. La señora Elena había echo muchas funciones con ella, entre ellas, fue su enfermera y su madre sustituta. Y por ese motivo, quería tanto a la mujer.

Le devolvió el abrazo, con una gran sonrisa en la cara. Durante las primeras semanas, y hasta que consiguió acercarse a Noah, había extrañado a la señora Elena y Alisa y Max. Aun se acordaba de ellos, pero no sentía esas ganas que tenía antes de regresar.

Cuidaré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora