--Solo quería decirte que ya hemos llegado.

--¿Piensas que con eso vas a librarte?

--Totalmente.

Aseguro, usando otro truco bastante sucio al pinchar con sus dedos los costados de Noah. El se retorció, soltando una estruendosa carcajada, soltó su agarre y la libero. Ella aprovecho ese momento para abrir la puerta del coche y salir al exterior.

Estirándose triunfal, escucho a Noah.

--Esta me la pagas, Emma.

--Cuando quieras, cariño, pero recuerda que aun me debes una por ser un asno.

El apretó los labios, tenso la mandíbula y maldijo.

--¿No piensas darme un poco de tregua?

--No. Eso sería aburrido.

Noah permaneció callado por un momento, unos segundos después se rio. Ella observo como Noah estiraba su brazo hacia afuera, con la palma hacia arriba y los dedos relajados. No iba a caer en la trampa de agarrarle la mano para ayudarlo, puesto que estaba segura que lo usaría para tenerla a su merced una vez más, así que espero a ver qué era lo que le ocurría al hombre.

--Tienes mis gafas ¿Verdad?

Arqueando una ceja, se acerco un poco, apoyando con cuidado el par de gafas sobe la palma de su mano. El hizo un rápido movimiento con el brazo, como si fuese a cogerla, así que instintivamente salto hacia atrás, consiguiendo que el hombre se riera.

Estaba claro que Noah estaba de muy buen humor. Relajado y con algo de descanso sobre sus agotados huesos, estaba recuperado a su antiguo yo en un abrir y cerrar de ojos.

--¿Qué vamos a hacer durante estos días, aparte de fabricar bebes?

Pregunto él con completa tranquilidad, mientras salía del coche con sus ojos cubiertos una vez más. Turco salió detrás de él, colocándose a su lado, esperando a una orden para comenzar a trabajar. Mirando a Noah, abrió su boca con un poco de sorpresa, al darse cuenta que eso que ella tomo como broma en el hospital, no lo era en absoluto.

--¿Hablas en serio? ¿Quieres tenerlo ahora?

El ladeo su cabeza, y puso una expresión pensativa mientras se acercaba.

--Creo que hacen falta nueve meses para que la cosa cuaje, pero si, no me importaría empezar... ahora.

--¿Quieres ir a por un bebe o solo quieres sexo?

--Ambas.

Soltando un suspiro, pidió por un poco de paciencia cuando Noah estaba así de ambiguo en sus contestaciones. Dispuesta a discutir un poco el tema con él, abrió su boca con las palabras que iba a decir en la punta de su lengua, cuando Noah se lo impidió.

--No voy a centrarme solo en el bebe. Cuando llegue, llego. Dejaremos de usar preservativos y cuando el tiempo decida que es el momento, entonces el embarazo llegara. No te obsesiones con ello. Vamos a seguir viviendo nuestras vidas como hasta ahora, siendo conscientes, eso sí, de que en algún punto de nuestras vidas puede que llegue el momento idóneo para ser padres. Hasta entonces... Solo quiero hacerte mía.

Dando un paso más cerca de él, aferro la camisa que llevaba puesta y tiro del hacia abajo. Sorprendido Noah no fue capaz de reaccionar cuando ella simplemente le estampo un duro beso en los labios, con las piernas tambaleantes y el corazón latiéndole como un loco, sentía como su mente y su cuerpo reaccionaban a esas palabras envueltas en aquella ronca voz.

Era un paso muy válido en su camino, así que esperarían a que las cosas llegaran por si solas. Querían un bebe pero no era que lo quisieran aquí y ahora. Como se solía decir, esperarían a que la naturaleza siguiera su propio curso y el que sus cuerpos les revelaran cuando el mejor momento para dar vida a una pequeña parte de ellos mismos.

Cuidaré de tiWhere stories live. Discover now