La silenciosa exclamación y la tensión en el cuerpo que sostenía entre sus brazos, le dejo bien claro cuánto daño habían hecho sus palabras. Abriendo su boca para disculparse, apretó los labios cuando ella simplemente se relajo y hundió su hermosa cara en su pecho.

--Tanto que a veces siento que me ahogo.

Un largo y aliviado suspiro se escapo de entre sus labios, cuando su cuerpo reacciono a la tranquilidad de esa respuesta. Sin saber que había estado conteniendo el aliento, respiro una y otra vez, con placer. Una sonrisa boba adorno sus rasgos, cuando repentinamente esas preguntas absurdas se desvanecieron como la niebla ante un día soleado.

Poco tiempo después, Dominic regreso a la consulta.

Y fue entonces donde una nueva ronda de pruebas comenzó para él. En esos momentos con la mano de Emma entrelazada a la suya, dejo de importarle cuantos tubos de sangre le sacaban una vez más, o las palabras que el doctor le decía para informarle de los procedimientos que seguirían. Tampoco presto real atención en el segundo en el cual el oftalmólogo del hospital lo visito. Fueron unos minutos, u horas eternas en las que no pudo hacer otra cosa que aguantar en compañía de Emma.

***

Sin importar cuantas veces pasara las páginas del álbum de fotos, las imágenes seguían siendo las mismas y el dolor en su pecho, al saber que hizo daño a uno de sus niños, se iba volviendo cada vez más intenso, por culpa de los días que llevaba sin poder comunicarse con Noah. El chico había cerrado todo contacto con ella. Al menos mediante su esposo sabía que su muchacho estaba bien y que había ido a visitar al doctor de confianza de la familia.

Quería llamarlo, verlo y abrazarlo, pero no creía que Noah recibiese bien su visita en esos momentos. Le gustaría arreglar las cosas con él, pero estaba claro que necesitaba un poco de tiempo para cicatrizar las heridas que le fueron infligidas al no saber sobre su condición.

En ningún momento le ocultaron algo de semejante magnitud por gusto, fue para protegerlo. Esperaba que en algún punto del camino, Noah se percatara de ese hecho y fuese capaz de perdonarlos por su error. ¿Pero qué padre no los cometía de vez en cuando? Siempre había algo en lo que un padre o madre fallaba y aunque el suyo era bastante grave, no era uno de los peores.

Acariciando el rostro sonriente de un Noah de diez años, ella siguió esperando por una llamada que en la que pudiese oír la voz de su hijo y saber que había sido perdonada.

***

Sintiendo la inquietud de Emma al otro lado de su mano, tiro de la mujer contra su cuerpo y la encerró en un abrazo. No protesto por sus acciones, ella simplemente se acurruco contra él y espero a que Dominic hablara acerca de las pruebas que acababan de realizarle. Tal y como el hombre parecía haber predicho, hizo todos los exámenes anteriores con el conocimiento de que terminaría cediendo a saber si podría o no volver a ver. Así que ahora solo tendrían que esperar a los resultados de las pruebas.

Escuchando el chasquido que hacían las hojas al ser pasadas y agarradas, el cerro sus ojos y presiono un beso en la frente de Emma. No creía que hubiese sido capaz de afrontar aquel momento si ella no estuviese a su lado. Hubiese sido mucho más difícil pasar por algo así solo y daba gracias de tenerla a ella a su lado.

Emma parecía una pequeña lapa. No se separaba de él ni con agua caliente y eso le gustaba. Le ofrecía comodidad y confort a niveles insospechados y estaba claro que se convertido en un mejor paciente desde que ella llego al hospital, por obra y gracia de esa llamada mezquina que Dominic hizo.

Alejando el rostro de su pecho, Emma se impaciento.

--¿Y bien?

--¿Nerviosa?

Cuidaré de tiWhere stories live. Discover now