24 Horas Después

Start from the beginning
                                    

Después de eso, cuando todo paso, y volviste a la normalidad, tus ojos ya estaban ciegos. Te hicieron un millar de pruebas más, para descubrir sobre el virus, pero no detectaron nada. Tal y como vino se marcho, aunque la medicina hizo algo, al fin y al cabo."

La línea se quedo silenciosa una vez más, aunque no realmente, ya que podía oír la respiración de su padre al otro lado. Era trabajosa, como si el hombre estuviese intentando controlar sus emociones, y no lo consiguiera realmente. La voz de su padre, había ido variando en según qué tramos de la historia. Pasando por muchos tonos distintos que revelaban una emoción u otra. Rabia. Miedo. Incertidumbre. Impotencia. Tristeza. Rabia. Una vorágine de sentimientos que habían puesto a su padre de cabeza al traer de regreso recuerdos que habían enterrado durante años, para no hacerse daño a sí mismo al rememorarlos una y otra vez. Y lo entendía. Pero aun así... era su derecho saber que ocurrió.

Rompiendo el silencio con un carraspeo para encontrar su propia voz, soplo su respiración a través de sus labios.

--¿Dieron con el motivo?

--No. Sigue siendo un misterio, ya te lo he dicho.

Es verdad, pensó. Se lo había dicho.

--¿Hay... tengo alguna posibilidad de recuperar mi vista?

--Te hemos llevado a cada médico que hemos encontrado y todos dicen lo mismo. No hay solución, lo siento.

Maldiciendo bajo y entre dientes, sentía como esa pequeña esperanza se escapaba de entre sus dedos. Pero no iba a dejarla marchar tan pronto, no sin un resultado entre sus manos, que le indicara de una vez y por todas, a él en persona, que aquello no tenia salida alguna y que efectivamente, estaba ciego para el resto de su vida. Pero sin esos resultados, no iba a perder ese brillo de esperanza.

--Voy a seguir intentándolo.

--Como quieras, hijo. Es tu decisión.

Recostando hacia atrás, en la butaca que tantas veces había recogido su peso con gusto, durante las horas que se pasaba leyendo informes, redactándolos, haciendo propuestas y comprobando que cada uno de los proyectos en marchas, estuviese cien por cien bien para su lanzamiento, elevo su rostro al techo como si pudiese ver la iluminación que adornaba la lisa superficie, y suspiro.

Iba a hacer la pregunta que más le rondaba, a parte del hecho del cómo y por que, de su situación.

--¿Por qué no me contasteis nada?

Su padre no dijo nada durante un buen rato, así que aguardo durante todo el tiempo que aquel hombre necesitara para hablar un poco más sobre aquel momento de su vida, que sin duda era algo trágico. Cuando Jeremía suspiro al otro lado de la línea, supo que era el momento de hablar.

--Por qué no queríamos que se aferraras a una esperanza vana. Te adaptaste increíblemente rápido a la ceguera. Aprendiste a ser un niño totalmente normal, pese a que tus ojos no te servían para poner límites en tus locas carreras, pero eso nunca te freno ¿Vedad? Quisiste montar a caballo, y aprendiste. Querías ser como los vaqueros, y aprendiste a desenvolverte en unas cuadras. Te lanzabas desde la misma cuerda en aquel gigantesco árbol, al lado del lago. Corrías, saltabas y reías, igual que cualquier niño. ¿Para qué decirte que tú podrías haber sido igual que ellos, cuando aquello ya había pasado y tu no lo recordabas? Pensamos que era una ventaja y que te criaríamos, dándole toda la libertad que pudieras conseguir mediante tu fuerza.

"Y lo hiciste ¿Verdad? Vas y bienes, sin ningún tipo de problema. Tienes limitaciones, es normal, pero eres autosuficiente. Mucho más que muchas personas con cada uno de sus sentidos. ¿Para qué agobiarte diciéndote que naciste pudiendo ver, si ya no podías? Solo sería una carga para ti, y eso era lo último que tu madre y yo queríamos. Estabas en tu derecho y comprendo que ahora estés enfadado, no era el mejor modo de enterarse de algo así, pero quiero que sepas, que nosotros solo te quisimos proteger."

Cuidaré de tiWhere stories live. Discover now