—Cálmate—murmuró Shelby—regresa a la casa si no quieres estar aquí.

—Gabbe dijo que me necesitabas.

—Eso no es...

—Supuse que querías formar parte de nuestra pijamada—agregó Gabbe muy cerca de su oído.

—Me quedaré un rato más con ustedes—avisó Thomas—después volveré a ver alguna película en Netflix.

Shelby le dio la espalda a su amigo y se percató que ahora su rostro estaba muy cerca del de Gabbe y sopesó la idea de volver a darse la vuelta, pero aquello sería algo muy grosero.

—No puedo ver tu cara.

—Es lógico. Es de noche y no hay luz.

—Eres muy graciosa.

—Soy la chica más aburrida del mundo—vaciló.

—Al menos para mí, eres muy divertida y graciosa. Tu humor rebasa los límites de lo normal.

—¿Eh?

—Eres muy seria, pero cuando quieres, eres capaz de hacer reír a quién sea.

—Eso lo dices porque eres un chico risueño que se ríe hasta por una tontería.

—¡Claro que no! —le contradijo—soy muy serio.

—El amor es una locura que solo el cura lo cura, pero cuando el cura lo cura ha cometido una locura—dijo Shelby rápidamente. Y Gabbe se quedó estupefacto, mirándola y luego de unos segundos, soltó una carcajada.

—¿Qué demonios fue eso, Shelby? —preguntó Thomas, perplejo.

—Un trabalenguas para Gabbe—replicó, riéndose— ¿lo ves? Te ríes de este tonto trabalenguas.

—¡Fue trampa! Lo hiciste a propósito. Es un trabalenguas gracioso y no se vale—se defendió.

—A mí no me causó gracia—susurró Thomas, en complicidad con Shelby.

—¿Lo ves? —repitió ella riéndose—eres el único que se ríe por cosas sin sentido.

—La vida es algo sin sentido y hay que reírse de ella.

—De nuevo la galleta de la fortuna que vive en ti ha salido—canturreó Shelby, muriendo de risa.

—Soy muy filósofo. Me encanta pensar mucho—replicó con orgullo y Thomas ahogó una risita nasal. La noche que aparentaba ser un desastre, terminó siendo una noche de charlas profundas sobre el universo, la tierra e incluso los animales. Tanto Thomas y Shelby se quedaron boquiabiertos al darse cuenta que Gabbe era muy listo y casi poeta en la manera de expresarse. Y como la conversación fue de lo más emocionante, pasaron las horas hasta que sol comenzó a salir en el horizonte. Shelby no tenía una pizca de sueño a pesar de que Gabbe y Thomas se dieron por vencidos a las seis de la mañana y decidieron entrar a descansar, mientras que ella se quedó viendo la tv en la habitación de Thomas en lo que él dormía.

—¿No necesitas... algo más? —preguntó Gabbe antes de dejarla con Thomas. Se le cerraban sus preciosos ojos azules del cansancio y bostezaba cada medio segundo.

—No. Descansa.

—Nos vemos en unas horas—volvió a bostezar y desapareció de la estancia. En la tv estaban pasando noticias matutinas del país. Niños desaparecidos. Fraudes a empresarios. Desastres naturales. Etc. Nada que valiera la pena observar. Shelby dudó en apagar la tv y tratar de dormir, pero de pronto, cuando se hallaba dispuesta a presionar el botón de Off, se quedó mirando a la pantalla.

—A MI ESPALDA, COMO PODRÁN VER, HAY MUCHAS PERSONAS HERIDAS EN ESTE PRECISO INSTANTE—dijo un reportero con el rostro rígido. Aferraba el micrófono con fuerza a su pecho mientras que, atrás de él, se alzaba un hilo de humo negro al cielo. Los edificios del centro de Nueva York estaban envueltos en llamas—HUBO UN FUERTE ENFRENTAMIENTO ENTRE LOS QUE PARECEN SER NARCOTRAFICANTES. MUCHOS CIVILES PERDIERON LA VIDA AL TRATAR DE EVACUAR A LOS DEMÁS. HACE APROXIMADAMENTE UNA HORA Y MEDIA ESTO FUE UN CAOS TOTAL. TODAVÍA NO SE REGISTRA MÁS HERIDOS O MUERTOS. SE DICE QUE ESTO HA SIDO COMO UNA ADVERTENCIA.

A Shelby se le secó la boca.

—AQUÍ HAY UN VÍDEO QUE UNA PERSONA LOGRÓ CAPTAR CON LA CÁMARA DE SU TELÉFONO. CLARAMENTE VEREMOS EL ROSTRO DE ALGUNOS INDIVIDUOS QUE PROVOCARON ESTE DESASTRE.

El reportero se quedó estático y en la pantalla comenzó un vídeo de mala calidad. El cielo estaba aún oscuro, y el alba estaba en camino. Algunos edificios ardían y había personas gritando y corriendo. En eso, en un movimiento rápido, la lente captó los rostros de tres chicos. Los rostros de tres chicos que ella conocía bastante bien. Y uno de ellos, volteó a la cámara y se le fue encima al sujeto que grababa.

—¡Apaga eso, imbécil! —le gritó y se escuchó un golpe seco. Luego de eso, le quitó la cámara de las manos y la enfocó a su cara—sé que verás esto en tv—siseó—y quiero que sepas el motivo del por qué hice todo esto—dudó unos segundos y continuó. Le temblaba las manos y miraba a todos lados—Dorian Tyler es el mayor enemigo de mi jefe, Shelby. Tu padre es uno de los mejores narcotraficantes que existe en Norteamérica y estás viviendo con uno de sus cómplices. Ya no puedo llamarte si quiera, pero te encontraré, lo juro. Ya sé tú ubicación, mantente a salvo, por favor... —y el vídeo se cortó.

—COMO VEN, CLARAMENTE ES UNA ADVERTENCIA O UNA VENGANZA...

Comenzó a decir el reportero, pero ella ya no lo escuchaba. Egon había descubierto la verdad de todo lo que estaba pasando. Egon había matado a muchas personas solo para captar la atención de... ¿su padre? Tenía que ser una broma. Su padre no podía ser un narcotraficante. Él no era un mal tipo. Él vivía en alguna parte con otra familia, trabajando honradamente. Y Gabbe... él estaba lejos de ser su cómplice. Aunque a veces su personalidad rara la hacía dudar. Un estremecimiento repentino la desarmó y apagó la tv. Se abrazó a sí misma y se dio la vuelta para sentarse en la cama, pero lo que no contaba era que Thomas estaba despierto, con los ojos muy abiertos, mirándola y luego desvió la mirada a algo detrás de ella.

—¡Cuidado, Shelby! —gritó él y Shelby se tiró al suelo.

Gabbe estaba en el umbral de la puerta. Tenía los ojos rojos de sueño, pero despierto. Su mandíbula estaba tensa y las manos empuñadas. No tenía ninguna arma, pero su expresión daba mucho miedo.

—¡Eres un maldito criminal y de los peores! —vociferó Thomas. Y se lanzó al suelo para abrazar a Shelby y protegerla con su cuerpo de ser necesario. Ella se aferró a su amigo sin levantar la mirada a Gabbe.

—No entiendo por qué se asustan. Además, Thomas, tú ya lo sabías; al igual que Egon. Y él hizo todo ese desastre para poner nerviosa a Shelby. Llegamos a un acuerdo, por Dios, ¡No puedes negarlo!

—¡Pero nos mentiste! —espetó Shelby y frunció el ceño, mirando a su amigo— ¿Thomas, ya lo sabías?

Pero Thomas no dijo nada al respecto. Se quedó callado y más pálido, pero logró recuperar el habla.

—¡Yo no sabía nada! No con exactitud—se defendió.

—El caso es que no les mentí. Solamente dejé aparte mi trabajo y me hice cargo de ustedes.

—¿Bajo las órdenes de mi padre? —tartamudeó Shelby, incapaz de hablar bien. Le aterraba la idea de que su padre fuese un criminal.

—Bueno, como ya lo sabes, creo que no vale la pena seguir ocultando esa información—dijo—sí, Shelby. Dorian Tyler es un narcotraficante del país, el mejor de todos, a decir verdad. Y yo trabajo para él y me dio órdenes de cuidarte porque quiere muerto a tu querido novio.


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Dark Beauty © Libro 1. (TERMINADA)Where stories live. Discover now