38

10.6K 781 60
                                    

«Shelby Cash» [PERSPECTIVA NARRADA POR ELLA]

Quizás escuchar un disparo en la lejanía podría parecerte algo normal o incluso un poco más cerca; pero jamás te quedarías tranquila si el disparo es a unos cuantos metros de distancia, afuera del hospital en el que estás recluida después de abrirte las venas y tomando en cuenta que había dos homicidas dementes al acecho y uno de ellos era el chico que te volvía loca, no podías pasarlo por alto. Cuando sonó el disparó, tanto Evan y yo, nos quedamos estáticos en nuestros sitios y después grité aterrada.

— ¿Qué fue eso? —fue lo primero que preguntó Evan luego del disparo.

—Fue un... disparo—pronunciar aquella palabra me erizó la piel. Y de repente, escuchamos los pasos apresurados de muchas personas pasar por el pasillo y a lo mejor muy probablemente para encargarse de saber qué había pasado. De repente la puerta se abrió y entró mi madre, Charlie y Caroline con el rostro pálido.

—Es tu amigo, Shelby. Es Douglas—me informó Caroline, temblando—está peleándose con otro sujeto.

— ¿Podrías decirme qué es todo esto? —espetó Charlie con furia, mirándome.

—Estoy más confundida que tú, Charlie —respondí con impaciencia—quiero saber qué está pasando allá fuera.

—Voy a echar un vistazo—se ofreció Evan y Caroline se apresuró a abrazarlo con miedo—bueno, iré a preguntar qué pasa con alguien del hospital.

Lo vimos salir de la estancia y yo no podía esperar sentada para saber lo que estaba ocurriendo, por lo que me levanté angustiosamente de la cama. Y Caroline se apresuró a volver a recostarme y gruñí. Me preparé para soltar un sinfín de groserías ácidas cuando el sonido de alrededor de cinco patrullas nos hizo respingar. Había llegado la policía. Y empujando a Caroline, salté de la cama y me asomé a la ventana con la esperanza de ver más allá del estacionamiento. Alcancé a verle la espalda a Egon y la cara furiosa de Norman frente a él. Los gemelos le apuntaban con un arma al rubio y los policías se preparaban para bajar y arrestarlos.

— ¡No pueden arrestarlo! —chillé.

— ¿Qué demonios...? —masculló mi madre cuando pasé empujando a todo el mundo y me abría paso a la puerta con los demás a mis espaldas. Obligué a mis piernas a no flaquear y salí al pasillo en dirección a la salida. Las enfermeras me miraban con cara de póquer y reaccionaban al ver a mi familia ir tras de mí. Bajé la escalera a grandes zancadas hasta que por fin recorrí el pasillo de la sala de espera y llegué a la salida donde el tumulto de gente estaba reunido. Me abrí paso entre la ola humana y me planté justo al frente donde vi a Egon de espaldas a mí y a Norman mirándolo con las manos en alto mientras los gemelos apuntaban a su cráneo. La policía hacía lo mismo, pero con todos.

— ¡Tiren las armas! —gritó un policía con una bocina. Nadie contestó ante su petición y tampoco nadie se movió.

—Muy bien, quedan los cuatro arrestados—espetó otro de los policías.

— ¡No! —grité, enfurecida— ¡No!

Todos los presentes se volvieron a mí e incluso Egon, solo que él me miró con los ojos entornados.

— ¿Quién es usted, jovencita? —exclamó un tercer policía con el ceño fruncido.

— ¡Shelby! — gritó mi madre al tiempo que me agarraba los hombros.

—Shelby, vete de aquí—susurró Egon con los labios apretados.

—Deben llevarse al rubio. Él es quién ha provocado este desastre—lo acusé con firmeza y me solté de mi madre para ponerme en medio de Egon y de Norman. El estúpido rubio me fulminó con la mirada y yo lo señalé.

Dark Beauty © Libro 1. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora