Entonces Gabbe se contorsionó lo más que pudo y movió la mandíbula con demasiada fuerza de arriba abajo sin despegarle la mirada fría de encima al par de chicos. Fue tanta la agilidad con la que movió las mandíbulas que logró despegarse la cinta adhesiva y escupir el calcetín sucio a los pies de Thomas.

—¡Suéltenme! No quiero hacerles daño—amenazó con ira. Se retorció todo lo que pudo, pero fue imposible. Austin rio. Su rostro ya estaba limpio al igual que el resto de su ropa, se había limpiado y cambiado de ropa mientras miraba al chico. Y Thomas arqueó las cejas.

—¿Por qué quieres llevarte a Shelby? —interrogó Austin—si contestas con la verdad, te dejaremos ir.

—Sé que mienten, pero de todas maneras voy a decírselos—replicó Gabbe con aburrimiento—el padre de Shelby me envió por ella y yo solo recibo órdenes.

—¿El padre de Shelby? —preguntó Austin ceñudo y miró a Thomas, y este se encogió de hombros, perplejo.

—Sí, el padre de Shelby—canturreó Gabriel, orgulloso—Dorian Tyler, el mejor narcotraficante de Norteamérica.

La mandíbula inferior de Austin se desencajó de su cara por la sorpresa. Sus ojos verdes demostraron temor al ver a Gabbe, y Thomas chasqueó la lengua sin saber a qué se debía su reacción.

—Y ese idiota con el que están felizmente enmendando amistad, Egon Peitz—replicó con amargura el desconocido—trabaja para Marlon Blake, el enemigo del padre de Shelby.

—Ya sabemos para quién trabajaba Egon—repuso Austin a la defensiva—pero ya renunció y es por eso que quieren matarlo.

—¿Van a dejar que vengan por él y de paso los maten a todos ustedes? —siseó el chico de ojos azules, molesto y el par de jóvenes se quedó en silencio, meditando lo que acababa de decir, lo cual era cierto—yo solo quiero llevar a Shelby con su padre. No voy a permitir que le hagan daño—advirtió—vine a llevármela y no me iré de aquí sin ella.

—¿Trabajas para Dorian Tyler? —interrogó el gemelo.

—Sí.

—Eso no hará que te dejemos libre y te lleves a la novia de nuestro amigo—bufó Thomas, enfadado.

—¡Su padre la quiere de vuelta! No me la quiero llevar por mi cuenta, es mi maldito trabajo.

—El que tiene la última palabra aquí es Egon—afirmó Austin con irritabilidad—y puedes hacer diferentes trucos para escapar, pero mi arma estará encantada de meterte una bala en la cabeza o en uno de tus ojos azules mezquinos.

—Quiero hablar con el "líder"—Gabriel hizo una mueca de ironía—díganle que venga porque es urgente.

—¿Por qué crees que te vamos a obedecer?

—Porque si no lo hacen, en poco tiempo este lugar estará rodeado de hombres que trabajan para Tyler y no tendrán salida—esbozó una sonrisa—ya se dirigen hacia acá. Y no tendrán modo alguno de escapar.

—¿Acaso piensas ayudarnos o qué?

—No tengo motivo para matarlos—se encogió de hombros—además al que quiere muerto mi jefe es a Egon, no a ustedes.

—Supongo que no te has dado cuenta, niño bonito—carraspeó Austin—somos una familia y si matas a Egon, nos matas a todos.

—Bueno, los mataré a todos—repuso Gabbe, con los ojos en blanco—ahora díganle que quiero hablar con él.

—Tal vez deberíamos hacer lo que dice—aconsejó Thomas.

—Entonces ve y trae a Egon.

—Sin la chica—pidió Gabbe—ella no debe enterarse de nada.

Dark Beauty © Libro 1. (TERMINADA)Where stories live. Discover now