Inefable - Serendipia

Prefiero morir

La preocupación de los demás y de la rubia estaban en su hermano, Mulciber, que estaba inconsciente, con una daga en el cuerpo, pero ni siquiera eso impidió que la rubia observará a Regulus, mirando a la chica que tenía las manos de este sobre sus mejillas, la miraba como si fuera lo único que existiera ahí, ahí y en el mundo, algo que detestaba, detestaba a la chica por eso y por lo que le había hecho a su hermano, su odio solo aumentaba con cada segundo, "¡Un sanador, necesita uno!" grito furiosa tratando de contener la sangre que salía del cuerpo de su hermano, las varitas no eran útiles ante las dagas de Lia.

—Ten... —murmuro Regulus entregándole a Lia su bolso, la chica se lo coloco pero no se movió— voy a distraerlos, vete, Lia... —agregó notando que la chica no estaba actuando como necesitaba que lo hiciera— tienes que irte, por favor —agregó mirándola implorante
—No soy buena huyendo —dijo no porque fuera así, no lo era, no era buena corriendo y menos cuando la perseguían pero no se refería a eso, simplemente no iba a dejarlo y si para eso debía decirle que no podía y no que no quería lo iba a hacer, lo haría
—Lia —Regulus lo entendió, su mirada era de frustración y lamentó, lamentarse de aquello, lamentarse de mucho tanto que variaba a cosas que no iban con el asunto como querer besarla— solo... —susurro mirando sus labios y luego a sus ojos con fijeza profunda— tienes que desaparecer
—No... encontraremos otra manera, habrá otra forma —dijo pero el chico negaba con paciencia y una breve sonrisa que denotaba su ya dicha aceptación
—No la hay, tú familia te necesita —trataba de manipular aquello, si debía tocar el punto débil de la chica para que se marchara, estaba dispuesto a hacer eso, todo para que se marchara de ahí— yo necesito que tú salgas, nece...
—Y yo te necesito a ti —intervino haciendo que el chico se quedará sin nada que decir

Lia entendía mejor que nadie a lo que él se refería con dejarlo, una vez ella se desapareciera no podría siquiera buscar ayuda pues todos en esa casa huirán llevándoselo a él y eso lo mataría, sí lo hacía él moriria, si lo dejaba moriría, no quería eso le costara lo que le costara

—No —la firmeza en sus palabras la sorprendieron hasta a ella, no dudó o se excusó en algo, "no" era su respuesta y fue dicha tal cual sin mentiras o tapujos— no voy a dejarte —agregó y este sólo movió la cabeza sin siquiera procesar lo que había dicho la chica y sin aliento para todo lo que ocurría

"Deberías pensar primero en ti" recordaba eso y igual que antes estaba irritado, enojado, impotente y más "Precisamente por eso lo hago" esa había sido la respuesta de la chica, entendía a que se refería, él lo hacía, en muchos momentos como ahora era así, pero como antes volvía a desear que pensara en huir que fuera esa una de sus ideas sus acciones aunque era claro que no era así, y como aquel día volvió a sentirse frustrado nada contento o satisfecho con aquello.

—Deja de ser así —pidió y ni siquiera con los sentimientos que tenía pudo evitar sonar encantado con ella, como si fuese un largo suspiro hecho palabras

La chica sólo hizo un leve gesto de miedo y lamento, no quería que la detestara en medio de todo y pensaba que así sería, pero Regulus solo la apego a él y la abrazo, observando como al fin y para sorpresa de nadie Avery se les acercaba, siendo el primero en dar un paso hacia ellos, después de las dagas y de aquel aviso, de no ser tantos quienes los resguardaban Regulus estaba seguro de que el hombre habría huido, pero como no era así se acercaba fingiendo más valentía de la que se merecía, esa era una de las razones por la que los detestaba, a diferencia de las personas cercanas a él, ellos huían y los suyos una vez dentro de la pelea pelearían hasta el último sin importar si eran los únicos en pie, si eran menos o más. Cualquier tipo de mirada cálida que hubiese tenido en sus ojos desapareció en cuanto vio al hombre, se aferró más a la chica, observando con frialdad y odio a Avery quien ahora era el que sonreía viendo a Lia y acercándose más a ella que al chico quien de inmediato la puso a un lado suyo, sin miedo pero librando el frente para no lastimarla en caso debiera reanudar la pelea.