Toujours Pur

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Unos muy pocos días pasaron, habían dejado el lugar atrás, para su mala suerte pues por lo menos ese lugar se mantenía frió más no congelado como en el que ahora estaban, la nieve se había apoderado de todo el lugar. Lagos completamente congelados, eso era lo que deparaba el nuevo lugar.

—Se supone que luego de esto y un bosque está una...
—Algo tan poblado como una ciudad o algo así —completo Lia algo distraída pues estaba sentada sobre un tronco sacando de su bolso unos patines de hielo
—¿Por qué tenias eso ahí? —preguntó Regulus mirándola entre confundido y sorprendido
—¿Qué? —le pregunto ella y observó que tenía la vista en los patines— Ah, es...
—No, para que pregunto si hasta tenías armas muggles ahí —la interrumpió entonces ella se levantó ofendida sosteniendo los patines
—Al final resultaron de utilidad ¿no? —preguntó entregándole los patines bruscamente aunque este solo rió de eso mientras ella volvía al tronco a colocarse sus patines

Se levantó con cuidado y fue hacia el lago congelado, con cuidado se puso en cuclillas para agarrar una piedra. Abrió sus manos tomando equilibrio y caminó con cuidado hasta llegar al hielo. Ahí se detuvo viendo el lugar meticulosamente, cuando iba a lanzar la roca se detuvo pues vio a un lado a Regulus lanzando un hechizo con su varita justo al hielo como ella iba a hacer con la roca. Abrió sus manos dejando caer la roca y empezó a patinar.

Era un lago grande así que iban con velocidad, gran velocidad pero aún les faltaba mucho por patinar. Lia que iba con ventaja se detuvo girándose a su izquierda pues había notado algo, unos segundos después un suave freno se sentía al lado suyo, a su lado ahora estaba Regulus mirando hacia donde ella miraba, a lo lejos la marca tenebrosa se veía muy diminuta pero clara.

—Están por todas partes —susurró Lia observando la marca y los árboles grandes y diminutos que se veían a lo lejos
—No aquí, mal por ellos, una pena —dijo sin una pizca de pena
—La personificación de la empatía —murmuró Lia con sarcasmo— en fin —agregó girándose nuevamente al frente— sigamos

La marca en lo lejano fue evaporándose en los minutos que tardaron en llegar al final del lago. Lia se detuvo pero no salió del lago sin antes quitarse los copos de nieve del pelo.

—Gracias —entrecerró los ojos divertida pues Regulus ahora en la nieve le pasaba la mano para ayudarla a salir del hielo pues Lia daba pasos muy diminutos por precaución

Se sentaron en un tronco y ahí empezaron a quitarse los patines, Lia abrió su bolso dejándolo en medio de ambos para así guardarlos más rápido y ponerse los zapatos con rapidez para no pasar frío.

—¿Esmeralda? —preguntó Regulus que había atrapado el objeto que saltó del bolso justo cuando guardó los patines que Lia le había dado
—¿Uhm...? —preguntó Lia sin mirarlo aún centrada en sus botines, estaba amarrándolos con fuerza pues no quería que el frío pasara a sus pies— ¿Qué...? —inquirió haciéndose los "dos conejitos" y tomando sus patines llevándolos a su bolso— ah —agregó al ver que él sostenía su anillo de esmaraldas— sí
—¿Te gustan los anillos? —preguntó y ella nego con la cabeza y luego se encogió de hombros mostrándole sus manos, precisamente sus dedos
—No es que no me gusten, pero no los uso, igual ese es de...
—Hombre —completo él entregándole el anillo y poniendo su mirada al frente, al lago congelado
—¿A ti si no? —preguntó Lia observando sus manos que estaban en su rodilla, él llevó su vista a la misma dirección que ella
—Sí...
—Ese es... —susurro Lia apuntando el anillo en su dedo— ¿es por Vol...? —pregunto viendo su anillo aunque no tenía nada que ver pues era una calavera distinta pero en fin era una calavera
—No —respondió antes de que terminara su pregunta— y lo del tabú
—¡Ah! Perdón
—Es de mi familia —respondió ahora observando más a detalle su propio anillo como recordando
—Black... —habló Lia mordiéndose los labios, y como él viendo con más atención el anillo
—Toujours Pur —murmuro Regulus leyendo el lema tallado en el anillo, de inmediato Lia recordó las palabras en su cuarto, las mismas Toujours Pur, siempre puro— la plata no se oxida —explicó ante la mirada de Lia a sus manos
—Si... solo, nada

Inefable - SerendipiaWhere stories live. Discover now