Inefable - Serendipia

Caos en la Madriguera

Molly se mantenía ocupada arreglando la sala la cual ya estaba extremadamente limpia, sentía tanta preocupación y ansiedad que quería mantener su mente ocupada. Había ordenado la cocina, la sala, limpiado tres veces las escaleras y aún así faltaban dos minutos para que la orden llegará, dos grandes y extremadamente lentos minutos que aumentaban su miedo.
Los primero en llegar a la madriguera fueron Hagrid y Harry quienes habían alcanzado su traslador en la casa de los Tonks con mucho éxito. Esto no tranquilizó en lo absoluto a la señora Weasley, las noticas que Hagrid y Harry le llevaban no eran para nada buenas, la encrucijada y el que los mortifagos se enteraran sobre el plan era más que una terrible noticia más aún cuando el orden de llegada previsto para todos no era lo que ahora se veía. Ron y Tonks debían de ser los primeros pero no habían llegado al igual que el segundo equipo, Fred y Arthur; los terceros en cambio (Hagrid y Harry) fueron los primeros en llegar. Ahora solo les quedaba esperar que los cuartos (Remus y George) y los quintos (Sirius y Lia) llegaran en el tiempo que su traslador marcaba. La llegada del cuarto equipo debía ser de más alivio para la señora Weasley pero en cambio (para todos ahí) fue todo lo contrario, George no parecía estar bien, la sangre en el rostro se le notaba a metros al igual que la palidez de la señora Weasley al ver a su hijo en aquel estado. Rápidamente empezó a atenderlo con ayuda de Ginny y con ayuda de los demás para llevarlo a la madriguera, ahí surgió una pequeña riña entre Lupin y Harry, el hombre lobo (como todos los que podían volver de aquella pelea) se encontraba muy desconfiado cosa que Harry comprendió y supo hacerle entender que él no era un mortifago o algo por el estilo. Luego de unos pocos minutos cuando todos procuraban atender a George se oyeron ruidos afuera de la casa indicando que otra pareja había llegado. Lupin, Harry y Hagrid salieron a toda prisa de la casa a percatarse de quienes se trataban, los tres tenían en mente de quienes se podía tratar debido al orden de llegada pero no fue así, Hermione y Kingsley fueron los que llegaron y fue ahí cuando todos los que habían salido se percataron de que el traslador de Sirius y Lia ya estaba ahí pero ninguno había llegado.

—¿Y Lia y Ron? —preguntó Hermione aún abrazando a Harry
—Aún... ellos aún no llegan —susurro en respuesta con mucha preocupación algo que Hermione notó

La riña volvió ahora entre Lupin y Kingsley quienes comprobaron que todos ahí también eran auténticos, comentaron algunas cosas sobre la batalla esperando a los demás cuando al fin llegaron Fred y Arthur. Este último se negó a decir algo antes de ver a su otro hijo, algo andaba mal y lo sabían y por eso entraron sin riñas ni con Lupin o Kingsley quienes ya habían entendido tan solo por eso que no eran ningunos farsantes. Arthur llegó rápidamente hacia su hijo y esposa y Fred simplemente corrió hacia George, lentamente se agachó al lado suyo de donde estaba tirado y empezó a verlo, sin saber qué hacer o decir completamente desorientado.

—¿Cómo te sientes Georgie? —pregunto Fred hacia su hermano
—Como queso
—¿Cómo? —preguntó Fred asustado— Estas... mal de la cabeza
—Tengo agujeros Fred ¿Entiendes? —Explicó George señalando su oreja sacándole una sonrisa a su hermano
—¡Hah! Hay un mundo de humor en orejas y tenías que decir como queso
—Ahora soy más guapo que tú
—¡Jah!
—Mamá ya nos podrá distinguir —dijo sacándole esta vez una sonrisa a su madre— Harry... ¿Harry no?
—Si —asintió rápidamente Harry con preocupación, pensaba que quizás en ese momento George le diría lo mucho que lo odiaba
—Que bueno, por lo menos logramos traerte a salvo —comentó con una sonrisa— ¿Y dónde están Ron, Lia y Bill? ¿No planean venir a verme?
—Ellos aún no llegan —informó la señora Weasley quitándole la sonrisa a ambos de sus gemelos

La espera se hizo eterna, Fred y Molly se quedaron con George verificando que este estuviera bien. Los tres se repetían que ninguno de los equipos faltantes tardaría en llegar por lo que procuraban estar con George quien sabía que nadie estaba tranquilo solo fingía estarlo.
Con unas escobas haciendo ruido por los árboles llegaron al fin Tonks y Ron quienes se justificaban y disculpaban miles de veces por su tardanza, eran bien recibidos y levemente cuestionados. Habían tenía una gran guerra como todos ahí, Remus y Kingsley les explicaron brevemente la situación ya que como todos los que llegaban fuera de tiempo pensaban ser los últimos. Cuando al fin entrarían donde George un ruido de un Thestral hizo notar la llegada de una dupla, Bill y Fleur habían llegado y con la misma riña de preguntas habían entrado a la casa a resguardarse del frío para comentar lo sucedido, la tragedia que habían presenciado percatándose también del estado de George.