Inefable - Serendipia

Errores del pasado

Nada ocurrió en los días pasados, Regulus permanecía muy inmerso en si, distraído de todo pues no dejaba de pensar en todo lo dicho por Sarah, no sólo en cuanto a los sentimientos expuestos que había esquivado reduciéndolos a agrado, o valoración de la persona, pensaba también en lo ultimo dicho por la mujer "no  deseo que la historia se repita" si... Severus había cometido muchos errores el mayor de ellos fue el que terminó con la amistad que tenía con Lily, en su tiempo Regulus se había reído de eso, reído era poco, se había burlado de Snape por ir tras la chica Evans, y peor aún se burló cuando la Gryffindor no aceptó sus disculpas, "Una Gryffindor te rechazo, no solo Gryffindor si no también una sangre sucia" dijo riendo haciendo molestar a Snape, él hombre lo habría callado de no ser porque a Regulus no le importara lo que dijera, lecciones morales, se burlaría, más retomando el tema de su ida a la sala común de Gryffindor que fue burla tanto del chico como de otros Slytherin cercanos a ellos, cada vez que Regulus veía a Lily le lanzaba una mirada de completa diversión a Snape, recordándole lo ocurrido, como la vez que había arremetido contra él diciendo "Deberías volver a las escaleras de Gryffindor, a buscar tu dignidad" riendo junto a Sarah que se le unió apenas entendiendo un poco de lo ocurrido.

—De no ser por Potter o el idiota de tu hermano —dijo Snape quitando la sonrisa de la cara del chico, haciendo que se acomodara un poco irritado e incomodo
—Bien... se acabo el chiste —hablo Barty mirando a Regulus y Snape con emoción, estaba seguro que disfrutaría de una pelea así

El chico se levantó con un bufido, fastidiado, sin querer hablar del nombrado, agotado del tema, agotado de solo volver a escuchar el nombre pasar en la conversación, después de lo ocurrió en el año todo había cambiado, ya no solo se trataba de irritarle que hablaran de su hermano, fuera lo que fuera, si no que desde su ida de la casa no sabía cómo estar con el tema, había decidido irse, sus padres lo habían eliminado del árbol y Regulus estaba bien quedándose con ellos pero no sabía cómo sentirse respecto a lo de su hermano, era eso, su hermano, pero en ese momento sus ideales y los de su familia eran claras, lo que se esperaba si Sirius no estaba de acuerdo con todo era obvio, pero los valores y creencias poco influían en el corazón por lo que odiarlo no le era fácil como a cualquier otro traidor a la sangre.

—No te avergüences, sabemos que no eres como el traidor de...
—Cierra la boca —explotó furioso yendo donde el chico que estaba recostado en un sofá, hizo que se hundiera en este debido al golpe que le dio, momento de levantarse de los demás, menos Severus pues sólo puso los ojos en blanco aburrido de la defensa que Regulus le daba a uno de los tipos que él detestaba, Sirius, los demás trataban de evitar que llegara el jefe de su casa— no hables de mi familia —agregó amenazante, lleno de ira, empujo a Barty antes de irse pues este estaba a su lado mirando al otro chico con burla, encantado por la pelea

Sarah que también se había levantado quiso ir tras él pero Snape la detuvo aún sentado, sabía que lo que menos quería el chico era a Sarah tras él.

—Ya déjalo Sarah, no le gustas —dijo con frialdad
—La pelirroja tampoco gusta de ti, idiota

Lo aparto molesta y fue tras el chico, se cruzó con unos chicos de Ravenclaw a los cuales empujó, irritada por las trabas en su camino, no tenía algo con él, no por ahora, pero el chico le gustaba, desde hace mucho, él no apartaba a Sarah simplemente porque no formaba parte de los que serían mortifagos, era amable con los que consideraba amigos y a ella la consideraba una, no al nivel de Pandora pero eso no le preocupaba pues ella no quería ser su mejor amiga. Había platicado con sus amigas y ya había quedado que tenía lo que necesitaba, era guapo, inteligente y de buena familia, pero no sería fácil estar con él, una chica ya había intentado algo siendo ignorada por completo, su negativa a una relación era el paso decisivo.

—¡Regulus! —lo llamo y este se detuvo, la miró frustrado por aquel nuevo percance que denotaba la chica, casi la fulmina con la mirada aunque Sarah no se percató
—¿Qué?
—Venía a ver cómo estabas —reclamó molesta por el tono que había usado esperando algún tipo de disculpa
—No necesitaba que vinieras
—Pues yo creo...
—Sarah —interrumpió con la paciencia agotada, con agotamiento en si— quiero estar solo, adiós