Inefable - Serendipia

El cuarto secreto

No podría decir que soy de las personas que duermen poco, pero dormir mientras hablaba no era algo que nunca antes me había ocurrido. Abrí mis ojos para ver donde estaba pero no se veía absolutamente nada, froté mis ojos con mis manos para ver si era por el sueño o algo así, pero aún así no podía ver nada más que negro, palpe el piso para ver donde estaba y al parecer estaba en el suelo y no había nada... o si, había algo, algo suave y blando, lo tome y palpé más y sentí que tenía forma de un peluche así que lo dejé en mi regazo mientras buscaba mi varita dentro de mi capa y luego de unos momentos de lucha contra la obscuridad pude dar con mi varita

—Lumos —dije y vi un gran destello de luz que hizo que mis ojos sufrieran por lo que los cerré rápidamente y cuando los volví a abrir lentamente solo veía pequeños rayos de luz

Cuando al fin mis ojos recuperaron poco a poco la vista revisé lo que había puesto en mi regazo dándome cuenta de aquel osito de peluche, sujetándolo suavemente me levanté y vi que estaba en un almacén o cuarto lo que quiera que fuese este lugar, no había absolutamente nada, nada más que el peluche, no había puerta de salida o una ventana, aquello hizo que me asustara y empezara a respirar con miedo, ¿si se me acaba el aire? ¡Tengo mi varita! Tonta. Empece a caminar por el pequeño cuarto tocando todas las paredes y en tres de ellas; en ningún lugar en el que toque ocurrió algo, pero cuando al fin toque la cuarta sonó un suave ruidito que me hizo retroceder y elevar la varita lista para cualquier ataque. Veía como la pared se abría y mostraba un lugar ya conocido para mi, no me había ido a ningún lugar aún seguía en el despacho de Snape, rápidamente salí de aquel lugar con miedo a que se volviera a cerrar y supervise el despacho buscando con la vista a Snape pese a que cuando salí este claramente no estaba.

—Uhm... —susurre confundida mientras planchaba con la mano mi capa y veía con curiosidad aquel lugar por donde había salido— ¿qué... —agregue en voz baja acercándome a la pared que ya se había cerrado—  por... —dije tocando la pared que volvió a dar un sonido

Retrocedí nuevamente y dejé en paz aquel lugar, guarde el peluchito en mi capa y salí del despacho, cerré aquella puerta y subí las escaleras algo cansada, me abría quedado hasta recuperar fuerzas (porque después de dormir, subir escaleras no es nada gratificante) pero seguramente era demasiado tarde y volver muy de noche a la sala común ya era muy terrorífico.

—¡Ah! —me sorprendí muchísimo al no ver el cielo obscuro, ahora estaba el alba de un nuevo día y yo apenas iba a la sala común

Apresuré mi caminata, pero frené al ver el castillo, salir por las escaleras del patio y toparte al entrar al castillo con un lugar lleno de destrozos era algo más confuso y sorprendente que el alba de un nuevo día. Tuve que caminar a pasos largos o saltar para evitar algunos vidrios que estaban tirados en el piso, cuando al fin llegue a las escaleras me percaté de todo el desastre y que no solo parecía darse ahí, seguí subiendo silenciosamente aún confundida por todo lo que veía cuando escuché muchas voces y ruidos provenientes de la enfermería, no eran voces desconocidas porque de lo contrario me abría alejado.

—... a mi pequeña prima

Empuje la puerta y vi a todos ahí dentro; unos que le daban la espalda a la puerta voltearon y dirigieron la vista hacia la puerta como todos los demás lo cual me parecía extraño y me hacía sentir acechada, aún así todos mantenían la vista en mi como si hubiesen visto un muerto, anonadados sin saber que decir o qué hacer

—¿Qué pasó? —pregunté acercándome rápidamente a mi padre para dejar de ser vista por todos
—Hah —Sirius dio un respiro fuerte que más parecía un respiro de alivio y pura liberación de preocupación

En segundos lo tenía abrazándome fuertemente mientras que Harry se unía a él en el abrazo y yo aún confundida no sabía como reaccionar; primero me daban miradas acechadoras que me habían intimidado y luego empezaba la lluvia de abrazos, porque luego de ellos siguió Remus y luego Hermione, Ron, Tonks, Ginny, el señor Weasley, la profesora McGonagall y hasta Pomfrey. Aquello fue más que agotador abrumador, pero quien sabe porque estarían tan cariñosos eso sí debían entender que yo no era un peluchito. Lo único que llamó más mi atención aparte de esto fue que la señora Weasley y Fleur estuvieran llorando mientras se daban un abrazo, desde mi poción aquello era algo gracioso. ¡¿Fleur, el señor y la señora Weasley y Canuto?! ¿Que hacían aquí para empezar?

—¡Ah! —di un pequeño grito mudo al percatarme de que el abrazo de Fleur y la señora Molly Weasley no tenía nada de gracioso, Bill yacía en una cama al lado de las dos mujeres, recostado con un lado de la cara completamente rasguñado
—Por poco y perdemos a Lia —exclamó alterada Tonks
—¿A mi? —susurre confundida y sorprendida, ¿Por qué me iban a perder a mi? Yo solo me había ido unos segundos
—¡¿Lo ves?! —pregunto hacia Lupin quien parecía algo nervioso y acechado

Y bueno por lo menos sentía lo que yo, miré a Canuto a quien abrazaba con una mano y él a mi también, pregunté con la mirada que pasaba, pero este se encogió de hombros sin saber que ocurría. No hizo falta decir algo a los demás porque parecían tan confundidos como nosotros aunque luego de unos párrafos de gritos de parte de Tonks y unas calmadas respuestas de Remus recordé junto a Sirius sobre aquella relación no dada, al parecer Tonks sería la afortunada de quedarse con Lupin, pero no era tarea fácil teniendo a un Lupin que se menospreciaba, si la situación no hubiese sido tan tensa estoy segura que Sirius le hubiese lanzado un hechizo a Lupin, yo lo pensaba y él también solo que él era más decidido y lo realizaría, aunque no esta vez, Lupin y Tonks tenían que arreglar eso solos, solos y con ayuda del Señor y Señora Weasley quienes también sabían de eso y claro el tiempo que Tonks no la pasaba con nosotros o sus padres lo pasaba con ellos

—Lunático recapacita o te hago recapacitar —dijo Sirius ganándose una sonrisa de parte mía de pura aprobación
—No es momento —susurró Remus— Dumbledore ha muerto
—Dumbledore se habría alegrado más que nadie de que hubiera un poco más de amor en el mundo —dijo la profesora McGonagall con tono cortante
—¿Como que Dumbledore murió? —pregunte aún más confundida que antes, podría haber sufrido un gran golpe que me hiciera alucinar de tal manera, eso era mi imaginación eso era claro porque Dumbledore no podría haber muerto así que no había otra respuesta más que "Se confundieron o escuchaste mal"

Cuando Sirius iba a hablar las puertas se abrieron y este volvió al abrazo de antes. Ahora se veía pasar a un Hagrid algo decaído pero cuando iba a hablar las puerta nuevamente se abrieron esta vez fuertemente.

—¡¿Donde está?! —pregunto Fred quien llegaba afligido y desesperado, se quedo quieto unos metros frente a la puerta tratando de buscar a alguien
—Cariño —exclamó Molly obteniendo su atención— tranquilo, Bill está bien —completo y Fred frunció el ceño muy contrariado
—¿Bill? ¡Bill no! —gritó aun quieto pasando su vista de persona a persona— ah —dio un respiro de alivio al verme, me hizo recordar a la mirada de Sirius, obtuvo de mi parte una mirada calmada y confundida que era lo único que sentía en estos momentos
—No— dijo Sirius al percatarse de la mirada de Fred quien tragando fuertemente se acercaba —No, Weasley —repitió Sirius volteándose a un lado haciendo que también me volteara debido al abrazo en el que estábamos, ahora quedando él en frente y yo un poco más atrás, cumpliendo su meta, apartarme de cualquier pelirrojo que se acercaba— ya están bien con las reconciliaciones actuales no más
—¿Estas bien? —susurró Fred mientras yo volvía a mi antigua posición, pero esta vez sin abrazar a Sirius
—Supongo... si ¿Por qué no debería? ¿Qué pasó?

La mirada de Fred pasó a Sirius quien negó con la cabeza sutilmente haciéndole entender que Lia no sabía nada y para cuando se dio cuenta de la mirada de Lia (quien estaba extrañada, pero no por sospechar algo si no por la mirada de ambos y más por Sirius quien al parecer había olvidado por unos segundos su odio a Fred) con un "Huh" de indignación Sirius voltio su mirada hacia Lia quien se estaba aguantando la risa

—¿Eloise dónde estuviste? —pregunto y Lia vio que las miradas acechadoras habían vuelto a ella
—Ah... yo... no sé
—¿Te hicieron un hechizo para que te olvidaras? —pregunto Sirius acercándose a ella y agarrándole los cachetes mirando en sus ojos algún indicio que dijera que estaba herida
—No —intervino Lia apartándolo avergonzada
—¿Lia, Severus te pidió que no dijeras nada? Estas con nosotros él no podrá atacarte —dijo McGonagall
—¿Qué? ¡No! Snape no me dijo nada, estuve... en un cuartito
—¿Cuartito? —pregunto Fred y Sirius lo miro con mala cara
—¿Que cuartito Eloise? —pregunto esta vez él
—A ti que —respondió dirigiéndose a la cama cercana a ella y percatándose de que Neville estaba recostado ahí— ¡Ah! —dio un grito mudo nuevamente mientras agarraba la mano de Neville
—Lois... —susurró Hermione acercándose a ella— ¿Lois dónde estuviste?
—¿Que ha pasado? —pregunto mirando a Neville
—Está bien —intervino Ron tranquilizándola
—Estaba en ese cuarto, queda en el despacho de Snape creo que él puede abrirlo, le preguntaré si desean
—¡Snape! Ese asesino no entrará a Hogwarts —exclamó Hagrid recordando todo lo que había ocurrido— después de matar a Dumbledore no es digno de...