Risco

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Las vibraciones en el mar iban en aumento cada vez más; Lia ya estaba a salvo al otro extremo de la isla de roca y Regulus ya estaba bajándose de la barca llegando donde Lia quien estaba desesperada por retirarse del lugar. Cuando salieron de la cueva y tuvieron que pasar por el pequeño canal de agua iniciaron las imágenes en la mente de Lia; viéndose a ella en el fondo del mar temiendo entrar al agua y no poder salir, caer en un agujero sin salida. Tomo una gran bocanada de aire mientras Regulus avanzaba, cerrando los ojos tratando de tomar valor, avanzó, sufriendo internamente pasó la corriente de agua hasta llegar a la enorme roca.
Regulus no era estupido notaba que algo iba mal pero no entendía el porqué más que él, para él debía de ser aterrador para ella estar junto a un mortifago el cual le había apuntado con una varita hace poco aunque no creía que podía aterrorizarla tanto como para tenerla tan pálida pues tampoco sentía que lo que había hecho era tan malo.

—Es... esa... bueno ahí... hay una aldea —susurró Lia hablando con dificultad por la falta de aire; más ahora que era de noche y el mar abajo de ellos se veía más horrendo que nunca— vamos a tener que aparecernos
—Okey —aceptó Regulus mostrándole su brazo para que lo tomara pero ella se negó
—Voy a hacerlo yo, tú... —no supo qué decir ya que temía y no quería arriesgarse a que Regulus sufriera una despartición pues hacía mucho que su cuerpo no practicaba eso aunque él no lo sabía
—No soy imbécil es una simple aparición y tú no te vez bien —dijo haciendo que Lia se indignara, él simplemente colocó su brazo hacia ella aunque esta siguió rechazándolo

Lia enderezó su postura elevando las cejas indignada, no dijo nada y tomó el brazo del chico siendo ella la que giraba en sí misma, se desapareció junto a él sin darle tiempo para actuar. Este aterrizó sin estabilidad y estaba algo desorientado por la aparición, rápidamente se apoyo de una cabaña para tratar de recomponerse. Tal como Lia imaginó; el cuerpo de Regulus debía de adaptarse poco a poco y aunque no había sido él el que hiciera la desaparición ser tan sólo el acompañante ya era mucho para su cuerpo.

—No te ves muy bien —lo imito Lia tratando de ocultar su ostentación pero Regulus pareció notarlo por el noto de voz de la muchacha por lo que inspiró fuertemente dejando de apoyarse simulando que no estaba afectado
—Estoy bien —aseguró con firmeza y seriedad así que Lia guardó toda ayuda extra y decidió fingir que le creía

Ella inspiró profundamente dirigiendo su vista al mar y dándole la espalda pues no quería volver a ver ese lugar nuevamente mucho menos adentrarse ahí.

De un momento a otro ambos chicos se sintieron mal, como si cada una de sus penurias los acorralara quitándole así la poca alegria o paz que tenían en este momento. A la misma vez dirigieron su vista en medio de dos casas donde se veía un pequeño callejón tan oscuro como la noche que veían, no dejaron sus vistas ahí pues rápidamente a la par miraron al mar y se percataron de que poco a poco se cristalizaba, congelándose cada vez más.

—Dementores —murmuró Regulus pero no elevó su varita, iba a desaparecerse pero no era tan despiadado para dejar a la chica que lo había salvado (claro que en otra oportunidad lo habría hecho sin dudarlo)— vamos —dijo esta vez acercándose para agarrarla pero ella se alejó negándose, causando su frustración la cual trataba de controlar con una gran inhalación de aire, ladeó su cabeza ligeramente y cortamente a un lado haciendo ademán de que ella debía de aceptar porque era lo más coherente

Lia no actuaba así para molestarlo eso era claro, pero tampoco pretendía que Regulus muriese y menos con el esfuerzo que le había costado sacarlo de aquel lugar. Si una aparición lo había debilitado tanto como para que se notara su malestar aunque fingiera que no estaba mal, era muy probable que no aguantaría otra.

—Es... mejor caminar —hablo ella aunque se veía muy agotada, cansada y abatida

Regulus sola se quedó mirándola fijamente a los ojos sin comprender el porqué de sus acciones. Ella también lo miró fijamente pero aún conmocionada, confundida procesando apenas todo lo que había ocurrido.
De pequeña poco o nada sabía de él, su padre cuando ya era mayor había hablado de él y solo por él elfo, no podía destacar buenas palabras de parte de su padre porque apenas había hablado de él y era lo mismo con Kreacher, había hecho lo que podía, hablar de su amo y contarle a Lia algunas cosas, pero dentro de todo eso había sido poco, tanto como para que la existencia de este pariente y los demás pasaran desapercibidos, como si no existieran. Él no era un conocido para ella, ni siquiera por historias, y sí; habían unas pocas de Kreacher que claro eran tanto buenas como malas, el elfo aún seguía creyendo en la supremacía de la sangre así que lo bueno para él era algo... irreverente para los Muggles o hijos de Muggles, siendo así que las historias que contaba eran... muy complicadas. Probablemente Lia las había escuchado pero se había influenciado más por la admiración del elfo a Regulus pues siempre decía que él trató de este había sido increíble.

—No creo poder... aparecerme más —mintió implorando que este se compadeciera de ella
—Yo si —intervino avanzando hacia Lia quien había maldecido en voy baja esa respuesta.

Se hizo a un lado cuando Regulus iba a agarrar su hombro causando en este algo de fastidio, ella rápidamente se fue atrás de él para que no volviera a agarrarla haciendo que este volteara con una mirada que para su sorpresa no detona su fastidio y molestia más bien parecía estar preguntándole si ese juego dudaría más porque ya se había cansado, una mirada que trataba de decir que la próxima vez o la hechizaría para que permaneciera quieta o se iría. Todo con su irónica y sarcástica tranquilidad.

—Expelliarmus —dijo Lia obteniendo la varita del chico— es solo para que no me ataques —le explico tratando de que la entendiera, ella no se sentía mejor teniendo en cuanta que el Dementor estaba acercándose a la aldea y no quería iniciar un duelo
—No planeaba hacerlo, hasta ahora, dado que me quitaste la varita —hablo Regulus yendo donde Lia esta vez más desafiante, ella no huyo esta vez en cambio tomo su muñeca con fuerza (toda la poca que tenía y que claramente Regulus podría superar)
—Eso es para que no te desaparezcas —hablo sintiéndose mal pues notaba la mirada de confusión de él quien no entendía porque lo habían sacado de la cueva para sólo morir por el beso del dementor que era literalmente una por no decir la peor muerte en todo el mundo mágico y mundo muggle
—Se está acercando —informó Regulus dirigiendo su mirada a su muñeca mostrándole a Lia que de alguna manera ahora ya podía desaparecerse y lo haría con ella teniendo en cuanta que ella lo sujetaba
—No... —susurro Lia quitando la mano y volviendo a ponerla, primero temiendo que se desapareciera junto a ella y segundo temiendo que se desapareciera solo
—No vallas a soltar mi varita —hablo Regulus con una pequeña sonrisa de satisfacción pues había sujetado el brazo de Lia cuando está lo volvió a sujetar, haciendo que ella no pudiese volver a quitar su brazo

Lia se paniqueo notando su convicción, asustada y no solo por el dementor movio su varita teniendo claro su pensamiento y el hechizo que deseaba realizar. Un hechizo no verbal, así no lo alertaría. Regulus pareció darse cuenta de lo que iba a hacer pero antes de que actuara Lia ya había logrado su cometido, este cayó en su hombro empujando a Lia unos pasos atrás. La chica afortunadamente logro no caerse y tampoco que este cayera, no tenía tiempo para analizar lo que haría cuando se despertara pues ahora debía de huir del lugar pues el dementor seguro ya los había sentido. Empezó a caminar hacia el lugar opuesto de donde provenía el dementor, ahora era más difícil para ella pues caminaba de espalda sujetando con ambas manos el cuerpo de Regulus.

—Vas a matarme —dijo Lia con un gran suspiro mientras arrastraba el cuerpo cogiéndolo de los brazos protegiendo su cabeza

La sensación de los Dementores seguían (muy tenue eso sí) aunque Lia ya había avanzado, pero para su suerte ninguno los había encontrado. No se había alejado mucho del mar pues aún se veía y mucho, pero la aldea ya estaba lejos, ni siquiera se veía, todo claro porque había avanzado hacia el lado opuesto de la aldea y no al lado opuesto del mar. Eran las once de la noche con unos minutos y Lia estaba más que cansada, quería dejar de sentir a los dementores pero se había dado cuenta que eso no iba a poderse por lo que decidió que llegaría hasta el risco, donde pondría su tienda de acampar y para eso debía de llegar a la superficie de todo y aunque no era tanto trabajo pues ya estaba en la peña aun faltaban unas rocas que subir.
Se resbaló cuando ya había llegado a su meta cayendo hacia atrás por el peso del cuerpo de Regulus, no se hizo ningún daño pero desfalleció completamente.

—Ah —suspiró fuertemente viendo el cielo sintiendo también el cuerpo de Regulus sobre ella y la cabeza de este en su pecho— Voy a morirme antes de que me mates —dijo con una suave sonrisa mirándolo, volvió su vista al cielo esta vez encantada por las estrellas

Cada vez sus ojos se cerraban más y Lia no se percataba de eso o del peligro que suponía esto, en un par de segundos dejó de abrir y cerrar los ojos para dejarlos completamente cerrados, cansada, desfallecida y asustada se quedó dormida como si la hubiesen desmayado.

Inefable - SerendipiaWhere stories live. Discover now