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Sus ojos, su expresión e incluso su postura dan la ilusión de que está totalmente concentrado en el vomitó verbal de la persona frente a él, pero la realidad es que dejo de escuchar desde la primera palabra.

Fueron meses e incluso años difíciles desde que todo comenzo pero nunca se había sentido tan miserable como en las últimas semanas.

Al principio era confuso, pensar que podría llegar a sentir tantas emociones hacia una persona. Se convenció de que todo estaría bien si lo ocultaban, e incluso considero la idea de vivir solo el resto de su vida y quizás tener un descendente de cualquier otro omega con tal de hacer que él no pasará por algo que no deseara.

Que equivocado estaba.

La idea de tener que enlazarse a alguien más le parecía repulsiva, tener hijos con otro omega que no sea él, también lo era. Estar alejados por completo y sentir la agonía de sus lobos mediante el lazo era como tener el infierno en su cuerpo. Y esos pensamientos no hacían más que fundir su cerebro durante días y noches, ¿Significa que lo quiero?, ¿Veo un futuro entre nosotros?, ¿El problema podría tener una solución?

La respuesta a todo era desconocida, por el simple hecho de que Jimin odia todo lo relacionado a ser un omega. No hay lugar para un "Tal vez" o un "Quizás" cuando desde el principio no hay una linea de salida para dar paso a una duda.

Pero definitivamente lo parte mas dolorosa de este desastre fue darse cuenta que mientras él puso las manos en el fuego por su gente, ellos lo arrojaron a la hoguera sin dudarlo.

Responsabilidad, liderazgo, actitud, confianza, gratitud, durante años se esforzó por lograr conseguirlos, sacrifico su infancia, adolescencia y parte de su adultez para satisfacer las expectativas de todos, ¿Por qué las personas por las que había sacrificado tanto ahora estaban en su contra?, ¿Solo porque quería un descanso de sus responsabilidades era un inútil?, ¿Siempre debe responder a las preguntas estúpidas que le hacen?, ¿Nadie tiene un maldito mal día como para ponerse en su lugar y comprenderlo? Nada en su vida estaba bien, absolutamente nada, y no tiene idea de como no ha enloqueció aún.

Quizás es gracias a que su lobo no ha hecho acto de presencia, su cuerpo se sentía más pesado de lo normal y sin energía, todo a su alrededor sucedía en una frecuencia diferente, más lenta. Podía ver a su padre caminar de lado a lado, sus labios se están moviendo por lo que deduce que esta hablando, y por su expresión supone que es algo serio. Simplemente asintió sin tener idea de lo que haya salido de su boca, últimamente no tiene idea de nada.

— ¿Comprendes lo que debes hacer cuando ella llegue?

Ah, de eso se trataba.

Aparentemente, su padre solicito la presencia de la omega que seria su compañera con menos tiempo del previsto. Los rumores se han estado saliendo de control y tener algo que distraiga la mente de la manada por un tiempo era necesario. Era conveniente para todos.

Menos para él.

No quería verla y tener que fingir soportarla, mucho menos llegar a tocarla.

Su presencia era un constante recordatorio de que nada de lo que había intentado evitar dio resultado. La prueba de que el consejo ganó, su padre ganó y su postura recta en cuanto a un ideal se fue por un caño.

Es el golpe de realidad que no quería ver ya que daba paso a su nuevo infierno.

—¿Me estás escuchando, Jungkook? Por una maldita vez en tu vida presta atención, esto es más importante de lo que crees.— Sus ojos aburridos volvieron a clavarse en el rostro arrugado de su padre. Asintió sin ánimo y el alfa lo observó fijamente por unos segundos antes de soltar una pesada exhalación.— Hijo, no quiero ser el villano en tu historia, sabés bien cuál es el porque de esto y las responsabilidades que tengo sobre mis hombros para que todo sea perfecto. No me des más trabajo del que ya tengo.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINWhere stories live. Discover now