¡¿Soy un omega?! • KOOKMIN

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El sol recién se estaba asomando en el horizonte, no había ni una alma a la cercania pero el omega estaba tranquilamente caminando en soledad por el bosque. No iba con el propósito de cazar o correr, solo quería algo de paz para pensar.

Cuando despertó junto a Jungkook, sintió su cuerpo tan pesado al hacer el intento de alejarse. No dió ni cinco pasos lejos de él que tuvo que recargarse en una pared, agotado y adolorido por la presión. Tomando bocanadas de aire y bloqueando su lazo, pudo salir de ahí y correr hacia el bosque.

El aire fresco de la mañana golpeó su rostro y suspiro con alivio.

Estaba cansado. Solo había pasado un día desde que llegaron pero se sentía tentado a huir hacía cabaña. Estar con Jungkook lo confunde, el sentimiento de plenitud al estar a su lado le incomoda pero no puede alejarse, duele con cada paso y la necesidad desesperada por volver a sus brazos era inquietante.

Creía haber superado la etapa de negación a la realidad pero no iba a mentir, extraña su antigua vida. Era odiado y despreciado pero no había estrés de por medio más que el de superar a Jeon. Ahora, está atado a él de por vida.

Irónico.

—Muy gracioso de tu parte, luna.— Murmuró entre dientes observando el resplandeciente cielo, la luna se vislumbra desapareciendo de a poco por el este dando paso al sol por el oeste.

Suspiro y a pasos lentos comenzó a caminar sin un rumbo fijo, muy similar a su vida. Está no parecía ir a alguna parte, no tenía metas, sueños u ambiciones por cumplir, ¿Qué se supone que deba hacer? ¿Simplemente vivir para levantarse e ir a trabajar, descansar y comer, luego dormir y repetir la misma rutina por los próximos cincuenta años? No quiere eso, es deprimente incluso para él.

Pero no encuentra alguna alternativa, si en alguna muy extraña ocasión paso por su mente la idea de una familia, ahora esta totalmente destruida. Los omegas no se emparejan con otros omegas y no va a tener hijos para un alfa, definitivamente no. Más considerando que en su estado, los únicos hijos que podría tener son los de Jeon Jungkook.

Cacharros con alfa. Su lobo ronroneó como una gato ante la idea.

—No va a pasar, antes muerto.— Musitó neutral y su lobo enseño los dientes ante su negativa.— Supéralo, se va a casar con otro.

Un repentino sentimiento de angustia subió desde su estómago hacia su cuello creando un nudo. Tragó con dificultad y siguió caminando e ignorando los lamentos de su lobo. La manada comenzó a ser visible luego de unos minutos y por un momento considero la idea de darse la vuelta y regresar sobre sus pasos pero algo eliminó el sentimiento de duda en su cabeza por lo cuál, continúo adelante. En esta ocasión no iba cubierto, caminó con tranquilidad intentando ignorar las miradas de sorpresa y disgusto, más rápido de lo esperado llegó al mercado, se preguntó porque había caminado hacia allí si no tenía ni una sola moneda pero simplemente suspiro y decidió que solo miraría.

Los mercaderes y clientes se percataron rápidamente de su presencia y recordando lo que sucedió la última vez que estuvo ahí, se mantuvieron alerta. Park observó con curiosidad unos jarrones hechos a mano, eran lindos, estaban decorados con paisajes y figuras de algunos animales, si tuviera dinero compraría uno, realmente le gustó el trabajo en las piezas. Detrás de él, un hombre mayor camina con dificultad debido al peso de todas las bolsas que carga, el anciano al tener la vista obstruida no puede notar un pequeño pozo en el suelo y termina tropezando y cayendo, creando un desastre con sus compras desparramadas por todo el suelo.

Todos a su alrededor se quedaron sorprendidos por el accidente y tardaron un poco en reaccionar pero cuando intentaron acercarse, paso algo que nadie se espero ver jamas.