¡¿Soy un omega?! • KOOKMIN

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El ambiente era tenso en la sala, Jeon sentía las miradas fulminantes de cada uno de los miembros del consejo y eso no hacía nada más que estresarlo.

—¿Y bien?— Tomó la palabra un viejo alfa que no disimulaba para nada su molestia.— ¿No dira nada?

—¿Quie quieren que diga?— Gruño irritado y el canoso hombre apretó los puños.

—Podría empezar por explicar porque envió a su hijo a la otra punta de la manada, lejos de sus obligaciones y no solo eso, acompañado de Park Jimin.— Exigió golpeando la mesa con su puño y siendo apoyado por los demás.

—Según mi criterio, esa fue la mejor decisión.— Argumento haciendo el esfuerzo de no alterarse.— Esto puede llegar a ser beneficioso para ambos, Jungkook para que comprenda el peso de sus acciones y Park tal vez mejore su actitud.

—Jungkook debería estar aquí siguiendo con sus lecciones y en todo caso, preparandose para conocer a su futuro omega pero nada de eso es posible porque usted tomó la decisión de alejarlo de aquí en lugar de ser firme con él.— Habló una mujer beta igual de disgustada que el viejo alfa.— Park por otro lado, debería estar exiliado, ser benevolente con él no servirá de absolutamente nada, ese tipo está podrido por dentro y por fuera, siquiera la ayuda de la diosa luna servirá para cambiar su oscura alma.

—¡Consejera Na Eun! ¿Cómo puede decir algo así?— Está vez fue Suho quien se puso de pie escandalizado y molesto.

—Solo digo la verdad, Park Jimin es solo una plaga en este lugar que debería estar exterminada desde hace mucho tiempo.— Bramó con ferocidad .— Las cosas en este lugar serían mucho mejores si el líder hubiera seguido el camino de la razón pero al parecer no todos pueden ser eficientes en su trabajo.

Esa fue la gota que rebasó el vaso. Los ojos de Jeon se tornaron rojos y dejo salir un gruñido que silenció de inmediato a todos, Juwoon exhaló e intento relajarse pero su mandíbula tensa demostraba que no estaba tranquilo en lo absoluto. Sus luceros regresaron a su tono normal unos momentos después y observo a cada uno con severidad.

—No olviden quien es el líder de esta manada y quién toma las decisiones, si ustedes aún están aquí es porque quise conservar algo que mi padre fundó, de lo contrario habría disuelto este consejo el primer día que me convertí en líder.— Exclamó con tanta irá que todos tragaron saliva con dificultad y bajaron la mirada incómodos.— Ustedes solo están para asesorarme, no para exigirme o decidir por mi y si yo decido que mi hijo estará mejor lejos de aquí es porque así lo será, si yo decidió que Park Jimin se queda en la manada nadie deberá cuestionarme ¿Está claro?— Soltó lo último en medio de un gruñido atrapado que a todos les generó un escalofrío.

—Si, líder.— Murmuraron.

—Bien, pueden irse.

—E-espere señor.— Lo detuvo una omega cuando lo vio a punto de salir, Juwoon se detuvo y la observó inquisitivo.— D-disculpe a los consejeros Na y Choi por su actitud grosera, estoy segura que no fue su intención ser descorteses.— Hizo una reverencia por los dos y estos con resignación imitaron su acción.— La razón de su descontento y el nuestro también es debido a los planes ya impuestos para los siguientes meses, ¿Que sucederá con ellos si el joven Jeon está ausente?

Todos asintieron de acuerdo con la mujer y observaron a Juwoon esperando una respuesta. El alfa no dijo nada por unos segundos, demasiado ocupado pensando si esa decisión era la correcta para la manada y sobre todo, para su hijo.

No lo era pero no tenía otra opción.

—Mi hijo no estará lejos por siempre, es solo por un cortó periodo para que mejore su convivencia con Park, ustedes quisieron que me ocupará del asunto de la mejor manera y lo hice.— Suspiro y se recargo en el marco observando a niños jugar, familias convivir con otras y a personas mayores reunidas para charlar. Necesitaba preservar esa paz el mayor tiempo posible, era necesario.— Volverá antes de la llegada de los líderes del norte y conocerá al candidato o candidata para ser su omega, no hay de que preocuparse.