¡¿Soy un omega?! • KOOKMIN

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Mintió.

No estaban bien.

Ambos, mirándose en los extremos de la mesa por más que lo intentaban, no podían disimular la evidente tensión. Tres días habían pasado, solo tres días dónde cada uno fue más complicado que el anterior. Habían prometido poner de su parte para que su convivencia siga funcionando pero realmente las cosas se tornaron aún más complejas de lo que creyeron que serían.

Pasaron por alto que a causa del reciente lazo, estar separados y sin contacto alguno los llevaría a la desesperación seguida de una gran frustración que por poco los hizo volver a su comportamiento inicial pero que no fue asi debido a que verdaderamente se tomaron en serio lo de "Nuevo comienzó".

El obstáculo ahora era no mandar todo al demonio y dejar que la tensión se destruya en pedazos de una vez.

—¿Me pasas la sal?— Murmuró el alfa lo suficientemente alto para ser escuchado por el omega a dos escasos metros de distancia. Jimin dejo de masticar y le dirigió una mirada aparentemente indiferente a la vez que posaba sus ojos en el objeto frente a él.

Lo tomó y se puso de pie para estirarse sobre la mesa con el fin de cumplir el pedido del contrario. Jungkook en ese momento tragó con dificultad y sujetó con fuerza los cubiertos al tener una vista medianamente expuesta del pecho del pelinegro quien al estirarse no notó que su blusa se deslizó. Park regreso a su sitio como si nada y se llevó un pedazo de carne a la boca mientras observaba con una mirada indagatoria el comportamiento del menor.

El alfa sintió esa penetrante mirada pero la ignoró intentando dejarlo pasar, mordió otro bocado y suspiro recargando su peso en la silla. El omega intentó no prestar atención a la manera en la que sus músculos se marcaban sobre la ropa o como los botones de su camisa parecían hacer un gran trabajo para evitar que está se desgarre, siguió con atención el movimiento de su mandíbula al masticar y el de su nuez de Adán al tragar. Su mirada subió y chocó con la del alfa quien le dirigía una expresión inquisitiva y ligeramente burlona.

Le sostuvo la mirada llevando otro trozo de carne a su boca, degustando lentamente el alimento y lamiendo sus labios para retirar los residuos de aceite, siendo perfectamente observado en cada momento.

Ni siquiera podía decir de dónde salió esa actitud descarada pero por alguna razón le gustaba ver a Jeon desestabilizado por su culpa.

—¿Me sirves agua? — Pidió y Jungkook lo hizo sin rechistar. Cuando el Omega tuvo el vaso en sus manos lo bebió descuidadamente, tal vez de forma intencional, algunas gotas del líquido translúcido se deslizaron por su cuello hasta perderse dentro de su ropa.
Jungkook siguió ese recorrido con la mandíbula tensa y presionado los puños, sabía que eso no fue un descuidó y que el Omega buscaba algo con esas actitudes pero no iba a reaccionar.

Tomó una respiración y llevo una mano a su pecho para desaprovechar los botones de su camisa. El pelinegro frunció el ceño ante eso y el alfa levanto los hombros con inocencia.

—Hace calor.

Park no dijo nada, estaba un poco, demasiado embobado con el pecho descubierto de Jeon. Parpadeó algunas veces y cayó en cuenta de la mirada triunfante que le dedicaba el castaño, comprendió su propósito y disimulo una sonrisa antes de poner una expresión afligida.

—Creo que tienes razón, me estoy sintiendo sofocado. — Se abanico el rostro con una mano para luego llevar sus manos al dobladillo de su blusa y quitársela. El alfa se atraganto con la comida y no pudo disimular la sorpresa, Jimin levanto los hombros con una sonrisita y siguió comiendo como si nada.

Este día será largo. Pensó Jeon.

🌙

Caminaron por el extenso bosque intentando no pensar de más. Habían cazado lo necesario para sobrevivir otra semana y decidieron dar una vuelta por el lago para refrescarse. El clima realmente no era muy caluroso pero ambos estaban sudando.

Jungkook se desvistió sin preocupaciones hasta estar completamente desnudo ante la vista del pelinegro quien se perdió en cada uno de los movimientos del alfa. Se dió la vuelta con el pulso acelerado y su labio inferior apresado entre sus dientes. Imitó el actuar del contrario y comenzó a quitar cada prenda de su cuerpo. De repente, una duda se instaló en su mente.

¿El también estará viendo?

Lamio sus labios y con una sonrisa traviesa continúo con lo suyo. Desprendió los botones de su camisa uno por uno y la deslizó por su cuerpo con una delicadeza y sensualidad que le robó el aliento al castaño.

Si estaba viendo.

Llevó sus manos a sus pantalones y repitió el proceso, dobló su cuerpo lo suficiente para dejar su trasero en alto y se deshizo de ellos quedando en boxers. Aunque claro, también se los quito. Sintió una pesada mirada clavada en su espalda y sonrió con suficiencia. Entro al agua y con sus manos húmedas recorrió cada porción de su piel, suspirando ante la sensación de frescura luego de estar sudando casi todo el día. Deslizó delicadamente sus dedos por algunas zonas sensibles de su cuerpo, como sus pezones y su cuello. Jadeando levemente ante la ligera punzada de placer que se presentó.

Un aroma ya más que conocido se filtro por su nariz y sonrió con orgullo. Siguió con su baño como si nada, ignorando completamente la presencia de Jeon como si no este no estuviera igualmente desnudo a escasos metros de distancia.

Aunque se equivocó en algo...

No estaba a escasos metros de distancia.

Casi saltó en su sitio cuando los fuertes y húmedos brazos del alfa rodearon sus caderas. Se tensó como una cuerda cuando el rostro de Jeon se pegó a su cuello, el aliento caliente chocaba contra su piel como si la estuviera quemando. Un suspiro tembloroso salió de sus labios y estiró su cuello hacia atrás en una clara invitación que no se hizo esperar.

Los labios del castaño degustaron su piel como si de un manjar se tratase. Soltó un jadeó y cerró los ojos extasiado ante el estremecimiento placentero que lo recorrió de pies a cabeza. Realmente no tenía idea de lo que estaba haciendo, hace mucho tiempo dejo de prestar atención a su razonamiento y simplemente hace lo que su cuerpo le pide.

Y en este momento le está gritando que se deje devorar por completo.

Las caderas contrarias se pegaron a su trasero y sintió perfectamente el pene erecto del alfa. De solo recordar cómo se sintió cuando lo tuvo dentro suyo, su entrada comenzó a lubricar. Las grandes manos ajenas se movieron hacia el sur pero evitaron su miembro, yendo aún más abajo hasta tocar delicadamente su entrada. Las yemas de sus dedos rozaron sus bordes, llevándolo a una bruma de desesperación, sostuvo con fuerza la muñeca del alfa y lo alentó a continuar pero este simplemente disfrutaba de verlo perder la cordura.

—Jungkook...— Suspiró, ladeó su rostro y observó con ojos suplicantes al menor.

—¿Que es lo que quieres de mi?— Murmuró acercando sus rostros hasta rozar sus labios.

¿Que quiere del alfa? Quiere tener sus labios sobre los suyos robándole el aliento, sus manos sobre su cuerpo dejando marcas que no se irían en días, su pene tan profundamente dentro de él hasta el punto de recordar la sensación por semanas, sus ojos completamente enfocados en él como si no existiera absolutamente nada más a su alrededor.

Simplemente...

—Todo.— Musitó y el alfa levantó una ceja.— Quiero todo de ti, Jungkook.

Se apoderó de sus labios de forma desesperada y abrasadora, tal como lo quería. Sus brazos se enrollaron en el cuello contrario y su cuerpo fue alzado por los fuertes brazos del alfa. Lo necesitaba demasiado, el calor en su cuerpo era insoportable y Jungkook era su alivio.

—A-alfa, ayúdame.— Suplicó con sus ojos brillando en safiro.

—¿Estás...

—Cuida de mi, alfa.— Lo interrumpió sellando nuevamente sus labios con deseo y anheló .

Jungkook cerró sus párpados y suspiro, el intenso aroma a Chocolate amargo y caramelo inundó su mente. Un calor asfixiante fue subiendo por sus extremidades y apoderándose de su razonamiento.

Ambos abrieron los ojos al mismo tiempo, rojo y azul encontrándose en una guerra que terminara cuando ambos tengan lo que quieren.

Más del contrario.