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Jungkook observa con la mirada ausenté el cuerpo desnudo del omega reposando cómodamente sobre la cama que solían compartir. Sus ojos se desvían constantemente de su rostro tranquilo hacia la notable y rojiza mordida que sobresale entre la palidez de su cuello.

Por primera vez en mucho tiempo, siente miedo.

Su propio cuerpo tiembla al sentir tan vivamente el lazo recientemente formado entre ambos, una unión que ninguno planeó y que acaba de sellar el destino de sus vidas. Sentado en el frio suelo de la habitación, se encoge en su propio sitio intentando tranquilizar su ritmo cardíaco, no sabe cómo sentirse.

Realmente no tiene idea que hacer. Una marca es algo con lo que todo alfa y omega sueña desde prácticamente toda su vida, es una unión aún más fuerte que el matrimonio y las consecuencias de romperla son letales, por esa razón es una decisión que debe tomarse cuando se está realmente seguro de querer compartir el resto de tu vida con esa persona. El problema más claro es que ninguno de los dos quiere eso.
Jimin lo odia por alguna razón aparente que desconoce y él, muy a pesar de divertirse al seguirle el juego, también fue tomándole resentimiento con el pasar del tiempo, no al punto de llegar al odio pero tampoco desea tenerlo como compañero de vida.

Aunque hay algo que no puede ignorar y es el hecho de que todo comenzó en primera instancia por sus lobos.

Ellos no se toleran pero sus lobos son destinados.

Nunca han habido desacuerdos con su lobo pero desde que comenzó a convivir con Jimin, la conexión entre ellos se desmoronó. Su lobo prácticamente lo obligaba a estar pegado al omega, aullando y gruñendo cuando se comportaba de forma grosera con él, queriendo tomar el control sin su autorización y desafiando sus impulsos. Sabía que le sucedía lo mismo a Jimin, la mayoría de los momentos intimos que pasaron fueron desencadenados por el lobo del omega, y su propia falta de autocontrol.

En momentos así su cerebro comenzaba a pensar toda clase de teorías, ¿Si sus lobos son destinados, no deberían haber notado la conexión incluso siendo alfas? ¿Todo es realmente obra de la diosa Luna? ¿Si Jimin hubiera realmente nacido como omega sería su destinado?

Pero realmente nada de eso importa ahora, ya están enlazados y sus vidas estarán unidas siempre.

Están jodidos.

Siente el vínculo tensarse notando que el pelinegro comienza a reaccionar. Se recuesta con la espalda apoyada en la pared y la piernas extendidas observando con intranquilidad hacia la cama, sin perderse ningún movimiento.

Jimin abre los ojos poco a poco completamente desorientado. Sus extremidades pesan y su mirada está desenfocada, cierra los ojos nuevamente tomándose unos minutos para aclarar su vista y cuando logra ver con más claridad, reconoce su habitación. Está en su cama, vestido y arropado con colchas, intenta moverse pero cada músculo de su cuerpo duele.

Un repentino tirón en su cuello lo deja helado, una de sus temblorosas manos se aproximó a la herida y pasó delicadamente las yemas por la superficie. En ese preciso momento, notó por primera vez el vínculo que ahora comprarte con Jungkook producto de la reciente marca permanente ubicada en su cuello.
Sin mover absolutamente ningún músculo recorre con sus ojos cada espació, gira un poco la cabeza y su mirada cae en el alfa que lo observa desde el suelo con una expresión perdida.

Ambos, sin decir ni una sola palabra, se observan entre si en la oscuridad de la noche. El lazo demasiado presente como para ignorarlo y sintiéndose expuestos al poder sentir cada emoción contraria.

—¿Por qué me odias?

El omega lo observó sin expresión y luego regreso su vista al techo.

—No lo sé.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINWhere stories live. Discover now