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El silencio y la tensión reinaron durante los minutos restantes previos al ritual sagrado, nadie quería opinar algo al respecto por miedo y otros solo para evitar un conflicto mayor con el futuro nuevo líder. Jungkook había logrado recuperar la movilidad de su cuerpo y ahora observaba con furia como ese alfa estaba por llevarse algo que a él le correspondía por derecho.

Esto realmente está pasando. Pensó el castaño con amargura.

—Esto solo es el inició de nuestra futura pesadilla.— Dijo Namjoon llegando a su lado.— No puedo creer que te haya ganado.

—Ni yo.— Murmuró entre dientes con los puños apretados y sus ojos brillando en un poderoso tono escarlata.

Sus ganas de destruir a Park seguían latentes en su cuerpo pero aunque quisiera, no podría ya que muy a pesar de tener una recuperación rápida gracias a su anatomía natural como alfa, sus extremidades seguían doliendo como el infierno.

—Te ganó porque hizo trampa.— Habló una voz a sus espaldas.

Los dos alfas voltearon y se toparon con un beta recargado en un árbol a unos cuantos metros de ellos, el hombre rubio no los miro en ningún momento, su mirada cargada de frialdad estaba completamente dirigida a Park Jimin.

—¿Tu eres... Taehyung? ¿El hijo del herrero Kim?— Consultó con dudas en alfa peligris.

—El mismo.— Se paro correctamente y se acercó a ambos.— Deberías estar rompiendole la cara a ese tramposo en lugar de quedarte observando desde aquí.— Señaló a Jeon.

—¿Park hizo trampa?— Preguntó Namjoon desconcertado.

—Si, me empujó durante la carrera para sacarme del camino.— Bufó con molestia.

El beta soltó una risa seca.

—No solo lo hizo en la carrera, Jeon.

Tanto Jeon cómo Kim se quedaron en un momentáneo trance intentado procesar las palabras del rubio.

—¿A qué te refieres?— Murmuró Jeon con la mandíbula tensa.

—En este bosque no hay osos y los más cercanos están pasando el territorio de nuestra manada. Piénsalo, es imposible ir hasta ese lugar, luchar contra un oso de ese tamaño, matarlo y traerlo de regreso en veinte minutos.

Los alfas escucharon la explicación con un sabor amargo en la boca, ese detalle había estado a la vista de todos y nadie se dió cuenta de eso, se sentían unos idiotas.

—Maldito Park.— Murmuró Jeon sintiendo la ira de su lobo queriendo salir.

—¿Saben que son las Bayas Tully?— Cuestionó de repente, observando con una mueca como una Chamán le colocaba los collares de los antiguos fundadores en el cuello a Jimin.

—¿Bayas Tully?— Repitió el peligris con confusión.

—Yo si se.— Dijo Jungkook captando la atención de los dos.— Son un tipo de fruto no comestible que no tiene sabor ni color a excepción de su cáscara exterior que es de un llamativo tono rosa, quise probarlas en muchas ocasiones cuando era pequeño pero mis padres nunca me lo permitieron.

—¿Y sabes por qué?— El rubio levantó una ceja y el castaño frunció el ceño

—Recuerdo que mi madre dijo que eran muy peligrosas en contacto directo con nuestros organismos ya que podrían generar parálisis y...

En un segundo los ojos de Jungkook se abrieron en grande y su interior hirvio en llamás al darse cuenta de todo, un gruñido bestial salió de su garganta y estuvo a punto de invocar su transformación e ir tras Park Jimin para enviarlo personalmente al infierno pero el beta lo detuvo.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon