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Era increíble la manera en la que una simple frase podía crear una encrucijada tan grande en su cabeza. No sé lo esperaba y su cerebro no procesó del todo la situación. Es la perfecta definición de "En blanco".

Las palabras se repetían una y otra vez. Jungkook abrió la boca intentando decir algo al respecto más nada salió de esta. Quería protestar, enojarse y confrontarlos, pero simplemente su cuerpo se negó a reaccionar. Su razonamiento estaba teniendo una batalla con su egoísmo y se sentía tan culpable por dudar tanto, ¿Sacrificaría sus deseos y su libertad por el bien de su gente? Su cabeza dolía y el sonido retumbante de sus latidos se sentían como martillazos en su cráneo.

Estaba tan perdido.

La probabilidad de estar preparado para una situación como esa era nula. Había confiado ingenuamente en que sus padres respetarían su único pedido por lo que nunca se replanteo la posibilidad de que las cosas no fueran hechas de esa manera. Se sentía usado, como si solo fuera un producto de intercambio, entendía las razones pero aún así no disminuía su dolor y decepción.

Una presión en su interior lo distrajo momentáneamente, su lobo estaba gruñendo en protesta, reacio a la idea de unirse a otro omega que no sea su destinado. En eso, el alfa recordó a Jimin, miro a su lado y lo encontró con una expresión perdida y algo desconcertada, su pecho dolió un poco más e inconscientemente su mano sostuvo de forma delicada la muñeca del contrario. Jimin se exaltó levemente por el repentino roce y conectó sus ojos con él.

"Una mirada dice más que mil palabras" En ese instante, ambos sintieron eso.

El pelinegro fue el primero en romper la conexión. Se levantó llamando la atención de los líderes, quienes no habían notado la discreta escena ocurrida, y habló sin dirigir su mirada hacia el alfa.

—Lamento interrumpir pero estoy algo cansado por el viaje. Además, creo que este es un asunto que deben resolver en familia por lo que no tengo nada que hacer aquí.— Los adultos asintieron de acuerdo, menos Jungkook quien no había soltado palabra alguna pero en su lenguaje corporal transmitió su necesidad de que el omega se quedará a su lado. Jimin ignoró su presencia y luego de dar un apagado "Buenas noches" se fue dejando atrás un corazón aterrado y anhelante.

Su pecho ardió con cada paso dado por el contrario y cuando ya no pudo ver al omega, quiso salir corriendo para buscarlo. Se sentía inquieto sin su aroma o su calor corporal a su lado, sus manos temblaban y su garganta tragó saliva con rapidez para aliviar la sensación de sequedad. No quería estar ahí, la presión de los ojos de sus padres sobre él, exigiendo algo que no quería hacer, era similar a tener una antorcha a centímetros de su rostro.

Quema.

Oprimió sus labios e impaciente tomó bocanadas de aire intentando captar los restos de aroma de su omega. Su lobo estaba descontrolado y sentía que liberaría su transformación en cualquier momento.

—Jungkook, esto no es un juego o una decisión tomada por impaciencia, realmente es una situación en la que debes hacer lo correcto.— Juwoon se mantuvo firme.— Como futuro líder, debes tener responsabilidad por tu legado y proteger a nuestra gente es el mayor compromiso que tendrás en tu vida.

—Puedo protegerlos sin necesidad de una boda.— Habló por primera vez y aunque falló en que su voz se mantuviera firme, su seguridad era auténtica.

—Hay cinco alfas perdidos, Jungkook, ¿Tu crees que podrás solo si es que alguien nos ataca?— La voz del líder comenzaba a aumentar volumen denotando su molestia.

El castaño cerró sus puños y le sostuvo la mirada a su padre.

—No estaré solo, hay más alfas en esta manada que se sentirán orgullosos de proteger su hogar y sus familias.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINOnde as histórias ganham vida. Descobre agora