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Distante.

Así se sentía ese día en particular. En su rostro se notaba el cansancio y las horas de sueño perdidas por intentar buscar una alternativa o una solución más factible a su problema pero por desgracia, nada se le ocurrio.

¿No es más sencillo solo ser amable? Jimin soltó una risa sin gracia ante la interrogante de su lobo, a veces era tan inocente.

—De poder, puedo hacerlo pero decir que lo hago de forma sincera sería una completa mentira.— Murmuró observando su desastroso reflejo, nada diferente a lo usual en esas últimas semanas.

Quería volver a ser un alfa a toda costa pero... ¿Ser amable? ¿Buena persona? ¿Buena persona con la manada? ¡Definitivamente no!

Puedes darles una nueva oportunidad.

—Nadie en esta maldita manada merece mi amabilidad.— Escupió con asco.

El perdón es el primer paso al lobo blanco. El omega solo rodó lo ojos.

—¿Que jodido lobo blanco? Primero la vieja, luego el loco de Suho y ahora tú. Dejen de dar tantas vueltas.— Bufó irritado.

Estaba harto del asunto, lobo blanco, eclipse solar, arrepentimiento ¡¿Por qué tenia que ser tan difícil?! Jimin nunca en sus años de vida se disculpo por alguna de las cosas que hizo, su padre le enseño que el perdón no es cosa de alfas y que los demás debían disculparse con él.

—No haré absolutamente nada de eso.

Comenzó a vestirse ignorando por completo a su lobo, quería dejar de pensar en el asunto por un rato y tener a alguien que se lo recuerda constantemente era agotador. Observo su reflejo completo en el espejo con una sensación extraña, la ropa era medianamente ajustada por lo que toda su figura se apreciaba perfectamente, le quedaba bien pero se sentía jodidamente raro.

No pudo conseguir prendas más holgadas ya solo los Jeon podían pedir la confección de sus atuendos y ellos solo encargaron la típica ropa que "Un omega debe usar". Él por desgracia tenia prohibido la entrada al hogar de la costurera desde que está se enteró que se involucro con su hija.

—Como si hubiera sido completamente mi culpa, ella accedió.— Murmuró molestó.

Inspeccionó cómo le quedaba desde cada ángulo, no le gustaba pero tampoco era tan malo.

—Al menos me veo bien, incluso mejor que los otros omegas.— Sonrió altivo.

Somos tan hermosos que alfa no dudará en reclamarnos. Su sonrisa se borró por completó y un tic nervioso se adueñó de su ojo.

¿Reclamar? Ni en sus peores pesadillas.

—Vamos a ser claros con esto, yo no planeo quedarme así para siempre y en el improbable caso de que no se pueda revertir, nunca estaría con otro alfa.— Hizo una mueca al pensarlo, era repugnante.— Deja esa estúpida idea de que me voy a acostumbrar a esta mierda y mágicamente me sentiré atraído por un alfa, nos vamos a enamorar y formar una feliz familia.

Tú no sabes lo que puede pasar en el futuro.

—Tienes razón, no lo sé pero definitivamente no pasará nada de eso.— Observo nuevamente su reflejo notando uno de sus ojos brillar en un tenue azul más llamativo que poco a poco se iba intensificando.— Ni siquiera lo pienses.— Amenazó en un gruñido.

Había olvidado ese detalle. Era un poco sorprendente verse de esa forma pero trato de suprimirlo, ojos de un azul más intensos de lo normal nunca son buena señal. 

Lo haré cuando menos te lo esperes, no puedes mantenerme encerrado y lejos de alfa.

—¿Quien diablos es alfa? "Alfa no dudará en reclamarnos" "Pide ayuda a alfa" Alfa esto, alfa aquello ¿Puedes ser directo por una jodida vez?

Está tan perdido en la mini discusión con su lobo que ni siquiera noto cuando alguien entro a su habitación.

—Yo también tengo curiosidad ¿Quien es ese tal alfa?— Escucho a sus espaldas.

El omega cerro los ojos y contó hasta diez para intentar no explorar, la única persona que quería completamente lejos era la que aparecía en el peor momento.

—¿No tienes vida propia o alguien más a quien joderle la existencia?

Jungkook soltó una pequeña risa y negó con una sonrisa burlona. Desde que supo que Jimin se quedaría en su casa había previsto molestar al pelinegro hasta cansarse, una pequeña venganza que no se comparaba en nada a todo lo que el ex-alfa le había hecho pero que servía para mantenerlo entretenido.

—¿Para que ir a buscar a alguien más si te tengo a ti a dos puertas de distancia?— Se acercó al pelinegro con el objetivo de intimidarlo.

Jimin nunca fue de los que se dejaban intimidar, sería una humillacion a si mismo y a su casta por lo que actuó más rápido que Jeon. Acortó la distancia sosteniendo la ropa del alfa para obligarlo a hincarse quedando ambos a la misma altura.
Se mantuvieron de esa manera unos cuantos segundos, el alfa mantenía su expresión mientras que el rostro del pelinegro no expresaba nada.

Absolutamente nada.

—No soy tu jodido payaso o tu centro de entretenimiento, tampoco soy tu amigo como para bromear contigo, eres la persona que más odio y eso no cambiará de la noche a la mañana solo porque comparto el mismo espacio que tú. No confundas las cosas ni creas que porque ahora soy un maldito omega puedes superarme, no lo harás hoy ni nunca.

Contrario a lo que esperaba la expresión del alfa no se fue, al contrario, se hizo más burlona cosa que enfureció a Jimin.

—Park, Park, Park... ¿Crees que todo lo que hice estos días fue para ser tu amigo? No eres tan importante como para gastar mi tiempo en tí.— Sonrió con satisfacción al sentir las feromonas agrias del omega.— La manada ha estado hablando maravillas de su futuro líder, admirando mi fuerza de voluntad al poder compartir el mismo espacio con la plaga del pueblo, algunos incluso me dieron regalos por ser tan indulgente contigo ¿No es lindo?

—Hijo de puta.— Gruño intentado atacar a Jeon pero este sostuvo sus manos y lo empujó hasta dejarlo acorralado.

—Mi madre no tiene nada que ver en esto, Park.— Sus ojos titilaron en rojo por un momento pero ninguno de los dos lo noto.— Acéptalo de una vez, no eres nada a mi lado.

—Si yo no soy nada entonces tú eres aún menos, mi legado por muy malo que sea pasará a la historia ¿Tú? Un líder más del montón.

—Tienes razón, pasarás a la historia. Siempre serás recordado como el alfa que fue tan poco hombre al recurrir a engaños para poder igualar al hijo del líder, el alfa que recibió una maldición por sus acciones y el alfa que fue repudiado por todos.— Una risa sarcástica broto de sus labios y negó con una mueca.— Que buen legado.

—Me las vas a pagar, todas y cada una.— Amenazó con sus ojos brillando en un intenso escarlata, Jungkook sonrió al percatarse de eso.

—No viviré eternamente, Jimin.

—Cuando menos te lo esperes lo haré, no me quedaré de esta forma por siempre.— Alzó su rostro observando de manera desafiante al alfa.— No podrás detenerme ni superarme, Jeon.

— Dices que no puedo superarte pero... ¿Acaso no te das cuenta?— Su tono de voz cabreó aún más al pelinegro.

—¿Cuenta de que?— Sus colmillos estaban comenzando a salir, deseaba tanto desgarrar la jodida garganta de Jeon con ellos.

Jungkook sonrió y con lentitud se aproximo al oído del omega. Jimin no se vio afectado por su cercanía, demasiado perdido en su furia como para prestar atención a la pobre distancia que los separaba.
Los labios del castaño se separaron para pronunciar esas palabras que desencadenaron el desastre.

Que ya te supere hace mucho tiempo.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINWhere stories live. Discover now