¡¿Soy un omega?! • KOOKMIN

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—Y la reunión con la manada del oeste sería prevista para esta fecha, ¿Está de acuerdo, lider Jeon?

Juwoon asintio sin estar muy seguro, la reunión traería armonía a amabas manadas y daría paso a un ciclo más en la concepción de cachorros al haber posibles enlaces pero había algo que no le gustaba del todo y estaba más que seguro que a su hijo le gustaría aún menos.

—Veo su indecisión líder. Sabe que esto es lo mejor para la manda y el pueblo, Jungkook es un buen muchacho, lo entenderá.— Dijo una de las mujeres del consejo intentando disipar el malestar de Jeon.

—Lo sé pero aún así...-

Gritos comenzaron a oírse a la distancia logrando alertarlos, salieron al exterior logrando ver a una multitud reunida alrededor de algo. Una mujer se acercó corriendo y casi tropezando hacia el alfa, su expresión era de preocupación pura consiguiendo alertar a Juwoon.

—¿Que está sucediendo?— Preguntó haciendo una seña para que sus guardias lo sigan.

—Líder Jeon, su hijo y Park Jimin están peleando. Tiene que detenerlos ahora o el joven Jungkook podría herirlo gravemente, ese chico ahora es un omega y no tiene la misma fuerza que un alfa.— Explico rápidamente y con la respiración errática debido a larga carrera.

El rostro de Juwoon se contrajo en una mueca desconcertada, sin esperar otra palabra salió corriendo seguido del consejo y sus hombres. Todos se hicieron a un lado al verlo pasar, dejando al descubierto una escena que lo enfureció.

—¡Detengan esto ahora!— Utilizo su voz de alfa haciendo que casi todos bajen la cabeza en sumisión.

El alfa y el omega se alejaron del contrario como si tuvieran alguna plaga, observaron a su alrededor sintiendo una mezcla entre vergüenza e incomodidad. Ciertamente el más herido parecía ser Jungkook a pesar de ser un alfa, tenía un corte en la mejilla, otro en la esquina del labio inferior y uno más pequeño en la nariz. Jimin por el contrario solo tenía una pequeña herida en la ceja.

—Quiero una explicación ahora.— Demandó.

Jungkook bajo aún más la cabeza y Jimin simplemente se quedó en silencio.

—¿Ninguno de los dos va a hablar?— Inquirió acercándose más a ellos.

Silencio otra vez.

El alfa asintio y se dió la vuelta para observar las personas que seguían ahí.

—No hay nada que ver aquí. Pueden regresar a sus actividades diarias, lamenten las molestias que mi hijo y su amigo les causaron.— Hizo una corta reverencia ignorando las expresiones de repulsión en los rostros del alfa y omega.

Todos los presentes asintieron agradecidos y comenzaron a dispersarse hasta quedar todo prácticamente vacío.

—Lider, está actitud en su hijo es imperdonable. Se supone que Jungkook debe ser el ejemplo para su pueblo pero acaba de hacer una escena que deja mucho que desear, debe solucionarlo.— Dijo un viejo alfa, miembro del consejo.

—Lo sé, esto no se volverá a repetir, me haré cargo personalmente de eso.— Hizo una reverencia en modo de disculpa.

—Esperamos que sea así, Juwoon.— Sin esperar algo más, todos se marcharon.

Los dos menores se observaron entre si, Jungkook mordía su labio inferior con inquietud, se estaba arrepintiendo de ser tan impulsivo.

—Ustedes dos, síganme.— Ordenó Jeon con una voz carente de su simpatía natural.

—Papá...

—No quiero oír una sola palabra hasta llegar a casa.

Jungkook asintio con la cabeza gacha y Jimin se limito a desviar la mirada en cualquier otro punto.