¡¿Soy un omega?! • KOOKMIN

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Sus pisadas eran silenciosas y sus movimientos precisos, no querían poner en alerta a las presas por lo que tuvieron que ser muy cautelosos. En dos horas y media recorrieron casi la mitad del bosque marcando los lugares en los que estuvieron para no perderse durante el camino de regreso, en el proceso consiguieron una buena cantidad de carne que duraría al menos dos días.

—Vámonos, ya tenemos suficiente.— Comunicó el alfa.

—Me sorprende la gran cantidad de presas que hay aquí.— El omega observó la pila de animales que lograron cazar, entre ellos conejos, un siervo y algunas ardillas.

—Era de esperarse. Los únicos depredadores que hay son osos y están a varios kilómetros de distancia, eso sin contar que la mayor parte de su dieta es pescado.— Jungkook tomó entre sus dientes las orejas de varios conejos y los levantó.— Andando.

Jimin asintio e iba a seguir al lobo pero un extraño ruido a la distancia llamo su atención. El omega comenzó a caminar con desconfianza hacia una dirección en específica, una zona más al interior de bosque donde habían más plantas de los normal y grandes formaciones rocosas que llegaban a crear pequeñas cuevas. Sus ojos recorrieron cada espacio y su nariz olfateo el ambiente detectando un aroma que no supo diferenciar pero por alguna razón no le influyó confianza, sus ojos no captaron nada extraño pero esa sensación que lo obligaba a estar alerta tenía que significar algo.

—¿Pasa algo?— Preguntó Jeon acercándose curiosamente hasta quedar a su lado.

—¿No lo sientes?— Ignoró la pregunta haciendo otra en su lugar. El lobo negro también observo el panorama pero no vio ni sintió nada extraño o fuera de lo normal.

—¿Que cosa exactamente?— Dirigió su mirada a Park y este se la devolvió. Verse de esa manera era extraño aún, más considerando que Jimin cómo lobo es completamente diferente a lo que era antes.
Jeon nunca había visto a un lobo omega con ojos rojos, no era propio de ellos tenerlos de ese tono, solo los alfas aunque en este caso ese detalle tiene sentido considerando que el pelinegro no es un omega de nacimiento.

—Olvídalo no es nada, solo ideas mías.— Dijo pero en su mirada aún se podía ver indicios de intranquilidad.

—Si tú lo dices.— La conversación termino ahí aunque Jungkook no mentiría, ver la seriedad y los ojos intranquilos de Jimin lo inquietó.

Sin más el castaño regreso a su forma humana y tomó entre sus manos gran parte de las presas que cazaron. Jimin quien se dió vuelta al ver la transformación del contrario lo imitó y juntos, sin dirigirse una sola mirada, regresaron a la cabaña.

🌙

—De esta forma no podremos hacer nada.— Habló el alfa, con malhumor y aburrido.

Desde que llegaron no hicieron más que discutir sobre quién cocina la carne ya que ambos querían preparar cosas diferentes pero ninguno quería dar su brazo a torcer ante las ideas del otro.

Ahora, frente a frente y de brazos cruzados no hacían nada más que mirarse mal.

—¿Y si cada uno cocina lo que quiera por su lado?— Dijo con un humor peor que el de Jungkook.

—Eso sería un desperdicio innecesario de comida.

—¿Entonces que propones, genio? Iluminame.— Bufó y se dió la vuelta para caminar hacia el sofá y sentarse, discutir hacia que le dolieran los pies.

—Lo más sensato, cocinar una sola cosa y comer sin discusiones de por medio.— Jungkook se paró frente a Jimin y este viró los ojos.— Hay que poner reglas, de lo contrario nuestra convivencia aquí se alargará y no podremos tener un día de paz.