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—¿Vive aquí?— Cuestionó el omega.

El alfa asintio y tocó la puerta de la cabaña, retrocedió unos pasos y esperó a que el beta saliera.

—¿Jungkook?— Nombró con extrañez un chico azabache y un tanto bajito al abrir su puerta.

—Hola Yoongi, que gusto verte.— Se acercó y le dió un corto abrazo al mayor.

—Igualmente mocoso, ¿Que haces aquí?— Inquirió llevando su vista al omega que no habia dejado de mirarlo desde que salió de su casa.

—Somos los encargados de ayudarte en tu huerta, él es Park Jimin.— Explicó brevemente y el azabache asintio lentamente aunque no pasó desapercibida la mueca que puso.

El pelinegro simplemente rodó los ojos.

—De acuerdo, síganme.— Pidió y los tres se dirigieron hacia el patio trasero de la cabaña donde una bastante extrema huerta se extendía.— Todo está listo para ser consumido asi que tengo que sacarlo y guardarlo en esas cajas de allí, cada sección tiene un letrero con el nombre del tipo de verdura o fruta que está plantado y en está lista esta la cantidad exacta de lo que necesito de cada cosa.— Explicó.

—Esta bien, ¿Algo más?— Preguntó el castaño leyendo la lista.

—No, eso es todo, gracias por su ayuda.— Hizo una corta reverencia y se alejo dejando a los dos rivales solos.

—¿Él no hará nada?

—Tiene el brazo roto.— Dijo y camino observando los cultivos.

—No es para tanto.— Jimin rodó los ojos y siguió al alfa.

—Yo iré por las calabazas y tu por los tomates.— Informó el castaño y el omega frunció del ceño.

—¿Por qué vas tu por las calabazas? ¿Acaso crees que por qué estoy así no puedo hacerlo?— Se cruzó de brazos y levantó el menton encarando a Jeon.

—Si, las calabazas son grandes y dudo que puedas llevar más que una, no compliques las cosas y ve por los tomates.— Pidió irritado.

Jimin no se iba a conformar con eso, le iba a demostrar a ese alfa imbécil que estando en la forma que sea, aún podía superarlo.

—No, ve tú por los tomates.— Replicó y se alejo antes de que pudiera decir otra cosa.

—Bien, quiero ver eso.— Sonrió y tomó una canasta para recolectar los tomates, todo sin quitarle la vista al omega.

Jimin observó las calabazas y pensó en la mejor manera de llevarlas, debía recolectar cinco. Tomó unos guantes que Yoongi les había dejado y se los puso, se agachó y con un cuchillo cortó el tallo de una para acto seguido intentar levantarla.

No sé movió ni un centímetro.

—Puff.— El castaño contuvo una carcajada cuando la mirada mortal del omega cayó sobre él.—¿Quieres ayuda?

—No gracias.— Dijo entre dientes.

La calabaza si era bastante grande pero no sé detuvo a pensar en ese detallé, intento otra vez con más fuerza pero de nuevo, nada y ya para este punto Jungkook había dejado de reprimir su risa.

—¡¿Puedes callarte?!— Gruño furioso.

Se puso de pie y pensó en otra alternativa que pronto llegó a su mente. Colocó sus manos en un costado de la calabaza e intento levantarla para hacerla rodar y está vez si funcionó.

—¡Ja! En tu cara, idiota.— Celebró al ver la mueca del contrario.

—Cualquiera puede hacer rodar una calabaza, no te sientas especial.— Musitó con desinterés.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora