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Cuando la puerta se cerró la tensión aumentó tanto que ni siquiera pudieron disimular el fastidio que la situación les provocó, ninguno quería estar ahí.

—¿De que hablaron tú y mi madre?— Preguntó rompiendo el silencio.

—No es de tu incumbencia.— Bramó a la defensiva.

El alfa soltó un gruñido molesto pero no volvió a preguntar, en su lugar pensaba distintas maneras para jugar con la paciencia del omega. Él no se tomaría la amenaza de este a la ligera, realmente se la devolvería y mucho peor, quería verlo pedir perdón, suplicando y si es posible, de rodillas también.

Jimin por otro lado, tenía mucho en mente como para pensar en una tonta venganza hacia Jeon. La noticia del celo lo descolocó demasiado, en todo el tiempo que lleva viviendo con los Jeon, se le olvidó completamente que los cambiaformas tienen un ciclo de calor. Y si tenia que ser sincero con él mismo... Tenía miedo.
Pasar un celo con un omega es algo completamente diferente a pasarlo como omega, además esto reafirmaría lo que ya sabía pero no quería aceptar.

Que tal vez ya no volvería a ser un alfa.

Ser omega no es tan malo, es agradable y más si tenemos a un alfa con nosotros. Ignoro la voz de su lobo y camino unos cuantos pasos adelante para tomar su maleta.

—¿Que haces?

—¿No es obvio? Voy a mi habitación.— Contestó de mala gana, caminando hacia el pasillo.

No logro dar más de cinco pasos cuando otro cuerpo se interpuso en el camino. Se cruzó de brazos y alzó una ceja en una silenciosa explicación, Jungkook imitó su gestó quedando ambos en la misma posición.

—¿Que?— Dijo el pelinegro sin paciencia.

—¿Quien decidió que te quedarás con la habitación?

Jimin bufó.

—Yo, ahora muévete, estoy casando y quiero dormir.— Intento rodear al alfa pero este volvió a interponerse.— ¡¿Puedes quitarte del jodido camino?!

—No, tú te vas al sofá, la habitación es mía.— Declaró empujando la maleta del omega hacia la dirección contraria.

—¿Y quien diablos decidió que tú te quedes con la habitación?— Gruñó y trajo la maleta de regreso a su lado.

—Tambien yo. Además, es la casa de mis padres por lo que la habitación me pertenece.— Sonrió con suficiencia e hizo una seña para que el omega retroceda.— Disfruta tu sofá.

La poca paciencia de Jimin llegó a su límite, sus ojos se tornaron rojos y sus encías picaron, miró de nuevo al alfa y este solo lo observaba con una sonrisa altiva y una ceja arqueada. Apretó los puños y se obligo a tomar una profunda respiración hasta tranquilizar sus sentidos, sus luceros volvieron a su tono normal y sus dientes dejaron de picar.

Tenía una forma para conseguir esa habitación pero no era para nada agradable, de hecho, era humillante.

Que más da, es mejor que me vaya "acostumbrado" a esto. Pensó con resignación.

Jungkook observó confundido el repentino cambio de Jimin, paso de estar enojado y querer saltarle a la yugular a verse tranquilo y confiado.

—Sea lo que intentes no vas a hacer que cambie de opinión.— Dejo en claro rápidamente.

Jimin retuvo un gruñido y suspiro antes de acercase un poco más al castaño.

—Sabes, creo que tienes razón. Es la casa de tus padres así que es justo que te quedes tú con la habitación.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora