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Dedicado a A-ZNAMJIN

Salió de su habitación arrastrando la maleta con desgana, a unos pocos metros al pie de las escaleras se encontró con Jungkook en la misma posición, ambos se observaron en silencio y sintiendo las mismas emociones.

Rencor, molestia, odio, fastidio y todos los sinónimos posibles que indiquen detestar al otro.

—¿Vas a estar parado ahí todo el maldito día?— Habló sin disimular su malhumor.

—Estaba esperándote genio, ¿Acaso fuiste a fabricar la maleta?— Gruño y se dió la vuelta para comenzar a caminar.

—¿Jeon me creo mucho Jungkook esperándome? ¿A mi?— Se llevó una mano al pecho con falsa emoción y lo siguió manteniendo una distancia prudente.

Lo escucho resoplar antes de que soltará una corta risa.

—Me obligaron a hacerlo.

—Que humillante es eso, papi aún manda en tu vida, ¿Te sigue cambiando los pañales o ya vas solito al baño?— Se burló en el rostro del alfa y este se dió la vuelta bruscamente con sus pupilas completamente rojas.

—Te ries ahora pero si tuvieras a tu padre serías igual o peor que yo, que suerte para ti y tu dignidad que él este a unos cuantos metros bajo tierra ¿No?— Habló con una sonrisa cínica.

El omega se tensó por completo y sus ojos se volvieron completamente rojos, sintió sus colmillos y uñas crecer indicando que quería atacar. La muerte de su padre era uno de sus puntos sensibles que no había superado del todo y siendo sinceros, dudaba hacerlo.

—¿Que, te duele? ¿El gran Park Jimin tiene sentimientos y conocimiento sobre lo que son las relaciones afectivas? Me sorprendes.

El omega llevo una mano al cuello del alfa y presiono sus garras sin llegar a romper la piel, el contrario no se vio sorprendido en lo absoluto por lo que mantuvo su tranquilidad. Sus ojos se quedaron fijos en los del otro, retandose con la mirada en una silenciosa batalla por quien toma el control. Jimin los acercó aún más, tanto que la distancia fue prácticamente nula. Jungkook podía ver perfectamente cada fracción de su rostro, desde las más visibles hasta las menos imperceptibles.

—Es una lastima que una cara tan bonita te pertenezca a ti.

Jimin hizo algo parecido a una media sonrisa.

—Es una lastima que tu vida sea tan corta. Tu padre tiene ideas realmente estúpidas, ¿Sabes lo sencillo que hacer parecer un asesinato un accidente en un bosque repleto de depredadores hambrientos sin una civilización cerca?— Murmuró tan bajo que de no ser por la escasa distancia, el castaño no habría podido oírlo.

Una corta risa brotó del alfa y el pelinegro ajusto más su agarre.

—¿Aún crees que puedes matarme y salir ileso? O mejor ¿Crees que puedes matarme? Me gustaría tener tu seguridad.

—Puedes reírte ahora porque cuando lleguemos a esa maldita cabaña haré que tu estadía sea un infierno.

Jungkook exhaló y se enderezó quedando unos cuantos centímetros más alto que el omega. Llevo una mano a su cuello justo donde la del contrario sujetaba y la aparto en un pequeño jalón.

—Haz lo que quieras pero luego cuando las consecuencias no sean bonitas para ti...— Con una mano alzó el menton de Jimin y con la otra acaricio de forma suave su mejilla.— No te quejes ni mucho menos supliques.

—Antes de suplicarte a ti prefiero ofrecerme voluntariamente cómo comida a una manada de osos.— Alejo de un golpe las manos del alfa de su rostro y sujeto su maleta para seguir caminando.— No te confíes Jeon, el que terminara suplicando serás tú.

¡¿Soy un omega?! • KOOKMINWhere stories live. Discover now